México asesino… para la comunidad LGBT

Esta semana en redes sociales, medios de comunicación y hasta en las plataformas de streaming se aplaudió un comunicado en el que —la antes actriz y ahora actor— Elliot Page anunció que es transgénero y que se identifica como una persona de género masculino. Punto.

Qué fácil resulta transitar por hechos de esa naturaleza desde el prisma hollywoodense, que todo lo glamouriza y lo aleja de realidades de la misma naturaleza, pero donde los finales no son tan felices ni tan aplaudidos, por una sociedad en general poco informada, doble moral y altamente discriminadora, como la nuestra por ejemplo.

Esta misma semana en México, mientras en las rede sociales se aplaudía el anuncio del hoy célebre actor, en Oaxaca se hacía el hallazgo de los cuerpos de Sharlym y Geovanna, dos mujeres trans asesinadas, con menos de 24 horas de distancia.

De ellas se habló poco, o casi nada, como para seguir abonando al oscurantismo de la vergonzosa estadística mexicana de crímenes de odio contra las personas de la comunidad de la diversidad, de los que se calcula quedan ocultos tres, por cada uno que se da a conocer.

La próxima semana se revelará el nuevo Informe del Observatorio Nacional de Crímenes de Odio contra Personas LGBT, que conforman 18 instituciones dedicadas al apoyo, investigación y defensa de los derechos de la comunidad de la diversidad en México, donde los crímenes se caracterizan por su extrema violencia.

El estudio arroja que 66% de las mujeres fueron ultimadas por ataques con arma de fuego, como ocurrió con Sharlym, que fue baleada en su negocio, un modesto salón de belleza del que era propietaria y que curiosamente también coincide con el rubro de actividad donde más se desempeñan las personas agredidas.

Geovanna, por su parte, participaba en eventos de belleza, incluso a nivel internacional, donde fue “La china de Oaxaca”… Ella, desapareció el 25 de noviembre pasado —en el marco del Día Internacional para la eliminación de la Violencia contra las Mujeres— y una semana después su cuerpo fue encontrado con señales de violencia, que resulta ser el segundo modo más utilizado en este tipo de asesinatos, según indica el Observatorio, que también contempla la asfixia, la tortura y el atropellamiento, como otras formas comunes de agresión contra la comunidad LGBT.

Indudablemente la parte más triste de la historia que cuentan los datos arrojados por el documento de dicho organismo, es la que revela que el vínculo de las víctimas con sus familias, que es prácticamente nulo. Sus cuerpos comúnmente son hallados por desconocidos, vecinos o policías, y es sólo en una minoría de los casos donde un familiar o amigo le da seguimiento al delito.

¿Acaso puede haber peor castigo que el olvido?…

La impunidad reina en los crímenes de odio en México, donde de los 209 casos que registró el Observatorio hasta el 17 de mayo pasado, solo se tiene conocimiento de denuncia en el 48%; y en casi el 70% de los casos no hay ninguna persona detenida.

49 de los asesinatos del estudio presentado ocurrieron en Veracruz, entidad que sigue siendo la más letal contra la comunidad de la diversidad, aún cuando muchos pensamos que su actual gobierno sería en particular empático con esta comunidad… no ha sido así…

Le sigue el estado de Chihuahua con 37 asesinatos, 28 en Michoacán, 22 en Guerrero, 18 en Puebla, 14 en Coahuila, 13 en Ciudad de México, 12 en Nuevo León, 10 en Jalisco y 6 en Baja California; de estas entidades, 6 tienen tipos penales que agravan las penas de estos delitos, sin embargo, no se investigan y quedan sin castigo. A nivel nacional solo 12 estados contemplan esta agravante.

De acuerdo al Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación 6 de cada 10 personas LGBT fueron discriminadas en 2018 (último año en que se realizó la ENDOSIG), el 53% sufrió acoso, expresiones de odio y violencia física en diversos ámbitos.

La organización Letra S documentó 117 crímenes de odio durante el primer año de la actual administración, lo que equivale a un homicidio en contra de personas LGBT cada tres días en México, lo que a su vez corresponde a un aumento del 27% con respecto al 2018.

Desde el cambio de administración, se eliminaron todos los recursos que el Gobierno Federal proveía a organizaciones sociales para el desarrollo de sus actividades en materia de diversidad, otro grupo vulnerable revictimizado y que va sumando deudas de vida.

¿Quién diría?… habiendo apoyado tanto al cambio y estando tan dignamente representados en varios frentes de la Cuarta Transformación…