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Cierre de frontera de Panamá deja varados a 250 cubanos

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Cerca de 250 migrantes, la mayoría cubanos, se encuentran varados en Colombia por el cierre de frontera decretado hace una semana por Panamá, denunció la Defensoría del Pueblo con sede en Bogotá.

La ONG reportó que los isleños son víctimas de abusos propiciados por las mafias de traficantes que les cobran “ grandes sumas de dinero” por ayudarlos a cruzar la frontera a través de la selva de Darién o en pequeñas embarcaciones que navegan parte del Caribe.

El representante del organismo, William González de la Hoz , aseguró que los indocumentados que se encuentran en el departamento de Uraba “viven un drama humanitario” que podría derivar en un problema de salud pública ya que no reciben atención médica y carecen de instrumentos necesarios para la higiene personal.

Señaló que entre los inmigrantes hay varias mujeres embarazadas y niños.

“Ellos están viviendo a la intemperie, duermen en la calle, en la playas de Tumbo, todos quieren cruzar la frontera para seguir su camino a Estados Unidos y alcanzar el sueño americano”, afirmó el integrante del organismo.

El secretario de gobierno de Turbo, Emélides Muñoz, dijo a medios locales que no es fácil calcular cuántos migrantes están represados en su localidad, pues algunos hoteles no los registran o ellos intentan camuflarse con el resto de la población, sin embargo estimó que el número de asiáticos, cubanos, haitianos y africanos que esperan atravesar el país se sitúa en 150 y 250 personas.

Esta cifra fue confirmada por el director General de Migración Colombia, Christian Krüger Sarmiento, quien precisó que este grupo ha recibido atención humanitaria de las autoridades de migración.

El funcionario precisó que la intención es “deportarlos en un vuelo especial hacia el último país por el que hicieron tránsito”, que en este caso sería Ecuador, nación con la que en día pasados se firmó un protocolo para garantizar su integridad.

Migración Colombia, así como el secretario de Gobierno de Turbo confirman que el drama de estas personas es aprovechado por las bandas criminales que les ofrecen llevarlos a Panamá, pero en algunos casos los dejan abandonados en la selva o el mar.

El pasado 9 de mayo el presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, ordenó el cierre de fronteras con Colombia. El mandatario acusó que la selva de Darién estaba siendo utilizada como paso por traficantes de drogas y de personas.

“La política migratoria del país va a cambiar, no permitiremos la permanencia de nadie que no tenga un estatus migratorio en el país”, afirmó el gobernante.

El último reporte de la Defensoría del Pueblo reveló que hasta dos mil 448 cubanos quedaron atrapados en un zona limítrofe entre Panamá y Costa Rica.

Luego de que este último también decidiera cerrar su frontera al igual que Nicaragua. El flujo migratorio de cubanos hacia Panamá data desde hace varios años pero se intensificó después de que Cuba y Estados Unidos restablecieron relaciones tras medio siglo de hostilidades, lo que puso en duda la vigencia de la Ley de Ajuste cubano de 1961 que facilita la migración de los isleños que ingresan por tierra a territorio estadounidense.

Las autoridades afirmaron se desconoce cuántos migrantes no pueden pagar sus pasajes y refirieron que entidades no gubernamentales, la Iglesia y familiares en Estados Unidos están ayudando en los costos del viaje.

Menores viajan sin costo a Ciudad Juárez

Más de un millar de migrantes cubanos serán trasladados vía área desde Panamá hacia México, el gobierno les facilitará la compra de boletos a precios más bajos y los menores viajarán gratis.

La medida beneficiará a por lo menos mil 300 isleños de los aproximadamente tres mil 800 que se encuentran varados. Los gobiernos de ambos México y Panamá facilitarán los medios de transporte hasta Ciudad Juárez, en la frontera con Estados Unidos.

La presidencia panameña indicó que el boleto costará 575 dólares, un fuerte rebaja respecto a la tarifa anterior que era de 805 dólares. Los menores de 11 años viajarán sin costo.

Las autoridades afirman que no manejan datos por ahora sobre el número de migrantes que no pueden pagar sus pasajes y refirieron que entidades no gubernamentales, la Iglesia y familiares de en Estados Unidos están ayudando en los costos del viaje.