Adiós, Toledo, pintor de libertad

Francisco Benjamín López Toledo, o como lo conocían los vecinos de la séptima sección de Juchitán, “Ta Min”, cruzó la noche de ayer el umbral hacia el reino de Pitao Bezelao, dejando atrás su forma material y al arte nacional en gran orfandad; así lo confirmó su hija Natalia.

“La familia Toledo comunica con una profunda tristeza que el maestro ha fallecido. Pedimos respetar nuestro dolor y la manera en que nuestro padre manejó su intimidad. Gracias por sus muestras de cariño”, escribieron sus familiares en su cuenta oficial de Facebook, donde también anunciaron que se le realizaría una ofrenda poco antes de medianoche en el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO), el cual fundó para apoyar a la creación artística de del estado de Oaxaca, en 1988.

“El arte está de luto. Ha fallecido el maestro Francisco Toledo, oaxaqueño, gran pintor y extraordinario promotor cultural, auténtico defensor de la naturaleza, las costumbres y las tradiciones de nuestro pueblo”

Andrés Manuel López Obrador

Presidente

Toledo nació en la colonia Tabacalera, pero siempre se sintió juchiteco, porque decía que “uno es de donde se siente parte”. Quería estudiar artes, pero como el periodo de inscripciones en San Carlos y la Esmeralda había concluido, ingresó a la Escuela de Diseños y Artesanías, donde los pintores Castelar, Dosamantes y Silva Santamaría se convirtieron en sus maestros.

[caption id="attachment_1000193" align="alignnone" width="696"] Tamazul.[/caption]

Su creatividad e inquietud lo llevaron a generar una prolífica carrera y producción artística que supera las miles de piezas: tan sólo en la retrospectiva que el Museo de Arte Moderno le efectuó en 1980 reunió cerca de 500.

“Toledo sigue produciendo muchísima obra y eso habla bastante de su capacidad como artista, ésta es una propuesta de él para seguir produciendo aun cuando tiene un cuerpo de obra extensísimo; sigue siendo muy vigente”, detalló a La Razón Juan Pérez Figueroa, codirector de la Galería de Arte Mexicano, donde el creador hace unos meses expuso la muestra Toledo Lee.

El Hombre mono —como se retrataba a sí mismo— padecía de cáncer. Su aportación no sólo se situó en el arte, sino también abanderando la gran cantidad de causas sociales que abanderó: en 2014 encabezó protestas en contra del maíz transgénico, defendiendo así el producido por los campesinos mexicanos, y en 2002 encaró con una tamaliza a McDonald’s para que no construyera una sucursal en el centro de Oaxaca.

[caption id="attachment_1000196" align="alignnone" width="696"] The Wanderer.[/caption]

Y este año se opuso a la construcción del Tren Maya: “pedimos que la nueva administración federal haga valer el derecho de las comunidades indígenas a dar o negar su consentimiento respecto a un proyecto que modificará radicalmente sus condiciones de vida”, declaró el juchiteco en una carta dirigida a la opinión pública.

Toledo es querido y recordado por impulsar el arte de su comunidad a través de proyectos de gran envergadura: en 1972,  fundó la Casa de Cultura de Juchitán; en 1988, el IAGO; en 1997 el Taller Arte Papel Oaxaca, instalado en la antigua planta hidroeléctrica La Soledad, en San Agustín Etla, y el cual se dedica a producir este insumo de manera ecofriedly mediante la utilización materiales naturales, como corteza, ramas, algodón y fibras.

La lista sigue: en 2006 creó el Centro de las Artes San Agustín (CaSa) en San Agustín Etla, el primer centro de arte ecológico de Latinoamérica; y apoyó iniciativas como la Biblioteca para Invidentes Jorge Luis Borges, por ejemplo.

[caption id="attachment_1000195" align="alignnone" width="696"] La bicicleta.[/caption]

Una de sus últimas acciones fue renunciar a inicios de año a su beca emérita del Sistema Nacional de Creadores —alrededor de 500 mil pesos anuales—para destinarla a consolidar los premios que otorga el CaSa para el fomento a la creación literaria en lenguas indígenas.

Con acciones como éstas impulsó la carrera de una gran cantidad de artistas de su comunidad, logrando que su obra trascendiera las fronteras nacionales y llegara al Viejo Continente. Uno de ellos es el joven juchiteco Sabino Guisu, quien recientemente expuso en la galería Maia Contemporary y cuya obra ha sido llevada a Europa y Estados Unidos. Esta casa editorial lo entrevistó en agosto pasado, charla en la que contó que en 2016 tuvo la oportunidad de hacer una exposición, Afelpados, en pareja con Toledo, en el Casa.

[caption id="attachment_1000194" align="alignnone" width="696"] Felino.[/caption]

“Gracias a él Oaxaca tuvo un boom y una revolución cultural gigantesca, y con él empecé a comprender el arte: descubrí a Durero, Rembrandt, Basquiat, Ai Weiwei… le debo mucho porque me apoyó en gran parte de mi trabajo y en mi crecimiento artístico. Yo podría definir al maestro como una persona con la que un día llegue con hambre de conocimiento, y en vez de darme un pescado me enseñó a pescar información y cultura”, destacó.

Para rendirle homenaje, hoy a partir de las 12:30 horas el Palacio de Bellas Artes abre sus puertas para que artistas y la comunidad en general puedan “llevarle una flor y una palabra”.

Con información de Iván Cuapio, Omar Flores y Julio Vázquez

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