La iniciativa anunciada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador que busca aumentar las pensiones de los trabajadores a 100 por ciento implica regresar a un sistema de beneficio definido, lo que representa un retroceso de 25 años y pone en riesgo los logros alcanzados, advirtió el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
El presidente del Comité Técnico Nacional de Seguridad Social del IMEF, Orlando Corona Lara, recordó que el sistema de beneficio definido, administrado por el Gobierno hasta mediados de los 90, se caracterizó por un creciente déficit actuarial. Éste llegó a representar hasta 128.8 por ciento del PIB, incluyendo a trabajadores del IMSS y empresas del Gobierno (CFE y Pemex, entre otras), de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.
Recordó que, como resultado de la reforma al sistema de pensiones de 2020, que fue impulsada por el propio Gobierno federal, se logró incrementar la cobertura y suficiencia de las pensiones.
Con esos cambios, dijo, se podrán alcanzar tasas de reemplazo alrededor de 70 por ciento (cercana a los estándares internacionales), todo ello sin incrementar la aportación gubernamental, de acuerdo con la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar).
“Si bien se han tenido logros notables, se requieren mejoras importantes, pero éstas deben realizarse con los estudios técnicos adecuados, los consensos necesarios, pero sobre todo sin poner en riesgo la sostenibilidad financiera”, ya que actualmente el erario gasta 22 de cada 100 pesos del presupuesto en ese rubro, subrayó. El especialista propuso que, para mejorar las pensiones, se deben incentivar las aportaciones voluntarias; es decir, que por cada peso que el trabajador aporte a su cuenta individual en las Afores el Gobierno ponga esa misma aportación, “el beneficio sería muy importante”.