Del miedo surge la xenofobia

Del miedo surge la xenofobia
Por:
  • montserrats-columnista

Estamos acostumbrados a reconocer el populismo cuando aboga por beneficios sociales imposibles de realizar en la situación económica como la actual. Sin embargo, el populismo que se nutre del miedo, la inseguridad y del rechazo a las diferencias culturales es mucho más sutil.

En este espacio hemos mencionado cómo, poco a poco, las posturas de ultra derecha han ido tomando fuerza en distintos lugares del planeta. Ahora vemos que estas ideologías que dividen y confrontan a los pueblos son una realidad en Europa y están tomando fuerza en América con personajes como Trump y Carson en su carrera hacia la Casa Blanca.

Este populismo, impulsado por las cúpulas económicas misteriosas de siempre, ha logrado conectar con el votante apelando a sus inseguridades. El mundo está tan convulso que ahora el votante no busca arriesgar para conseguir mejores condiciones de vida, quiere conservar lo que tiene: su trabajo, su vida, sus costumbres.

Luego de años de una crisis económica grave y con los mediáticos ataques terroristas en distintos países, el mensaje manipulado es sencillo de armar: el otro, el migrante, es el enemigo que desestabiliza, roba oportunidades y nos pone en peligro.

Desde la propuesta de Trump de registrar a los musulmanes en Estados Unidos al abandono del Euro de Le Pen en Francia, semejante insensatez xenófoba no se escuchaba en discursos tan aplaudidos desde tiempos de la Segunda Guerra Mundial.

Estamos ante una amenaza seria a la tolerancia, la apertura y la concordia que tanto valoramos. Es sencillo tirar de locos a estos personajes estrafalarios, pero la historia nos confirma que la democracia es traicionera y que es real que estos nefastos líderes pueden llegar al poder aclamados por las multitudes.

La economía dio pie a que surgieran estas posturas ultra-conservadoras, ahora el terrorismo actúa como un catalizador que precipita al mundo a una confrontación cultural y económica de pronóstico reservado. El Estados Islámico alimenta, por ejemplo, al populismo de Trump con su envalentonada forma de “defender” a sus conciudadanos, y esta misma retórica del odio es la mercadotecnia ideal para el reclutamiento de más terroristas. Una espiral destructiva casi imposible de frenar.

Las posturas moderadas que apuestan por la tolerancia y la apertura aparecen como débiles y demasiado preocupadas por las formas. Las lecciones de historia se olvidan cuando se toman decisiones con miedo. La esperanza está en el que el votante medio comprenda que la violencia llama a violencia; que el mundo ha cambiado y que el conservadurismo cultural extremo es un elemento de museo. Mejorar la economía y recordar nuestra historia, herramientas indispensables contra la xenofobia.

msalomonf@gmail.com