6 mil 788 millones

6 mil 788 millones
Por:
  • javier_solorzano_zinser

No ha sido posible hacer elecciones que generen certidumbre plena, siguen estando en un buen número de casos bajo el manto de la desconfianza.

Si no fuera así, no nos costarían 6 mil 788 millones de pesos para nueve partidos políticos, a lo que ahora hay que sumar candidatos independientes.

Es importante aclarar que esta cantidad es sólo para las elecciones de carácter nacional, las de los estados y la Ciudad de México deben sumar un poco más de 5 mil millones de pesos más. El gran total que vamos a pagar debe estar cerca de los 12 mil millones de pesos.

Si esta cantidad se compara, sin maniqueísmo de por medio, con lo mucho que se pudiera hacer con ese dinero en el país, la suma podría resultar hasta grosera.

Sin embargo, no nos confundamos, la democracia es la forma de vida que le da sentido a las relaciones entre los ciudadanos, y es la manera en que podemos tener una forma de organización y representatividad en la toma de decisiones.

El gran problema que se puede venir es que con todo y lo que se invierte en el proceso electoral de nuevo gane el descrédito y la desconfianza. Desde 1988 hemos sido testigos y hemos visto una y otra vez reclamos, tomas de calles, impugnaciones y hasta tuvimos lo que dieron por llamar una “presidencia legítima”.

Tenemos una democracia que nos ha costado, no sólo dinero, por cierto, la cual seguimos sin alcanzarla a plenitud. Tenemos democracia, pero a menudo nos faltan los demócratas.

Es evidente que a nadie le gusta perder, lo importante, por obvio que sea repetirlo, es asumir que en democracia se gana y se pierde, es uno de sus fundamentos. Felipe González, expresidente de España, decía que a los demócratas se les termina por conocer más en las derrotas que en las victorias.

Además de una elección muy cara también se nos viene un proceso muy competido. Es un enigma cuál será la reacción de los derrotados y más si a Morena no le alcanza, por las buenas o por las malas, llegar a la Presidencia.

En medio del descrédito en que viven los partidos y los políticos y la campaña que han hecho en contra del INE, a lo que se suman sus controvertidas decisiones, todo podría terminar por ser impugnado. De nuevo nadie ganaría y quien fuera la o el presidente estaría bajo la crítica y la desconfianza. Los millones gastados no cumplirían a cabalidad la función para la que fueron destinados.

Pensar en salidas alternas como en la reposición de un proceso es perder de vista los motivos que hay detrás de ello. Nadie gana, como podría pasar en Coahuila, porque lo que hay de fondo es que los participantes, o al menos uno de ellos, hizo trampa y violó la ley a sabiendas de lo que hacía.

Para reponer o volver a hacer elecciones se tiene que echar a andar de nuevo la maquinaria electoral y también de nuevo meter una fuerte inversión de dinero debido a que una de las partes, o las dos, hicieron trampa.

Lo que se exige para los partidos políticos en el proceso electoral del año entrante, el cual formalmente empieza el 8 de septiembre, es elevar el nivel del debate; aceptar las reglas, apegarse estrictamente a los gastos de campaña, determinados y aprobados por ellos mismos en el INE; dejar en manos de la sociedad la elaboración y organización de los debates; dejar de echarle la culpa de todo al INE; y lo más difícil, saber ganar y, sobre todo, saber perder.

Si los casi 12 mil millones de pesos pueden terminar por tener sentido y valor social, la respuesta está en lo que hagan los partidos políticos y sus candidatos. Es mucho dinero porque buena parte de él se explica por la desconfianza, una de las pocas cosas que paradójicamente nos une.

 RESQUICIOS. Así nos dijeron:

•Lo ideal sería un candidato que no fuera joven porque ya vimos que no resuelven bien los problemas. El Presidente sigue siendo el fiel de la balanza. El 80% en contra del presidente y el PRI me dice que tenemos que pagar por ello y que no va a ser nada fácil lo que viene: María de los Ángeles Moreno, PRI.

solorzano52mx@yahoo.com.mx

Twitter: @JavierSolorzano