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“Mis trazos, franjas sombrías de los seres humanos”

Por:
  • carlos_olivares_baro

Ros es un señor alto, elegante, pelón y amable. En los archivos civiles aparece, en los folios amarillentos del juzgado, registrado como Álvaro Fernández Ros. Nace en México en 1962, estudia Diseño Gráfico y durante muchos años se desempeñó como diseñador y productor de libros y revistas. La elaboración de cartones de humor y la ilustración lo absorben por completo en la actualidad. Seleccionado por el World Press Cartoon en el certamen de viñetas de Sintra, Portugal, las caricaturas de Ros aparecen con frecuencia en el diario español El País.

“Mis dibujos no producen carcajadas estentóreas, ruidosas. Mis lectores sonríen: creo que la sonrisa es más sutil, su origen está en la imaginación. Apuesto por el silencio, tanto en mis trazos como en la reacción de quien los mira. Me interesa, más que todo, sugerir, que el imaginario del lector complete el mensaje. Mis cartones poseen matices de aparente inocencia, pero creo que develan franjas sombrías de nuestras vidas”, comentó en entrevista con La Razón el autor del álbum ilustrado Y tú, ¿qué prefieres? (2010).

Se perciben tildes gráficas de gran sencillez en sus diseños, no hay gesticulaciones escandalosas ni iconografías afectadas, lo natural se impone. ¿Por qué? Siempre he trabajado la imagen en los abrigos de la elipsis, mínimos recursos y contención: espacios de silencio y composición equilibrada, me preocupo de que cada cartón tenga sólo lo necesario de acuerdo a lo que quiero comunicar. Quizás, hay un excesivo minimalismo visual. No soy partidario de lo recargado.

Digamos que sus ‘cuadros’ están concebidos desde el encuadre cinematográfico... Sí, tiene usted razón. Mis bocetos le deben mucho al cine. Trato de encadenar diferentes instancias gráficas en un plano, de ahí la espontaneidad que se ve en mi trabajo.

¿Presencia constante de proyecciones basadas en las técnicas del ‘punto de fuga’? Soy partidario de que el lugar geométrico concuerde con las direcciones del espacio que imagino. Ficción gráfica en diálogo con proyecciones frontales, oblicuas y aéreas. En ese sentido me honra su lectura, estoy de acuerdo.

¿Cómo elige las frases, los pies de grabado: sintagmas, minificciones, alegorías repentinas de gran fuerza? Cada imagen pide su verbalidad, a veces puede ser una descripción de la escena; y en otras, los personajes hablan en el sentido de un diálogo entre ellos mismos o una sentencia, un silogismo que recurre al absurdo, a lo paradójico.

Lo encasillan a usted dentro del humor blanco. ¿Existe el humor blanco y el negro? Son clasificaciones, redundantes e innecesarias. Creo en el humor el color no me interesa. En este libro hay viñetas muy ingenuas, pero que connotan situaciones muy sombrías. No puedo especificar si son de humor blanco o negro. En mis dibujos exijo la atención de los lectores para que se descubra lo que hay detrás de esa figurada llaneza.

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