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¿Son lo mismo Morena y el pueblo de México?

Por:
  • guillermoh-columnista

Durante su larguísima campaña presidencial, el Lic. López Obrador se convirtió en un agente integrador de las demandas populares. Si en algún rincón del país había un movimiento social que tuviera alguna exigencia sobre cualquier asunto, él viajaba hasta allá, los escuchaba y, al final, les prometía que si él llegaba al poder, esa demanda sería satisfecha de inmediato.

La lógica de la campaña fue la de construir un enorme movimiento popular, que reuniera todas las exigencias del pueblo en contra de la llamada mafia del poder.

Las promesas que hizo el Lic. López Obrador iban siempre con la garantía de que él no dejaría de cumplirlas, de que él no traicionaría al pueblo. En eso consistía la diferencia entre él y el resto de la clase política.

Desde el día después de la elección, que le brindó un triunfo contundente al Movimiento Regeneración Nacional, quedó claro que dicho movimiento político no consistía en la agrupación de todos los movimientos sociales. En otras palabras —crudas pero ciertas—, Morena y el pueblo de México no son lo mismo.

Los primeros que dejaron muy en claro que Morena no puede hablar en nombre del pueblo de México fueron los neozapatistas. Aquí no hubo sorpresa. La posición del EZLN ha sido invariable. Sin embargo, en algunos grupos de Morena se manifestó una reprobación del neozapatismo. ¿Cómo se atrevían a seguir en pie de lucha cuando la izquierda ya había ganado? De acuerdo con esta forma de pensar, lo que debía hacer el EZLN era dejar las armas —aunque fueran de juguete—, desactivar su movimiento territorial y recibir con los brazos abiertos a los delegados del nuevo gobierno. ¿Por qué no hacían eso? Como a estos críticos les resultaba imposible imaginar que hubiera un movimiento social legítimo por fuera de Morena, se plantearon la sospecha de que, en realidad, el EZLN es un agente de la mafia del poder. Si no están con nosotros es que están en contra nuestra.

En días recientes se ha comentado mucho el conflicto entre la CNTE y el futuro gobierno. De la misma manera en que la jerarquía de Morena no puede entender que el EZLN no caiga en sus brazos, no les entra en la cabeza que la CNTE no esté agradecida con ellos por haber anunciado con bombo y platillo que de la Reforma Educativa “no quedará ni una coma”. En declaraciones recientes, el Lic. López Obrador calificó a la CNTE como un grupo de extrema izquierda, lo que lo convierte —por medio de una dialéctica peculiar— en uno de extrema derecha.

Entendámonos: quienes se oponen al régimen desde la izquierda son, en realidad, agentes de la derecha explotadora, de la reacción más corrupta, del conservadurismo más rancio.

Para el Lic. López Obrador no hay más pueblo que el de Morena.