Crónicas del Strip

Crónicas del Strip
Por:
  • larazon

Alicia Alarcón

“Vivo lejos de la acción, pero aquí es donde gano plata”, me decía Alberto, el taxista. Nacido en Veracruz y viviendo en “América” desde hace muchos años, me dice que está preocupado. Me cuenta que puso una cenaduría con su ex esposa —así, güerita y altota como usted— en Morelia. La esposa decidió regresarse porque odiaba vivir en la ciudad del pecado.

Dejó a los hijos con Alberto. Y el ex marido, en un arranque de pacificación conyugal, decidió ayudarle a poner un negocio.

Me chocan los taxistas platicones. Pero cuando escuché “Morelia”, me interesó. Estaba esperando una historia acerca de narcos, derechos de piso, pagos de seguridad y así. Pero fue todo lo contrario.

“Nos tardamos seis meses en los permisos para poder empezar a servirle a la gente diario. Obviamente ya servíamos los fines de semana muy temprano y cerrábamos a medio día. Había que pagarle al socio del socio para poder tener el chance de hacerlo diario. Cobramos todo en cash. Y hay pagos que ahora resulta que no puedo hacer si no es con cheque o electrónicamente. Tuve que abrir una cuenta para pagar los taxes y servicios y aparte de la comisión, me cobran el cash que deposito. Cada que pago me atoran. Me está saliendo más caro el caldo que las meatballs y todo por quedar bien con mi ex mujer”.

Se ríe amargamente de su mal chiste.

Trato de explicarle que el IDE es un impuesto que se creó específicamente para castigar la informalidad y el lavado de dinero. Que servía de alguna manera porque permitía al gobierno monitorear cuentas que recibían mucho efectivo. Que él debería saber que el crimen organizado es un fucking pain in the ass para nosotros. Creo que yo me hiciera la chistosa y hablara groserías en spanglish no le gustó. Y tampoco parece ser suficiente mi explicación. Le veo la cara reflejada en el espejo retrovisor y me hundo en mi asiento, deseando ya llegar al mall para mi shopping spree.

“Es que vea usted señora. Aquí en Las Vegas usted paga los impuestos en todos lados. Ya vienen incluidos. Y está lleno de mafias aquí, por todos lados. La prostitución, la droga, todo eso, está controlado por la policía del condado. Usted apuesta y los casinos por ley le tienen que decir cuánto va a ganar si le mete tanta plata. Aquí hay más cuartos de hotel que en todo México. Usted puede ver a gente metiéndose la coca, contratando escorts o hasta cambiando dinero en la calle. Hay bebés en carreola, niños, familias cruzándose en el strip con cualquier criminal, y no pasa nada. Pero nada más ven a alguien tirado en la calle y aparece la patrulla a levantarlo porque se ve mal. Es un desorden controlado. Aquí la policía es turística. Que no se pase la raya nadie. Así es aquí. No entiendo como en mi tierra no pueda ser igual.

Veo el mall a lo lejos. Respiro aliviada. Alcanzo a contestarle un “pues sí” a este taxista enojado con su ex mujer y su gobierno. Le pago y le doy las gracias. Y de repente me acuerdo que se me olvidó decirle que iban a votar la reforma fiscal la siguiente semana. Que ya no se iba a tener que preocupar del IDE, ni de otros impuestos a los emprendedores, porque a nadie más le importaba ya el lavado de dinero ni nada de éso. Que igual su preocupación debería ser que no hay ley en Morelia y se puede poner la cosa fea o que se cuide de otras familias que también cobran cortando cabezas. Pero bueno. No se lo dije. What happens in Vegas...

aliciaalarcon2009@gmail.com

Twitter: @aliciaalarcon