"El desdichado" en seis versiones
Yo soy el tenebroso —el viudo—, inconsolado,
Príncipe de Aquitania de la torre abolida;
mi sola estrella ha muerto —mi laúd constelado
sostiene el negro sol de la Melancolía.
En la noche del túmulo, tú que me has consolado,
vuélveme el Posilipo, vuélveme el mar de Italia,
la flor amada por mi corazón desolado,
y el emparrado en que la vid se une a la rosa.
¿Soy amor o Febo?... ¿Lusignan o Birón?
Sonroja aún mi frente el beso de la reina;
soñé en la gruta donde nadaba la sirena...
Y vencedor dos veces yo crucé el Aqueronte;
Pulsando uno tras otro en la lira de Orfeo
las quejas de la santa y los gritos del hada.
—Xavier Villaurrutia
Yo soy el tenebroso —el viudo— el sin consuelo,
Príncipe de Aquitania de la torre abolida,
Murió mi sola estrella —mi laúd constelado
Ostenta el negro Sol de la Melancolía.
Tú que me has consolado de la tumba y su noche
El Pausílipo dame, la mar de Italia vuélveme,
La flor que amaba tanto mi desolado espíritu,
La parra donde el pámpano a la rosa se alía.
¿Soy el Amor o Febo?, ¿Lusignan o Birón?;
Roja mi frente está del beso de la reina;
Soñé en la gruta donde nadaba la sirena;
Traspasé el Aqueronte, vencedor por dos veces,
Y la lira de Orfeo he pulsado alternando
Suspiros de la santa con los gritos del hada.
—Octavio Paz (primera versión)
Yo soy el tenebroso, el viudo, el desconsolado
príncipe de Aquitania en su torre baldía.
Mi sola estrella ha muerto, mi laúd constelado
el negro sol ostenta de la melancolía.
En la fúnebre noche, tú que me has consolado
vuélveme el Posilipo y la mar que fue mía,
la flor más placentera al pecho desolado,
la viña en que el pámpano a la rosa se alía.
¿Lusiñán o Birón? ¿Amor o Febo me creo?
El beso de la reina empurpura mi frente,
nadar a la sirena vi en la gruta soñada.
De Aqueronte dos veces ya vencí la corriente,
modulando a intervalos en la lira de Orfeo
de la santa el suspiro con los gritos del hada.
—Juan José Arreola
Yo soy el tenebroso, el viudo, el desdichado,
Príncipe de Aquitania de la Torre Abatida,
mi estrella ya está muerta; mi laúd se constela
con el Sol tenebroso de la Melancolía.
En la noche del féretro, tú que me has consolado,
devuélveme el Pausílipo y los mares de Italia;
la flor que tanto amaba mi pecho desolado
y el jardín en que el pámpano con la rosa se liaba.
¿Soy Amor o soy Febo? ¿Lusiñán o Birón?
Mi frente está ofuscada del beso de la Reina
y he soñado con grutas en que nadan sirenas.
Dos veces victorioso travesé el Aqueronte
y he modulado a veces en la lira de Orfeo
los suspiros del mártir y el grito de las hadas.
—Salvador Elizondo
Yo soy el tenebroso, el viudo, el desterrado
Príncipe de Aquitania de la torre caída:
Mi única estrella ha muerto —mi laúd constelado
Irradia el sol oscuro de la Melancolía.
En la fúnebre noche, tú que me has consolado
Devuélveme el Pausílipo y la mar italiana.
La flor de que gustó mi pecho desolado,
La reja en que la rosa y el pámpano se abrazan.
¿Quién soy? ¿Amor o Febo? ¿Lusiñán o Birón?
Mi frente está signada del beso de la reina;
He soñado en la gruta en que nadan sirenas
Y pasé el Aqueronte, dos veces vencedor.
En la lira de Orfeo mi mano modulaba
El gemir de la santa con los gritos del hada.
—José de la Colina
Yo soy el Tenebroso, —el Viudo, —el Sin Consuelo,
Príncipe de Aquitania de la Torre abolida:
Mi única Estrella ha muerto, —mi laúd constelado
También lleva el Sol negro de la Melancolía.
En la nocturna Tumba, Tú que me consolaste
Devuélveme el Pausílipo y la mar italiana,
La flor que prefería mi pecho desolado,
Y la parra en que el Pámpano con la Rosa se une.
¿Soy Amor o soy Febo...? ¿Lusignan o Birón?
Mi frente aún está roja del beso de la Reina;
En la Gruta en que nada la Sirena he soñado...
Y vencedor dos veces traspuse el Aqueronte:
Modulando tan pronto en la lira de Orfeo
Suspiros de la Santa, —como gritos del Hada.
—Tomás Segovia