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Trump, es lo que hay

Por:
  • javier_solorzano_zinser

Para la opinión pública de EU la migración se ha convertido en su tema central. Como le decíamos hace algunos días, está por encima de salud, seguridad nacional y terrorismo.

En un país que se ha construido y desarrollado gracias a la migración, su presidente, también migrante al igual que su familia, junto con un importante número de ciudadanos quieren limitarla, inhibirla y reprimirla.

Para que nos demos una idea de lo que viene, la inminente campaña a la presidencia de EU va a tener como eje central a la migración, no el seguro médico, no el terrorismo, no las drogas, no las armas, será, de hecho ya lo es, la migración.

No es que no se vaya a debatir sobre estos temas, lo que va a suceder es que todo va a girar en torno a la migración. El presidente Trump se ha encargado a lo largo de estos años de colocar a la migración como el nuevo gran enemigo de su país.

No es nada grato que estemos jugando el papel de quedar bien con Trump, más que con EU, soslayando que la migración es un asunto multinacional e integral.

Ya llevamos varios años haciéndole el trabajo a EU en la frontera sur y en algunos estados del país. La política migratoria de inicio de este sexenio, la llamada “abrazos abiertos” ha terminado. Hemos regresado a lo que antes se hacía, la diferencia está en que algunas áreas la situación se vive bajo intensa presión, al tiempo que hoy todo se termina por ver corregido y aumentado.

Las intimidaciones a las que el país se ha visto sujeto han quitado el foco a cualquier posibilidad de reflexionar sobre los elementos que componen la migración. Con tal de que no se aplicara el famoso arancel, se ha tratado de satisfacer las demandas y exigencias de quien vive insatisfecho y presionando.

¿Había manera de recorrer otro camino ante las demandas e imposiciones y amagos de Trump? Está claro que hay muy poca capacidad de maniobra. Ante las circunstancias actuales, el gobierno de López Obrador no ha podido evitar momentos como los que se vivieron en el pasado sexenio con el empresario-presidente. Está claro que el gran problema es el propio Trump, como se ve en nuestro caso y en su relación con muchos países en el mundo; diríamos que es lo que hay.

El gobierno tiene que meterse de lleno en el concierto internacional. No es lo mismo mandar una carta a la reunión del G20 que participar directamente en ella. Al Presidente no le va a quedar de otra que moverse por el mundo, porque esto será ocasión de poder tener aliados con los que se pueden compartir situaciones como las que estamos viviendo con EU. El mundo se mueve al son  de dinámicas internacionales y no sólo bilaterales.

Permite además insistir en que la migración es un tema de todos, es cuestión de ver lo que pasa desde hace tiempo en Europa. La migración apunta para ser uno de los elementos que identifiquen al siglo XXI.

México tiene que dinamizar su política exterior. Se argumenta con cierta razón, que para ello está la Cancillería, pero no hay duda que la mejor carta que tiene el país es la del Presidente López Obrador. Mantiene una gran popularidad y aceptación en lo interno, y se le ve con simpatía en muchas otras naciones; va a tener que dejar de estar en su aldea tarde que temprano para entrar a la aldea global.

Porfirio Muñoz Ledo dio un mensaje digno de atenderse en Tijuana el sábado. Ayer de nuevo puso énfasis en ello: el país no puede alejarse de sus principios y compromisos en materia de migración.

Por ahí anda el Inami el cual ha tenido que mantener bajo perfil, es en esta institución donde puede estar el cómo hacerle.

Va a ser difícil en estos 45 días tener satisfecho al que vive insatisfecho y presionando y más si no hacemos nuestras tareas y más si andamos reactivos más que activos.

RESQUICIOS.

De nuevo los jueces suspendieron la construcción de Santa Lucía, y por el otro que se construya el proyecto sobre lo que era el NAIM. El problema no está en necedades sino en razones y éstas no aparecen.