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Otra colombiana asesinada en la CDMX

Por:
  • bibiana_belsasso

El cuerpo de Andrea Martín, una joven colombiana, fue encontrado sin vida en su propio departamento con un impacto de bala. Las primeras versiones aseguraban que la mujer se había suicidado después de una discusión con su pareja; una historia difícil de creer porque el impacto de bala estaba en la nuca. El novio de Andrea declaró que después de pelearse con ella salió al veterinario, eran las 3 de la mañana, y que al regresar la joven se encontraba sin vida.

Elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana llegaron al departamento en la delegación Venustiano Carranza y arrestaron a la pareja de la extranjera, mientras que la Procuraduría General de Justicia capitalina abrió una carpeta de investigación para esclarecer los hechos.

Es el segundo caso de una mujer colombiana que es asesinada en tan sólo una semana en la Ciudad de México.

Laura Cristina Ovalle Quintero, la otra sudamericana asesinada la semana pasada, llegó hace un año a la capital para trabajar como modelo y edecán.

En un inicio, la joven de 31 años vivía con una amiga, pero debido a que su trabajo como edecán, demostradora y modelo no le redituaba lo suficiente como para enviar dinero a su familia en Colombia, comenzó a trabajar como escort.

Cuando su situación económica mejoró, la mujer se mudó al departamento 203 de la Torre B, del complejo Grand Tower, ubicado en la colonia Granada, alcaldía Miguel Hidalgo.

Fue así como Laura Cristina comenzó a promocionarse en páginas de internet y a través de su cuenta personal de Twitter, en la que se podía leer: “Recuerda: mil 500 la hora en mi depa en Polanco. Por cada cinco servicios el seis es gratis”.

Laura Cristina decía que para mayor “seguridad”, los servicios los realizaba en su propio departamento.

El pasado martes 20 de agosto a las 8:30 de la mañana, su cuerpo fue encontrado por Areli Cruz, quien realizaba las labores de limpieza. Dijo que al abrir la puerta encontró sangre y el cuerpo de la colombiana en el suelo, con varios golpes en el cuerpo y sangrando de la cabeza.

Encuentran la muerte lejos de su país

[caption id="attachment_991636" align="alignnone" width="912"] Laura Cristina (izq.) y Andrea son dos colombianas que radicaban en la Ciudad de México, donde ambas fueron encontradas sin vida al interior de sus departamentos, una con un balazo y otra con golpes en la cabeza.[/caption]

Areli comentó que un día antes Laura Cristina tuvo un día “normal”; salió durante la mañana a realizar sus actividades de manera cotidiana, por la tarde fue a comer y después recibió a tres clientes en su departamento.

Entre las principales líneas de investigación está un hombre que se presume estuvo con ella la noche en que se cometió el crimen.

La mamá de Laura Cristina, la señora Liliana, llegó a México para reconocer el cuerpo de su hija: “Por favor, que estén más pendientes, qué es lo que pasa, qué es lo que está pasando en todas partes con nosotras las mujeres (…) Por favor, que ayuden con el caso de mi hija que el caso no quede impune”.

Esta súplica de la señora Liliana Quintero no es aislada. Son muchas las madres que claman justicia para sus hijas asesinadas.

Laura Cristina, al igual que muchas extranjeras, han sido engañadas asegurándoles que en México encontrarán fama y fortuna. Muchas veces terminan relacionadas con hombres del crimen organizado que acaban con sus vidas.

Apenas también, el pasado 30 de julio, Yamila Lin, una mujer argentina de descendencia china, que llegó a nuestro país procedente de Argentina, fue asesinada en un departamento ubicado en la calle Nogal 187, colonia Santa María La Ribera, alcaldía Cuauhtémoc.

Yamila Lin, de 38 años, llegó a México para establecer unos negocios en nuestro país. Casada y con dos hijos, comenzó a tener problemas y se separó de su esposo coreano, que conoció cuando vivía en Argentina.

Fue entonces que la mujer comenzó a salir con un hombre identificado como Marco Antonio González, pero su relación estuvo rodeada de maltratos y golpes, hasta la noche del martes 30 de julio, cuando su pareja la asesinó.

Fueron sus vecinos quienes alertaron a la policía, además de los abogados a los que Yamila había llamado para pedir auxilio cuando el hombre la agredía en el interior de su departamento.

Cuando los oficiales llegaron, El Toño los recibió a balazos, y en el enfrentamiento, murió.

En el baño del departamento fue encontrado el cuerpo sin vida de la mujer; también se encontraron unos guantes y un par de serruchos con los que, al parecer, el hombre pretendía cercenar el cuerpo.

Tras las investigaciones se supo que Marco Antonio, conocido como El Toño, era presunto miembro de La Unión de la B, y que además, supuestamente extorsionaba a comerciantes coreanos en el centro.

Presuntamente El Toño trabajaba para Mauricio González, El Pozoles, uno de los líderes de La Unión acusado de asesinar a la modelo venezolana Kenny Finol.

El 3 de mayo encontraron el cuerpo de Fatimih Dávila, de origen uruguayo; una ex-Miss Universo quien llevaba 10 días en la capital de nuestro país. A ella la asesinaron en una casa de citas, ubicada en la colonia Nápoles, de la alcaldía Benito Juárez.

El 27 de mayo, en la alcaldía Miguel Hidalgo, Paula, de 40 años, y de origen chileno, fue encontrada muerta en su recámara. Su exnovio confirmó que trabajaba como acompañante y que desde que llegó a México tenía problemas con redes de tratantes.

La Procuraduría capitalina advierte que existe una disputa entre tratantes de origen venezolano y colombiano, y que estos grupos surgieron luego de la detención de Ignacio Santoyo, El Sony, fundador del portal Zona Divas, en el que varias mujeres extranjeras eran obligadas a prostituirse.

Víctimas señalan que ahora los tratantes continúan con el “modelo de negocio” similar al de Zona Divas: reclutan a jóvenes en el extranjero y las traen a México vía Cancún, para luego ser distribuidas en las regiones norte y centro.

Las anuncian en páginas web y otras en redes sociales bajo el concepto de “independientes”, pero no es así, ya que las cuentas son manejadas por sus tratantes.

Se sabe que los líderes de La Unión estaban vinculados al Portal Zona Divas y que, además, usaban a las escorts para esconder armas o droga.

En muchas ocasiones las escorts terminaban como parejas sentimentales de criminales y son ellos los que les quitan la vida, como el caso de Kenny Finol, la joven venezolana a la que asesinaron y abandonaron en calles de Ecatepec, en febrero de 2018.

A Mauricio González, El Pozoles, se le señala por el homicidio de la Kenny y de la también escort argentina Karen Ailen Gradzniski

Mientras que Daniel “N”, otro integrante del grupo criminal, recibió dos sentencias por 80 años por los feminicidios ocurridos en 2017 de Génesis Gibson Jaimes, de 24 años, asesinada en un hotel de la alcaldía Venustiano Carranza, y de Wendy Vaneska, de 26 años, asesinada en la habitación en un hotel de la colonia Escandón.

Lo cierto es que la red de tratantes de mujeres es enorme, casi todos están relacionados con el narcomenudeo. Algunos han sido detenidos, otros están en libertad y siguen operando.

Mientras tanto, en el primer semestre del año, 470 mujeres fueron asesinadas, 10 por día, de las cuales 111 fueron asesinadas con arma de fuego, 99 con arma blanca, 239 con otro tipo de artefacto y de 22 se desconoce el objeto utilizado.

Esta violencia de género tiene que parar.