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Causa en Común documenta 4.7% más casos este año

Crímenes atroces rebasan registro del 2021; repuntan 9 modalidades

Informe alerta sobre el aumento de más de 100% en asesinatos cometidos contra periodistas, mujeres y funcionarios; señala que estrategia de seguridad de 4T no es efectiva

Crímenes atroces rebasan registro del 2021; repuntan 9 modalidades.Foto: Pixabay
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Durante el primer cuatrimestre del año se cometieron mil 940 crímenes atroces en México, lo que rebasa por 4.7 por ciento a los mil 852 registrados durante el mismo periodo del 2021.

Así lo deja ver la organización Causa en Común en su último informe sobre atrocidades, a las cuales define como el uso intencional de la fuerza física para causar la muerte, laceración o maltrato extremo, así como la muerte de un alto número de personas, de aquellas que son vulnerables o quienes son de interés político, con el objetivo de provocar terror.

De las 19 clasificaciones establecidas por la organización, el repunte se observó en nueve; entre las que destacan los asesinatos cometidos en contra de periodistas y mujeres.

Mientras la cifra de homicidios cometidos en contra de periodistas se mantuvo en cero durante el periodo enero-abril del año pasado, en el mismo lapso de este 2022 la violencia contra la prensa ya había cobrado la vida de ocho comunicadores, a los que se suma el asesinato de tres periodistas más en lo que va de mayo.

Los siguientes repuntes más alarmantes se observan en la violación agravada, con 847 por ciento; la esclavitud, 666.6 por ciento; actos violentos entre grupos delictivos, 572.2 por ciento; asesinatos de mujeres, 101.6 por ciento; tortura, 92 por ciento; asesinato de funcionarios, con 73.9 por ciento, y los casos de mutilación, 11.2 por ciento.

Adicionalmente, el informe señala que durante este cuatrimestre también se han contabilizado 150 masacres, 79 hallazgos de fosas, 82 actos de calcinamiento, 117 asesinatos de niñas y niños, seis asesinatos de defensores de derechos, 21 asesinatos de actores políticos, cuatro actos de terrorismo, nueve linchamientos, 82 intentos de éste delito y 17 actos de violencia contra migrantes.

En opinión de Estefanía López Mendoza, investigadora del proyecto Causa en Común, la diversidad de la actividad criminal monitoreada permite establecer que “la violencia que sucede en México no viene exclusivamente del crimen organizado, pues lo que dicen las autoridades es que ésta ocurre por las lógicas de operación, pero lo que vemos con el registro de atrocidades es que sucede en todo el país”.

La especialista refirió a La Razón que la estrategia de seguridad nacional no ha mostrado resultados efectivos para inhibir la incidencia delictiva, ya que los planes parten de una homogeneización de la violencia; es decir, dejan a un lado las particularidades con las que se suscitan los actos violentos en las diversas regiones del país.

Mientras en Colima, por ejemplo, predominaron los actos como la mutilación, descuartizamiento y destrucción de cadáveres, así como la tortura, al representar 67.7 por ciento del total de atrocidades cometidas, en estados como Baja California o Morelos resaltan, entre otros, los asesinatos de mujeres con crueldad extrema, lo que no implica, necesariamente, que las operaciones criminales se ejecuten bajo el mismo tipo de organización delictiva.

“Nos habla de una normalización de la violencia. Hay muchas teorías de las lógicas de la violencia, que apuntan a que siempre es un sujeto que se encuentra en cierta estructura y a partir de ésta es como actúa”, explicó.

Gráfico

La especialista ahondó en que los escenarios de la inseguridad en el país hacen converger tres factores: el contexto social, el político y la normalización de la violencia en la sociedad.

“El linchamiento es una atrocidad que lo representa, porque por un lado tenemos autoridades que no responden a las denuncias o las dejan en la impunidad y, por otro lado, tenemos el hartazgo social de que no haya respuesta y una búsqueda de hacer justicia por mano propia”, señaló López Mendoza.

A pesar de que la mayoría de los actos de linchamiento es una reacción social frente a la inacción de las autoridades, la investigadora refirió que no debe ser un acto que deba ser alentado, pues no deja de representar una agresión entre la sociedad.

Uno de los efectos de la aparición de estas casi dos mil atrocidades que se reflejaron en mil 670 notas periodísticas en sólo cuatro meses es que la población pierda la capacidad de sorpresa ante lo atroz de los crímenes, advirtió la investigadora.

Por ello, dijo que el planteamiento de la estrategia de seguridad debe involucrar estudios sociológicos y psicológicos, para establecer vínculos más allá del crimen organizado y así obtener métodos regionales que atiendan los problemas de cada localidad del país con la precisión que es necesaria.

“No es lo mismo lo que sucede en Puebla a lo que sucede en Zacatecas o Baja California. La estrategia pretende atender las causas de la violencia; me parece que es una tendencia positiva, pero es algo que pinta para largo plazo. Entonces, hace falta implementar una que atienda a la violencia a corto plazo”, enfatizó.

Agregó que otro de los factores que contribuye a este fenómeno es el “abandono institucional” en el que se tiene a los elementos policiacos, pues apuntó que, en lo que va del sexenio, mil 545 han sido asesinados, en su mayoría municipales que se encontraban en funciones.

Para este cuatrimestre, Zacatecas ocupó la primera posición, a nivel nacional, de elementos ejecutados dentro de su territorio, al sumar 15, cifra a la que también se añade el militar cuyo cuerpo fue encontrado el pasado lunes en un puente de la capital.

  • El dato: Los estados donde hubo más casos de atrocidades fueron Baja California, con 158; Michoacán, con 145; Guanajuato, con 122; Puebla, con 85; Veracruz y Guerrero, con 82 cada uno.