Búsqueda en el Chiquihuite sigue; aumenta el riesgo

A una semana del derrumbe en el cerro del Chiquihuite, autoridades de Protección Civil del Estado de México continúan las labores de búsqueda de Paola Campos, de 22 años, y de su hijo Dylan, de cinco, en un terreno que es más inestable que cuando se encontró el cuerpo de la pequeña Mía Mayrin, también hija de Paola, el martes pasado.

Pese al riesgo en la zona cero, autoridades locales, en voz de Samuel Gutiérrez Macías, coordinador general de Protección Civil y Gestión de Riesgos del Estado de México, consideran “prematuro” definir si el sitio deberá ser desalojado de manera definitiva.

A esta área de la colonia Lázaro Cárdenas segunda sección, en el municipio de Tlalnepantla, ya ingresó una excavadora; sin embargo, se redujeron las células de búsqueda por el alto riesgo en el polígono afectado.

Asimismo, binomios caninos continúan en la zona cero, intentando encontrar el rastro de ambas personas desaparecidas, más allá de las 72 horas vitales que establece el protocolo de Naciones Unidas para la búsqueda y rescate en estructuras colapsadas.

Los trabajos son coordinados por un grupo de ingenieros especialistas y, con base en sus opiniones, es que avanzan las intervenciones, para evitar riesgos.

En entrevista con La Razón, Gutiérrez Macías explicó que, tras la recuperación del cuerpo de la pequeña Mía Mayrin, de tres años, quien fue sacada de los escombros el pasado 14 de septiembre, se registró mucho movimiento y deslizamientos en la zona cero del colapso, por lo que, aunque continuarán con las labores de búsqueda de las otras dos víctimas que quedaron atrapadas, se redujo la cantidad de células de rescate, y se realizará con mayor prevención.

Recordó que metieron más de 70 toneladas de material, con la finalidad de contener el desprendimiento y evitar otro colapso.

“Continuamos las labores de búsqueda, pero en un número ya reducido porque obviamente tenemos ya un alto riesgo. La verdad es que estos movimientos que hicimos para poder recuperar este cuerpo, en verdad tuvimos muchísima inestabilidad en este desprendimiento”, explicó.

Detalló que, tras el rescate de la pequeña, el riesgo en la zona “es alto y latente”, pues con los movimientos que se hicieron para rescatar el cuerpo de la pequeña se formó una grieta adicional, que está en observación por parte de las autoridades, y especificó que será después de que se realice la contención del colapso cuando se podrá pasar a la fase de “mitigación” del riesgo, en la que especialistas determinarán qué acciones y obras se podrán hacer en el sitio.

“Nos darán una opinión técnica de lo que se tiene que realizar, cuál será la obra en específico que se tiene que realizar, y la ejecutaremos de inmediato”, añadió.

Se informó que este domingo fueron colocadas 120 toneladas adicionales de material en costales, para contener la fragilidad del terreno y las rocas que permanecen en el sitio.

El funcionario mexiquense expuso que, en “todo momento”, se ha tenido contacto directo con los familiares de Paola Campos, lo que permitió a los rescatistas tener mayor conocimiento al momento de identificar la zona y dar con las víctimas.

“Tenemos dos o tres reuniones con ellos cada día. En la mañana tenemos un puesto de comando en el sitio y esto nos ha facilitado tener comunicación con la familia, darles la información y decirles los avances.”

En algún momento, pese al riesgo que conlleva, por la vulnerabilidad del sitio, se permitió el ingreso al señor Jorge, padre de Mía y Dylan, lo que permitió a los rescatistas conocer un poco del sitio e identificar en dónde podrían estar sus familiares.

“Con él nos dimos a la tarea de trabajar de la mano, cuidando su seguridad y por lapsos muy cortos, pero esto nos ha ayudado a que tengan la información de primera mano, y a nosotros para identificar con él la zona, que nos pudiera dar alguna ubicación, de dónde podrían estar o dónde no”, señaló.

Entre porras y aplausos de familiares y amigos, ayer fue sepultada la pequeña Mía Mayrin en el Panteón Civil Lázaro Cárdenas, ubicado en el municipio de Tlalnepantla, a dos días de que sus restos fueron encontrados.

Durante la tarde del miércoles, se informó que fue dada de alta Jessica Karen Martínez Rodríguez, de 28 años, la única sobreviviente del deslave, donde murió su hermana menor, Mariana, de 21 años.

Según la última información de las autoridades estatales, alrededor de 80 viviendas ya fueron desalojadas en la colonia Lázaro Cárdenas, de 126 inmuebles que fueron notificados.