Crisis de identidad republicana: de Abraham Lincoln a Trump

Crisis de identidad republicana: de Abraham Lincoln a Trump
Por:
  • juanpablol-columnista

Gran parte de los medios estadounidenses se han desvivido en intentar explicar el fenómeno de Donald Trump. Nate Silver, uno de los encuestadores más famosos y asertivos, desestimaba las oportunidades electorales que tenía el multimillonario desde un principio para ganar la candidatura del Partido Republicano.

Los análisis y perspectivas, que si bien se ubicaron en el error absoluto al descalificarlo, no contaban con el estado actual del sector republicano al que parece habérsele acabado el tiempo y cedido ante el avance de Trump.

Fue notoria la diferencia entre el último debate estilo townhall meeting de los demócratas y el último encuentro republicano. Mientras de un lado se habla de inclusión, protección al medio ambiente, reforma migratoria integral, matrimonios entre personas del mismo sexo e igualdad, del otro, del republicano, se plantea una plataforma xenófoba, ignorante, racista, clasista y poco preparada por decir lo menos. Claramente el partido de derecha se durmió mientras sus integrantes y legisladores se movían al lado de la ultraderecha.

La incapacidad de la estructura republicana para detener la avanzada de Trump, que tan preocupada tiene a la cúpula partidista, ha sido consecuencia de la negligencia no solamente hacia el electorado, sino para con sus mismos cuadros políticos. De Marco Rubio a Ted Cruz pasando por Ben Carson, la única opción real del establishment  es Jeb Bush, quien es un reflejo del momento por el que pasa el partido: sin lugar para la tolerancia y diversidad.

El Partido Republicano se encuentra en la peor crisis de su historia. La candidatura de Trump no sólo representa un peligro para la continuidad del proyecto político que han planteado desde hace décadas. El mismo partido que está por nominar al magnate, es el mismo del cual nació

Abraham Lincoln, el hombre que abolió la esclavitud con la Proclamación de Emancipación en 1863; o al que perteneció Theodore Roosevelt o Dwight Eisenhower.

Quizá una de las mejores explicaciones del porque del éxito de Trump entre los votantes, ante la incertidumbre de especialistas, la dio CNN. “Están apareciendo en masas para ver a Donald Trump: los hombres y las mujeres, mayoritariamente blancos, frustrados con el primer presidente negro del país, temerosos de que están siendo desplazados por las minorías y los inmigrantes, y la nostalgia por la manera en que Estados Unidos solía ser. Trump está prosperando, aprovechando los temores y ansiedades que han estallado en el abierto en una campaña presidencial extraordinaria.”

Un sentir provocado por la irresponsable actuación del partido en los últimos años; la prueba más evidente es la nula disposición para trabajar con el presidente Obama, una relación “de confort” nunca antes vista. La eventual candidatura de Trump no será el único pecado que tengan que pagar: la pésima preparación de cuadros políticos, ligado a una histórica campaña que emprenda Trump, podría no sólo darles la derrota más contundente, sino que pone en peligro su control legislativo.

juanpadeleo@me.com

Twitter: @juanpadeleo