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Congreso capitalino discute

Se busca un órgano “más esbelto”

La Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, respaldó la iniciativa con la que se busca reformar al Instituto Electoral de la Ciudad de México

Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la CDMX.Foto: Cuartoscuro
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La Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, respaldó la iniciativa con la que se busca reformar al Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM), pues aseveró que con esto no se afectarán sus funciones sustantivas, sino que únicamente permitirá tener un órgano electoral más “esbelto”.

“Lo que se está haciendo es disminuir el Instituto, no afecta a las funciones sustantivas, sino sencillamente nos permite que haya un Instituto esbelto y que se dediquen los recursos a lo que se requiere: a las elecciones, a la consulta del Presupuesto Participativo, a la elección de los Copacos. Entonces, ése es el objetivo de lo que se está discutiendo”, afirmó.

A la par que legisladores del Congreso capitalino discutían la iniciativa, la mandataria aseveró que el Instituto Electoral se debe conducir con austeridad, sin cuotas partidarias.

“El Instituto Electoral debe cumplir con sus funciones, pero no se justifica que tenga un volumen de plazas, o mantener un volumen de plazas que creció artificialmente del 2012 al 2018, sólo para cumplir cuotas partidarias, no es para eso un órgano interno de control, ni un organismo electoral”, indicó.

La mandataria afirmó que el IECM se “infló” de plazas, y advirtió que ya se había llegado a un acuerdo con el personal del propio Instituto para acatar el principio de austeridad.

“Había sido un acuerdo con todos los partidos políticos, inclusive con la propia presidenta del Instituto Electoral. El año pasado se necesitaban más recursos para poder darle las prerrogativas a todos los partidos políticos, el secretario de Gobierno se sentó con los partidos, se sentó con la presidenta del Instituto Electoral y se dijo que se iba a buscar un esquema en donde hubiera mayor austeridad”, explicó.

La reestructuración del órgano electoral implica la desaparición de cinco áreas técnicas, entre las que se encuentran la Unidad de Género y Derechos Humanos.