Acapara recuerdos Génova 33, el primero en lista de derrumbes

Acapara recuerdos Génova 33, el primero en lista de derrumbes
Por:
  • fernando_nava

Desde la Glorieta de Insurgentes hasta la esquina con Hamburgo, los establecimientos de comida y bares ya no lucen como antes, donde meseros se acercaban a los clientes con la carta del menú en la mano ahora sólo se distingue el sonido de las palas y carretillas.

A lo largo de todo este corredor se lee en pancartas un reclamo… con anuncios de color blanco se exige la acción inmediata de la zona pidiendo al Jefe de Gobierno que se atienda lo antes posible las emergencias, entre ellas, Génova 33.

“Hasta cuándo la demolición de los edificios a punto de colapso”, escribieron vecinos y comerciantes en uno de los mensajes.

[caption id="attachment_648119" align="alignnone" width="242"] Gráfico: La Razón[/caption]

“Muchos mexicanos damnificados, ahora cuántos más desempleados. Urge solución”, reclamo ante la parálisis.

Justo del lado izquierdo del 33 de Génova se encuentra el bar Boomers, donde oficinistas y estudiantes del lugar se reunían desde el viernes para convivir en la zona de la Ciudad que nunca duerme.

Son los mismos trabajadores de oficinas, quienes ahora pasan sobre la calle Hamburgo para ver cómo quedó y cómo está el edificio de lado, el cual, entre pedazos y paredes caídas, lo observan minuciosamente.

 

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Ese inmueble es el primero en la lista de demolición que dio a conocer ayer el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Mancera.

Los paseantes no pueden ocultar el asombro al ver el edificio, se acercan a observar, sacan sus teléfonos celulares para tomar una foto de la catástrofe… y hasta selfies. Serán los recuerdos de lo que aún queda de esta construcción.

“Nosotros veníamos aquí a pasarla bien los viernes porque trabajamos sobre Reforma, pero si me hubieran apostado, antes del temblor, que esto iba a quedar así, le juro que le hubiera dado todo mi dinero, todo lo que traigo, porque nunca en mi mente pasó que la Ciudad podía haber quedado así”, dijo uno de los trabajadores.

“Es una pena porque no sabemos cuántas personas no han podido trabajar, independientemente de los que veníamos a disfrutar, son personas que están sin empleo y los dueños del edificio, pues ahora se quedaron sin su patrimonio; así es la vida”, agregó.

Mancera dio a conocer que de inmediato iniciarán los trabajos de demolición en los inmuebles ubicados en Génova 33, Concepción Béistegui 1503 y San Antonio Abad 122 y seguirán otros 10 inmuebles que presentan daño estructural irreparable.

Se determinó demoler estos lugares con base en los estudios realizados por corresponsables en Seguridad Estructural del Instituto para la Seguridad de las Construcciones, los cuales señalaron que representan un riesgo. Algunos de estos inmuebles tienen más de siete pisos de altura.

Manuel Granados, consejero jurídico de la ciudad, explicó que los trabajos de demolición comienzan con estudios topográficos para determinar cuál es la mejor manera de realizarla, ya sea por medio de retiro losa por losa, por explosión controlada o con algún otro mecanismo. Con lo anterior se busca salvaguardar la seguridad de los vecinos y peatones.

El funcionario aclaró que la Secretaría de Obras y Servicios ejecutará las demoliciones con base en los estándares establecidos por el Instituto para la Seguridad de las Construcciones y así garantizar la seguridad de los edificios aledaños.

Granados detalló que los costos de la destrucción de los edificios correrán a cargo de los dueños de éstos; sin embargo, si los propietarios no cuentan con el capital para hacerlo la ciudad cubrirá el desembolso.

…Y Coquimbo 911, en Lindavista, sin fecha

En la colonia Lindavista, vecinos de la calle Coquimbo no saben cuándo podrán regresar a sus casas debido a que siguen a la espera de la demolición del edificio que se encontraba en el número 911 y que colapsó tras el temblor del 19 de septiembre.

La calle permanece cerrada y bloqueada por elementos de la SSP, quienes únicamente custodian que nadie pase a los edificios y casas colindantes a menos que tengan permiso.

“Ya pasaron tres semanas y no sabemos qué va a pasar, nos dicen que lo van a tirar, pero no para cuándo y mientras nosotros no podemos entrar a nuestras casas porque estamos en riesgo”, comentó Teresa, quien vivía en el edificio 909, el cual tiene recargado parte de los escombros del inmueble colapsado.

De acuerdo con ella, los policías que vigilan y personal de protección civil les indican cuándo pueden pasar a sus viviendas para sacar ropa o artículos que necesiten y sólo les dan 10 minutos a la semana, por lo que espera que la orden de demolición llegue pronto para que pueda volver a su casa, la cual no presenta daños graves.

Uriel Bahena