Que El Mochomo no se vaya

Fue detenido el miércoles 24 de junio a las 07:30 horas en Metepec, Estado de México, pero la noticia se dio a conocer este lunes.

Se trata de José Ángel Casarrubias Salgado, alias El Mochomo, uno de los líderes del cártel de Guerreros Unidos, vinculados con la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa en 2014.

El Mochomo es hermano de Sidronio Casarrubias, líder del grupo criminal, detenido en 2014 por su presunta participación en el caso Ayotzinapa.

En 2015, la entonces PGR ofreció un millón y medio de pesos a quien brindara información sobre el paradero de El Mochomo.

Pasaron casi cinco años para que fuera detenido y pueda enfrentar un juicio para conocer su responsabilidad en los hechos; por lo pronto, ya duerme en el penal de máxima seguridad del Altiplano, Estado de México.

En el libro La noche de Iguala, el periodista Jorge Fernández Menéndez detalla que la DEA interceptó las llamadas de varios líderes de Guerreros Unidos antes y después de la noche trágica en Iguala; se debía a la investigación que realizaba sobre el trasiego de heroína a Estados Unidos.

El reporte arrojó que entre 2013 y 2014, el cártel Guerreros Unidos transportaba droga escondida en autobuses de pasajeros desde Iguala, Guerrero, hasta Chicago, Illinois.

La indagatoria inició en agosto de 2013, tras un decomiso de varios kilos de heroína, cocaína y 500 mil dólares en efectivo.

Para las autoridades estadounidenses, Guerreros Unidos tenía dos especialidades: una era que tenía bajo su control los territorios en los que se siembra la amapola, además de contar con narcolaboratorios para procesar la llamada China White, que es la heroína mexicana de color café, modificada a color blanco, a través de un proceso químico que incluye fentanilo.

La otra es que habían logrado construir escondites, casi perfectos, para la droga en camiones o automóviles, donde escondían la mercancía.

Los cargamentos salían de la central de autobuses de Iguala y eran entregados en los condados de Aurora y Batavia, en Chicago.

Se sabe que, en cada envío, el cártel transportaba un promedio de 26 kilogramos de heroína, del cual obtenía ganancias por más de medio millón de dólares.

En total intervinieron 12 Black Berry y teléfonos celulares de ocho integrantes del cártel en Chicago.

Hermandad criminal

Entre los mensajes intervenidos está una conversación entre Adán Zenén Casarrubias, alias El Tomatito, y su hermano José Ángel Casarrubias Salgado, El Mochomo.

Creían que el grupo de Los Rojos, liderado por Santiago Mazari, El Carrete, pretendían tomar la plaza de Iguala, el día de la terrible desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Esto liga directo a José Ángel Casarrubias Salgado con el secuestro de los estudiantes.

Y así se escucha en las conversaciones telefónicas interceptadas por la DEA, oficina Chicago, entre miembros de Guerreros Unidos, en las cuales está grabado El Mochomo.

Como parte de las medidas tomadas por Guerreros Unidos, en otro mensaje entre los hermanos Casarrubias se ordena movilizar a policías de Iguala, Cocula y Huitzuco contra los estudiantes.

Los testimonios de los sicarios involucrados (casi todos ya liberados) coinciden con las grabaciones de la DEA.

Los fragmentos recabados por la DEA dan cuenta de que, entre la confusión y las órdenes, Guerreros Unidos estuvo involucrado en lo ocurrido con los jóvenes.

Las autoridades de Iguala, Cocula y otros municipios, estaban coludidas con el narcotráfico, al igual que algunas autoridades estatales, algunos estudiantes y dirigentes de la propia normal. La gran mayoría de los jóvenes asesinados, de primer ingreso, fueron sacrificados sin siquiera saber por qué perdían la vida.

Lo cierto es que la masacre de los estudiantes no es diferente a la forma en que han actuado esos grupos criminales, antes y después del 26 de septiembre de 2014.

Finalmente, el 16 de octubre de 2014, Sidronio Casarrubias fue capturado en un retén policial de la carretera cercana a Toluca, y que comunica con la Ciudad de México.

Un año después, Adán Zenen fue detectado y aprehendido en Cuernavaca, Morelos. Junto a él arrestaron al presidente municipal de Cocula, Erick Ulises Ramírez Crespo; se les aseguró un arma larga, un arma corta y un paquete con cocaína.

Ante estas detenciones El Mochomo asumió el control de Guerreros Unidos, lideraba la organización desde Toluca; además, tenía relación directa con José Luis Abarca, exalcalde de Iguala, quien le pedía desaparecer a sus enemigos.

En julio de 2018, Sidronio Casarrubias, El Chino, fue absuelto del juicio que tenía abierto por portación de armas de uso exclusivo del Ejército.

Óscar García Vega, titular del Juzgado Segundo de Distrito de Procesos Penales Federales en el Estado de México, determinó que los primeros testimonios de Casarrubias, en los que narra la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa en Iguala, no tienen validez, pues se violó el debido proceso al obtenerlos.

Además, señaló que el detenido no fue informado de sus derechos al ser capturado, y su declaración fue obtenida a través de actos de tortura por parte de la PGR.

Sin embargo, la sentencia absolutoria otorgada a Casarrubias no implicó que quedara libre, ya que tenía al menos otro juicio pendiente por delincuencia organizada.

Pero sí quedaron en libertad la gran mayoría de quienes participaron en la desaparición de los estudiantes, todos confesos. El argumento fue que habían sido torturados, una mentira absoluta. En el programa Todo Personal transmitimos los videos de esas declaraciones, en las cuales se escuchan los testimonios en un tono tranquilo.

Ojalá no quede también en libertad El Mochomo; es momento de que este caso se deje de politizar y se le haga justicia a esos 43 jóvenes de Ayotzinapa, que fueron víctimas de un enfrentamiento entre grupos criminales rivales.