Los doce jinetes

La historia se equivocó, no eran cuatro, sino doce los jinetes que acabarían con el futbol. Bueno, al menos eso creímos muchos con el anuncio rimbombante del presidente del Real Madrid y de la moribunda Superliga y la guerra mundial que se avecinaba. Sin duda alguna, los últimos días han sido los más caóticos para el futbol y sus aficionados desde hace décadas. Por ahora, parece que todo quedó en un simulacro que cimbró a la Tierra por 48 horas.

Pero, ¿qué tan negativa o positiva era la Superliga para el futbol? Miles de voces autorizadas y otras no tanto se pronunciaron en favor o en contra del proyecto de los 12 clubes más “ricos” de Europa; y las comillas son porque actualmente varios de esos equipos se encuentran en posiciones financieras muy complicadas como el Barcelona. Así, que más que ricos, son doce de los equipos con más historia y nombre en el futbol mundial.

Después de la guerra mediática entre FIFA y UEFA versus Florentino Pérez, no hay mucho que rescatar en el plano práctico, a final de cuentas indica que el futbol seguirá rodando de manera habitual. Eso sí, sobre la mesa quedaron puntos muy importantes que valen la pena seguir para el futuro de este deporte.

Porque Florentino Pérez en tres cosas tiene razón: La primera, que la FIFA, UEFA y en general, todas las confederaciones carecen de transparencia. La segunda, que el futbol con el paso del tiempo se ha estancado y hoy necesita urgentemente refrescarse. Y la tercera, que la crisis mundial por el Covid ha transformado todas las industrias, incluyendo la del futbol.

Probablemente si la Superliga que se proyectaba como un “club” privado, en donde 15 equipos serían intocables, hubiese sido por el contrario una competencia incluyente y solidaria, probablemente hubiera tenido más apoyo. Porque el discurso que ha usado el presidente del Real Madrid ha hecho hincapié en la palabra “solidaridad” con todos, pero nunca aclaró que dicha solidaridad trata sobre que los equipos poderosos recuperan su capital para fichar las figuras de los clubes modestos.

Apenas la semana pasada escribí en este espacio, que el futbol ha migrado a un modelo en donde sólo se podrá subsistir con capital de emporios multimillonarios, y creo que ese grupo de dueños por un momento imaginó el futbol sin las estorbosas federaciones que sirven de poco o nada en muchas ocasiones; formar una competencia estilo Fórmula 1, sin ascensos, ni descensos. Únicamente los más poderosos compitiendo por demostrar quién es el rey de reyes. Eso evidentemente la FIFA y la UEFA no lo iban a permitir, era el principio de su extinción.

La famosa frase “el futbol es lo más importante de las cosas menos importantes”, fue desmoronada en los últimos días. Políticos de la talla de Boris Johnson, primer ministro de Reino Unido, influyeron para detener lo antes posible un conflicto que pintaba épico, la oligarquía del futbol europeo contra sus propias federaciones; en medio, millones de fanáticos atrapados en un auténtico apocalipsis. La UEFA triunfó en este primer episodio, pero casi estoy seguro, que tarde o temprano, habrá partido de vuelta, porque el dinero mueve montañas y pasiones.