En México ocurren aproximadamente 41 lesiones relacionadas con el trabajo por minuto y 300 trabajadores mueren al día, por accidentes ocupacionales, de acuerdo con la Asociación Interdisciplinaria de Salud Ocupacional e Higiene de México, con datos del 2022.
“La salud ocupacional es un campo transdisciplinario poco conocido y subdesarrollado en México. Su objetivo es el bienestar físico, mental y social de los trabajadores para conservar su fuerza de trabajo”, dijo a La Razón el especialista en capacitación de seguridad laboral Nelson Gutiérrez.
Para el especialista, trabajar desde casa tiene sus ventajas, sobre todo la flexibilidad de horarios, pero también hay desventajas que pueden llegar a enfermar.
Nelson Gutiérrez comentó que uno de los mayores riesgos para la salud al trabajar desde casa incluyen el aislamiento social, ya que la oficina permanente en casa puede ser solitaria.
“No todo el mundo tiene un compañero sentado en la habitación de al lado y, por tanto, alguien con quien charlar brevemente.
“Las videoconferencias y la mensajería instantánea no pueden replicar las emociones positivas que surgen de una pequeña charla espontánea en la oficina”, dijo el especialista.
El segundo efecto negativo del home office es no tener un lugar de trabajo ergonómico. Mencionó que el cambio a la oficina en casa llegó sin preparación para la mayoría de los empleados y muchos no tienen una oficina independiente en casa, sino que se sientan en puestos improvisados: en la mesa del comedor o en el sofá.
Es decir, en posturas que cualquier ortopedista reprendería. “Además, muy poca gente sabe cómo debe ser un puesto de trabajo ergonómico que permita sentarse cómodamente durante ocho horas, y cuánto puede costar su instalación.
El resultado son los dolores de espalda, cuello y otras articulaciones”, dijo.
En una encuesta realizada por la Secretaria de Trabajo y previsión Social, entre usuarios de Facebook, se resaltó que 96 por ciento de los trabajadores en el hogar reporta alguna “incomodidad” generada por su mobiliario y que el llamado home office, producto de las medidas para la mitigación de la epidemia de Covid-19, incrementó las molestias músculo-esqueléticas.