Prevén expertos que no se logre meta de 4% de crecimiento: faltó certeza e inversión

La incertidumbre que se gestó desde el inicio de la administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador tuvo efectos que ya son palpables a tres años de que inició su mandato. México no creció ni crecerá a una tasa promedio del 4.0 por ciento como lo prometió, y quedó a deber en materia de inversión, certidumbre y seguridad, principalmente, coincidieron expertos económicos.

Si bien, la crisis económica del año pasado por el Covid-19 causó un desplome del 8.5 por ciento de la economía, el Producto Interno Bruto (PIB) de México ya registraba una contracción desde el primer año de la administración, cuando decreció 0.2 por ciento.

Carlos González, director de Análisis Económico y Financiero de Grupo Monex, señaló a La Razón que, el primer “gran error” del actual Gobierno fue la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), ya que a partir de esta acción, se comenzó a inhibir la inversión en el país, alejando así las posibilidad de generar una mayor expansión económica o mitigar los embates del coronavirus.

Prueba de ello, sostuvo, México fue uno de los países con la mayor caída económica y también ha sido de las naciones que ha registrado una menor recuperación, debido a la falta de estímulos económicos, política fiscal, apoyo a las familias, a las empresas y a los gobiernos locales.

En este sentido, recalcó que el crecimiento previsto para el cierre de este año –que estaba tasado en más de 6.0 por ciento— solo es el resultado de un efecto rebote. Cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), señalan que, si las estimaciones se cumplen, el país estaría todavía 4.0 por ciento por debajo del crecimiento registrado en 2018 y 3.0 por ciento debajo del crecimiento del 2019.

En esto coincidió Alejandro Saldaña, economista en Jefe de Ve por Más, quien aseguró que el crecimiento de 4.0 por ciento en promedio ya será muy difícil de conseguir.

Y es que aseguró que luego de los planteamientos hechos por el mandatario Federal sobre la contrarreforma energética, la cancelación de contratos en el mismo sector y la incertidumbre que genera algunos pronunciamientos, no atrajo inversiones que le permitieran al país expandirse, incluso con el empuje que podría haberle dado Estados Unidos.

“Es muy difícil de lograr un crecimiento del 4.0 por ciento con las decisiones que se estaban tomando. En 2019 tuvimos una contracción de 0.2 por ciento, con una economía estadounidense que venía creciendo a tasas del 3.0 por ciento. Desde antes de la crisis pandémica se veían debilidades reflejando un contexto creciente de incertidumbre y por eso pongo un poco de perspectivas para los próximos años, ya que son bastantes débiles para una economía emergente como la mexicana”, sostuvo.

Monex explicó que actualmente México tiene una inversión de 18 por ciento con respecto al Producto Interno Bruto, cuando por el tamaño de la economía, el potencial necesario es de 25 por ciento del PIB.

Saldaña insistió en que lo más complejo, han sido los cambios en materia de normatividad y estado de Derecho, lo cual ha generado que el sector empresarial tampoco se sienta en condiciones de invertir en el país.

Lo bueno

Los expertos refirieron que como en todo balance, dentro de la administración existen cosas positivas, aunque éstas sean las menos. El rigor en mantener las Finanzas Públicas sanas ha sido un tema a reconocerse, sobre todo porque permite que el país mantenga una buena calificación crediticia.

Además, la deuda se ha mantenido en alrededor del 50 por ciento como proporción del PIB, lo cual ha permitido que México mantenga el grado de inversión; sin embargo, Saldaña aseguró que hacia adelante continuarán algunas debilidades, que podrían contrarrestar los beneficios de las cosas que sí se han hecho correctamente.

OCDE recorta PIB de México y advierte más inflación

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) recortó su estimación de crecimiento para la economía mexicana a 5.9 por ciento en 2021, desde el avance previo de 6.30 por ciento y elevó su expectativa sobre la inflación a 5.6 por ciento, desde 5.4 por ciento.

En su reporte “Perspectivas económicas”, también revisó ligeramente a la baja su pronóstico de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de México para 2022 a 3.3 por ciento, desde el 3.40 por ciento proyectado en septiembre pasado, mientras que para 2023 prevé una moderación a 2.5 por ciento.

Los nuevos pronósticos del organismo están por debajo de la estimación oficial de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para la actividad económica del país tras el desplome de 8.3 por ciento a causa de la pandemia de Covid-19, ya que para 2021 la dependencia estima un crecimiento de 6.3 por ciento y para 2022 un avance de 4.1 por ciento.

Según estas estimaciones, México crecerá este año por arriba que sus principales socios comerciales, Estados Unidos 5.6 por ciento y Canadá 4.8 por ciento, pero por debajo de los principales países latinoamericanos: Chile 12 por ciento, Colombia 9.5 por ciento y Argentina 8.0 por ciento, y sólo por arriba del 5.0 por ciento proyectado para Brasil.

La OCDE comentó que con una proporción cada vez mayor de la población vacunada contra Covid-19 y la mejora en el mercado laboral, el consumo en México será un motor de crecimiento clave, aunque destaca que la recuperación se ha ampliado a otras actividades, como la agricultura, la industria y los servicios, que muestran una tendencia al alza.

Destacó que la inversión se beneficiará de los proyectos de infraestructura planificados, pero advirtió que si la recuperación se tambalea o la pandemia resurge, el gasto en protección social y la inversión pública debería aumentar más y retrasar la reducción gradual prevista del déficit fiscal.

Señaló que la inflación bajará, tras el importante aumento de 2021, que estima en 5.6 por ciento, pero alertó que las perspectivas siguen siendo muy inciertas y están sujetas a riesgos, por lo cual revisó al alza su expectativa para 2022 a 4.4 por ciento, desde el 3.8 por ciento calculado en septiembre pasado.

La OCDE apuntó que factores internos de México, como la recuperación de la demanda de algunos servicios y presiones adicionales al alza sobre algunos precios de los alimentos y la energía, están alimentando la inflación

Señaló que la inflación puede ser más alta durante más tiempo de lo anticipado, erosionando el poder adquisitivo, particularmente de los hogares vulnerables, y requiriendo un endurecimiento de la política monetaria mayor que el proyectado, lo que debilitaría la recuperación.

Consideró que si la política monetaria debería endurecerse más gradualmente si la inflación no converge hacia la meta del 3.0 por ciento.

Además, si las infecciones aumentan significativamente, sería necesario restablecer las medidas de contención, lo que obstaculizaría la actividad económica, alertó el organismo internacional.

El mercado laboral mexicano, agregó, se está recuperando gradualmente. La tasa de desempleo, del 4.2 por ciento, está 0.8 puntos porcentuales por encima del nivel de fines del 2019. Precisó que la tasa salta al 27 por ciento si se considera también la población que permanece fuera de la fuerza laboral y aceptaría un trabajo y aquellos que quisieran trabajar más horas.

Para la economía global, ajustó ligeramente a la baja su proyección a un crecimiento de 5.6 por ciento, desde 5.7 por ciento calculado en septiembre, mantuvo en 4.5 por ciento su estimación para 2022 y anticipó que la actividad mundial se moderará a 3.2 por ciento en 2023.

Mencionó que la economía mundial continúa recuperándose, junto con el comercio, el empleo y los ingresos. Pero la reactivación está desequilibrada, con países, empresas y personas que enfrentan realidades económicas muy diferentes.

Señaló que las mejoras recientes también ocultan cambios estructurales, lo que significa que algunos sectores, empleos, tecnologías y comportamientos no volver a sus tendencias prepandémicas.

“La situación es extraordinaria, pero nuestras perspectivas económicas son cautelosamente optimistas”, precisó.

En lucha contra delincuencia organizada expertos ven fallas

El Presidente Andrés Manuel López Obrador llega a su tercer año de gobierno sin un plan de acción claro para el combate a la delincuencia y con una Guardia Nacional que no está haciendo inteligencia y combate a la delincuencia organizada, consideraron analistas.

Además, en el estudio “Tres Años Sin Gobernabilidad, Resultados, ni Rumbo Fijo en Seguridad”, el Observatorio Ciudadano de Seguridad Pública (OCSP) establece que no hay indicadores de desempeño y resultado, mecanismos de evaluación y los recursos suficientes para cristalizar el combate a los delitos y para permitir el acceso a la justicia a las víctimas.

“En el Programa Sectorial de Seguridad y Protección Ciudadana (PSSPC), se proponen políticas públicas diferentes a los que se proponen en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) y en este no se establece la búsqueda de resultados, no se plantean posibles soluciones a los problemas identificados, no se aclara el beneficio concreto de las acciones propuestas ni qué población resultará beneficiada de todo ello. Esta incapacidad de definir un rumbo explica por qué, con base en los datos oficiales, podemos hablar de un fracaso en combatir los delitos”, expresa el estudio.

Jorge Márquez Muñoz, académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, explicó que México venía de una estrategia donde se invirtió mucho en un aparato centralizado de combate a la delincuencia conformado por la Policía Federal, el Ejército, la Marina y la inteligencia conceptual consecuente.

Sin embargo, con la llegada al poder de López Obrador, esa estrategia cambió, se modificaron las leyes para garantizar la participación de las Fuerzas Armadas en labores de seguridad pública y se creó la Guardia Nacional que en principio debería tener la misma función de enfrentar el crimen organizado.

“Pero qué ha resultado a lo largo de este sexenio, que sí hay mucha Guardia Nacional, que aparentemente es lo mismo, pero resulta que la Guardia Nacional no se dedica a perseguir ni abatir criminales”, explicó.

Leopoldo Rodríguez Aranda, director General de GESEC, consultores en gerencia pública, apuntó que la Guardia Nacional no es un cuerpo que está haciendo inteligencia y combatir a la delincuencia organizada, circunstancia que demuestra la falta de un plan estructurado de combate a la delincuencia.

“Se trata de un cuerpo que está sirviendo más como una imagen hacia la ciudadanía para mejorar la percepción de seguridad, pero una cosa es mejorar la percepción de seguridad y otra cosa es compartir directamente a la delincuencia organizada: eso no lo están haciendo”, expresó.

En opinión de Alejandro Hope, para que la Guardia Nacional tuviera un alcance para cubrir todo el territorio nacional debería tener al menos 450 mil integrantes, se necesita trabajar en construir policías locales bien preparadas.

“Este cuerpo si lo mandas a todas partes a hacer de todo, lo que resulta es que no es suficiente para nada en ningún lugar”, explicó en entrevista con la periodista Adriana Delgado de Heraldo Radio.

Defiende Rosa Icela: funciona política “abrazos, no balazos”

La secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez defendió la política de “abrazos, no balazos”, al sostener que en este Gobierno se busca atacar las causas estructurales de la violencia, no con el uso de la fuerza.

“La política de abrazos, no balazos es sinónimo del uso de la inteligencia. Abrazos, no balazos nos ha permitido que no haya más decesos de personas inocentes”, dijo al comparecer ante la Comisión de Seguridad de la Cámara de Diputados, que preside la morenista, Juanita Guerra.

La funcionaria enfatizó que “sí es bueno aspirar a que en México haya abrazos y menos balazos, pero la responsabilidad es de todos (…) Abrazos, no balazos, es abrir el camino hacia la paz con un mejor camino, con una mejor ruta”.

Además, aseguró que de su parte y su equipo de trabajo no habrá “pactos abominables” con el crimen organizado y que cualquier funcionario que traicione este compromiso deberá enfrentar la justicia: “Tengan la certeza de que de mi parte y mi equipo cercano, no hay ni habrá pactos abominables con el crimen organizado, ni actos fuera de la ley, y si algún servidor público traiciona este compromiso con la Nación, desde ahora le digo, tendrá que enfrentar la justicia, porque no vamos a encubrir a nadie”.

El panista José Antonio García señaló que la estrategia llevará a este gobierno como el más ineficaz de la historia del país. Además, acusó a la funcionaria por ser “sumisa a las estrategias fracasadas y a las órdenes del inquilino de Palacio Nacional, el cual les da la espalda a las y los mexicanos en materia de seguridad”.

En respuesta, la secretaria defendió la estrategia y al gobierno, así como al Presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien calificó como “un hombre incansable, inteligente, sensible, entregado a la gente, a sus tareas, no descansa”.

“Mire diputado, cómo no voy a estar orgullosa de mi Presidente, que tiene más de 70 por ciento de apoyo de los mexicanos y mexicanas. Y no le falto al respeto cuando le digo: seguiremos trabajando con mucha convicción, sin banderías políticas, sin denostar a nadie, diputado, pero sí defendiendo con toda firmeza al gobierno de México, al gobierno para el cual trabajo”, manifestó Rosa Icela Rodríguez, ante aplausos de los diputados de la 4T.

En defensa, el morenista Juan Isaías reprochó a la oposición que la violencia en el país inició en las administraciones pasadas: “Hoy vienen algunos representantes de estos grupos, carentes de vergüenza y dignidad política, y con cinismo nos dicen cómo debemos gobernar y qué estrategia debemos utilizar en materia de seguridad”.

Agregó que el Fortaseg se asignaba de forma discrecional y con opacidad.

“Para ellos la justicia sólo representó los justos moches que recibían, y si hablamos de recursos, son los recursos públicos de los cuales ellos se beneficiaron por años”, manifestó.

Con información de Por Roberto Cortez, Ivonne Martínez y Otilia Carvajal