Educación de palo

Educación de palo
Por:
  • larazon

Alicia Alarcón

En Estados Unidos, apenas en julio de este año, el congreso decidió hacer un refinanciamiento a los créditos universitarios y ahora los profesionistas recién egresados tendrán que pagar hasta cinco mil dólares más a pesar de haber contraído la deuda escolar antes de la decisión del gobierno de Obama. Esto ocasiona que las personas que ya trabajan y concluyeron sus estudios, se retrasen en contraer otro tipo de deuda, como hipotecas; tengan nulo ahorro y, por supuesto, bajo poder de consumo.

Le explico. Los gringos decidieron en algún momento que su funcional sistema de becas era de lo más barato para la gente pero de lo más caro para el gobierno, y ahora obligan a sus estudiantes a pagar hasta 20 por ciento más por sus carreras. Sin que se me tome a mal la referencia, lanzar a un muchacho a los 17 años a vivir a la universidad equivale para sus padres a mantener dos casas. Bueno, ahora esos profesionistas no podrán hacer lo que los adultos hacen (endeudarse), porque deben más que cuando ganen dinero. Usura vil.

Sin embargo, a pesar de lo caro de la educación de los estudiantes universitarios en Estados Unidos, se gradúa casi el 60 por ciento. El restante toma otras opciones para continuar sus estudios o deja la escuela. El 10 por ciento tiene un máster o título adicional alterno.*

En un estudio del 2006 de la OCDE, nos correspondía el lugar de honor con el 30 por ciento de deserción universitaria, del de por sí bajo porcentaje que ingresa al nivel superior. Con un incremento de 2.8 por ciento en estos 7 años, casi 4 de cada 10 chamacos se salen de estudiar. Ya de la falta de empleo para egresados hablaremos otro día.

Todo esto viene como introducción para el tema del fideicomiso que la ALDF otorgó para la educación privada y pública en universidades del Distrito Federal. Otro “logro” de la pseudo izquierda chilanga. Fíjese bien.

Ellos organizan sus propias universidades patito y legalizan su mantenimiento y aportaciones (y un “alguito” más) a través de los legisladores que a su vez, nos cobran a usted y a mí por medio de los impuestos para mantenerlas. La educación es progreso, muchos jóvenes necesitan un impulso. Los que tienen aptitudes y compromiso tendrán las mejores becas, ¿correcto? Pues no. Todo estaría bien y sería un modelo a replicar en otros lados del país, si no fuera porque se gastaron 40 millones de pesos (para empezar) en sólo 2,700 alumnos. Es decir, estas casas docentes faroleras (públicas y privadas) registraron 40,000 muchachos, luego 20,000 y ya al final como que no queriendo, quedaban 7,800. Y sólo apareció el par de miles de chavos a la convocatoria para la auditoría de su beca. Como siempre, había proyectos de equipamiento de aulas que nunca sucedieron y responsabilidades que nunca se han fincado. Estas universidades patito que a veces son la única opción de un joven, aprovecharon el negociazo de caerle bien a alguna diputada, o que los nombraran la máxima casa de estudios de la ciudad. Del dinero que falta, nada. Y eso que se autorizaron 250 millones de pesos. Ya ni para bacheo, seguridad, transporte público y esas cosas que no son importantes para ninguna representación legislativa o gobierno citadino. Entiendo la necesidad de personal adherido por parte de las escuelas que enseñan dogmas de fe republicana y amorosa como si fuera la verdad acerca del paraíso mismo, brincándose a Darwin por traidor. Y entiendo también la necesidad en su momento de llenar plazas y eventos a cambio de las muy necesarias becas y dietas. Lo que no entiendo es que se lucre con el futuro de los jóvenes. Tal parece que a nadie le importa.

Una universidad prestigiada en México cobra por su carrera más barata el total de 800,000 pesos. Haga usted sus cuentas. Cuatro años de estudio, un título y una oportunidad que hacen la diferencia en la vida de un joven.

Con esos 40 millones gastados (esos del inicio) se podría becar a 50 jóvenes con una carrera de nivel más alto que el acostumbrado patito. A menos que ande yo haciendo las cuentas mal, como ésas del patrón aquel se podría hacer algo que valga la pena y no permitir ya el negocio de las universidades dogmáticas y evangelizantes, convertidas en una cueva del tesoro (otra más) para la carroña partidista de alguien y jamás en beneficio de los chavos.

Y como decía el clásico: Nunca aplastes los sueños de un niño, no sabes si los pueda cumplir y te aplaste de regreso cuando pase por tu camino. O se adhiera a tu partido. Y ahí, ni quien te ayude.

*The National Center for Education Statistics. Department of Education. USAgov. 2012

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