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Vinos blancos y rosados son la joya de la corona

Por:
  • hector_leon

Madurez: sería la palabra correcta para calificar la nueva añada de 2015 —también en el caso de los vinos con crianza o barrica de años anteriores—, y excelsitud. Los caldos mexicanos hoy se estructuran desde una caligrafía múltiple que puede enorgullecer a México.

Más de 30 caldos degustados (de entre 200 posibles) donde los vinos blancos de varias cepas y los increíbles rosados, son la joya de la corona; los rojos, en cambio, ya asentados, como es la costumbre, potentes y carnosos, se pueden morder, demuestran su elegancia y gran presencia. Nobleza, obliga.

El pasado 28 de junio se realizó 90 Y MÁS, el show room de los vinos mexicanos de alta gama en el restaurante Puntal del Norte, del chef Pablo San Román, donde participaron los vinos mejor calificados en la Guía Catadores del Vino Mexicano 2016-2017 (editorial Planeta) de Rodolfo Gerschman. Con la presencia de 32 bodegas y los vinos que alcanzaron más de 90 puntos con la élite de amantes y profesionales del vino.

Experimentación y aventurerismo ¿Cómo vienen los vinos 2015 y años anteriores? ¿Cuáles son esas características que han defendido los enólogos y las diferentes tierras de la nueva geografía nacional, en tanto novedosos viñedos emergentes de Aguascalientes, Coahuila, Chihuahua, Zacatecas o Querétaro, además del Valle de Guadalupe de Baja California? ¿Ante la presencia de nuevas bodegas, que tanto están innovando o arriesgando en la formulación de nuevos caldos? En síntesis: ¿Cómo ha sido ese tránsito entre la vinificación tradicional y avance tecnológico de los vinos del viejo

mundo y del nuevo mundo?, es lo que revela la Guía Catadores del Vino Mexicano 2016-2017.

Su presentación reunió a la élite del vino y en comunión con los caldos calificados arriba de 90 puntos de 2015 y últimas añadas, degustamos, reflexionamos y criticamos los vinos que disfrutaremos durante los próximos años. Se trató de una reunión entre amigos: periodistas, enólogos, sommeliers, mercadólogos, negociantes del vino, amantes del medio vinícola, inversores, chefs y asesores de riesgos.

Y es que si algo distingue a la industria vinícola es la constante innovación, ya sea para expandir su mercado que para anexarse al mundo de los jóvenes: los nuevos públicos. Es como el arte, si no se educa a las nuevas generaciones, el peligro de abandono es altísimo.

Y este año, según Rodolfo Gerschman, ha notado un alto de experimentación alto y ”aventurerismo” en nuevos viñedos, y bodegas. Dosis imprescindibles para elaborar vinos.

El negocio del vino es un acontecimiento que tiene mucho que ver con la generosidad, tal vez el único producto que además de hacer feliz al comensal, otorga de su producción un alto valor agregado: brindar y saborear, mediante la degustación de cortesía. Es la única manera de enamorar con el producto y persuadir al restaurantero, chef, sommelier, o, al establecimiento que pone en anaquel el vino.

Participaron en 90 Y MÁS tres reconocidos chefs de nuestro medio con algunas de sus mejores creaciones: Pedro Martín con una paella de conejo y caracoles; Antonio de Livier con su ya clásica “birriamen”; y Pablo San Román, chef anfitrión, con cortes de rib eye y arrachera al asador. Los tres aportaron también un amplio menú de tapas.

En la Guía de Catadores del Vino Mexicano 2016-2017 figuran 450 vinos punteados de 120 bodegas de diferentes regiones vinícolas del país: Baja California, Coahuila, Zacatecas, Aguascalientes, Chihuahua, San Luis Potosí, Querétaro y Guanajuato.

VINO REVELACIÓN DEL AÑO. La novedad en su estado más puro: un productor cuya ambición de innovar le lleva a descubrir una región, cepa o unión de cepas que rozan lo inesperado. Por tanto, merece el reconocimiento:

Santos Brujos Chardonnay 2015 (94 puntos). Chardonnay Viña del Sol. Gran balance el de este vino cuya acidez le da gracia y ligereza. Es de buen cuerpo, que en su caso acentúa el paso por barrica, con el alcohol alto pero bien engarzado en el conjunto. Sus aromas evocan tostados de la madera, manzana, piña, naranja dulce y una nota fresca de maracuya. El final es largo y más frutal que amaderado.

Mina Penélope 2015 Sauvignon Blanc (92 puntos). Sauvignon Blanc Mina Penélope. Sus aromas son los típicos de la variedad: pis de gato (aroma de ruda), hierbas como pasto cortado, una nota mineral, acerada, piña y durazno. Es muy redondo en el paladar, sin perder un ápice de frescura. Primero se instalan las notas dulces de la fruta y luego la acidez las potencia. Dura largamente y deja notas de caramelo de limón.