Nueva normalidad, demasiado estricta para los gimnasios

La buena noticia es que después de casi medio año, este 17 de septiembre los gimnasios de la Ciudad de México ya pueden reiniciar actividades, la mala es que sólo podrán hacerlo quienes cuenten con espacios abiertos, por lo que muchos de los dueños de estos establecimientos ven difícil, incluso imposible, cumplir con este requisito.

La situación podría orillar a algunos al cierre o, en un intento por salvarse, migrar sus negocios al Estado de México o a otras entidades colindantes, donde las medidas sean más flexibles, así lo aseguró Rodrigo Chávez, presidente de la Asociación Mexicana de Gimnasios y Clubes.

A partir de esta semana, acuarios, gimnasios y centros deportivos cerrados, así como circos, regresan a la nueva normalidad, con restricciones.

“Sólo podrán llevarse a cabo actividades en espacios abiertos. La reanudación se realizará conforme a las medidas específicas que se establezcan en el programa que, para tal efecto, emita la Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México”, señala el anuncio publicado en la Gaceta Oficial.

Rodrigo Chávez lamentó que la CDMX y Nayarit sean las únicas entidades en las que el ejercicio en establecimientos no esté considerado en los planes de reactivación. La industria, afirmó, ya tenía un protocolo para operar, que fue presentado ante el Gobierno capitalino, aunque al final se decidió reabrir sólo espacios públicos, como parques o deportivos.

El representante de gimnasios y clubes consideró que los deportivos ya tienen más de un mes con actividad limitada; es decir que no habría nada nuevo en el anuncio de integrar a la reactivación de gimnasios con ejercicios al aire libre, pues eso ya existe.

“Lo que anunciaron son unidades deportivas, no son gimnasios, es un juego de palabras para crear una reactivación artificial que nunca existió. Nosotros suponíamos que iniciaba la reactivación en los gimnasios con el protocolo de 30 por ciento de ocupación y de repente solamente salió la noticia de que eran gimnasios con actividades al aire libre, lo cual no es nada nuevo y ya existían, son los deportivos, no hay ninguna reactivación, esto es falso”, comentó en una entrevista para La Razón.

Además, señala, técnica y tecnológicamente es imposible el traslado diario de aparatos, equipos de pesas y demás aditamentos. Y en respuesta a condiciones climatológicas adversas, se tendrían que instalar toldos y protecciones, modificaciones que terminarían por ser un espacio cerrado en el espacio público.

El empresario mencionó que sólo en la Ciudad de México, hay mil 200 trabajadores de gimnasios cuyo sueldo es cero a partir de septiembre, muchos establecimientos de este tipo en barrios vendieron sus aparatos y cambiaron de giro completamente, desde agosto.

“Los gimnasios de barrio están vendiendo sus equipos, ya no siguen más, ya no hay más pérdidas, porque ya fue pérdida total. Estamos recomendando a los gimnasios que se muevan al Estado de México, a Hidalgo o a Puebla, porque simplemente no podemos seguir en la CDMX, no hay condiciones”, dijo

“Nos pidieron que esperáramos, ya no vemos salida y muchos sí están moviéndose al Estado de México, donde hay mayor apertura”, agregó.

Los negocios que sí pudieron solventar los cambios de espacios cerrados a abiertos son los clubes deportivos privados, que de origen suelen ser híbridos, es decir, que ya cuentan con zonas de ejercicio al aire libre, que se unen a las áreas intramuros.

Estos centros comenzaron su reactivación en junio y, con el avance de la nueva normalidad, lo único que hicieron fue colocar lonas en los espacios al aire libre y a los clientes les gustó, señaló Alfredo Jiménez de Sandi, presidente de la Asociación de Gerentes y Administradores de Clubes.

“Prefieren el ejercicio al aire libre, se adecuaron varias cosas en los clubes y son para bien, nos permitió tener más espacios y que la gente empiece a venir para que se dé cuenta de que sí es un lugar cerrado, guardarán su sana distancia y, si vienen y hacen ejercicio, en cuanto acaban, se van a su casa”, explicó.

“Hay quienes vienen a hacer su natación de una hora y así mojados se van a su casa, para no usar los baños de los clubes. Todos se adaptan a la nueva normalidad”, consideró.

Las modificaciones en los clubes no ameritan inversión onerosa, como en los gimnasios. El empresario expuso que, en la CDMX, de los 45 clubes privados sólo uno permanece cerrado, pues se localiza en Iztapalapa y es zona de alto contagio.