Pandemia no impidió a fieles celebrar

Las nuevas variantes de Covid-19, ni siquiera la subvariante BA.2 de Ómicron, que ya tiene presencia en la ciudad, no impidieron a los capitalinos disfrutar de la celebración de la Candelaria.

Afuera de la Basílica de Guadalupe, desde las primeras horas de ayer se observó a decenas de personas con las figuras de sus niños Dios en brazos, preparados para recibir la bendición.

Karina, quien por la mañana acudió a un módulo para realizarse una prueba de Covid-19 en la alcaldía Cuauhtémoc, aseguró, tras dar negativo, que de ahí se iría a comprar los tamales para celebrar con su familia el Día de la Candelaria.

“Sí, me tocaron los tamales; estaba con ese pendiente, pero ya que veo que estoy negativa, entonces con gusto y tranquilidad iré a visitar la casa de mis padres”, comentó a La Razón.

María del Consuelo López visitó La Villa, acompañada por dos de sus hijas, después de suspender la tradición el año pasado debido a la pandemia.

Con su figura de porcelana en brazos y un ramo de flores para agradecer a la Virgen, la capitalina, al igual que otros cientos de ciudadanos, aprovechó “que ya dijeron que van para abajo otra vez los contagios para ir a dar las gracias y cumplir con la celebración”.

En la alcaldía Coyoacán, los feligreses también se dieron cita desde temprano con cirios, flores y sus niños Dios vestidos, en una de las zonas más visitadas de la capital en estas fechas: el pueblo de La Candelaria, donde desde la medianoche de ayer se celebró la primera misa de la jornada.