"El Chapo": el juicio interminable

"El Chapo": el juicio interminable
Por:
  • bibiana_belsasso

Joaquín El Chapo Guzmán continúa en una prisión de máxima seguridad en Nueva York esperando que comience su juicio, mismo que se había anunciado iniciaría desde abril del 2017 y que se ha venido postergando desde entonces.

Desde que El Chapo llegó a Estados Unidos se ha declarado inocente de liderar al Cártel de Sinaloa. Pese a esto, Guzmán Loera es acusado de 17 delitos por la justicia estadounidense y de introducir más de 200 toneladas de cocaína a la Unión Americana.

¿Cómo está el caso jurídico de El Chapo?

Su abogado, Eduardo Balarezo, es de origen ecuatoriano y ha llevado la defensa de Guzmán Loera desde septiembre de 2017. Es el mismo abogado que defendió a Alfredo Beltrán Leyva, condenado en abril de 2017 a cadena perpetua, y también formó parte de la defensa de Zhenli Ye Gon.

La Fiscalía está recabando toda la información que puede de antiguos colaboradores y rivales del capo, narcotraficantes mexicanos y colombianos que ya están detenidos en Estados Unidos.

Ahora ha sido extraditado Dámaso López, El Licenciado, compadre de El Chapo y quien era su principal operador. Dámaso es el hombre que lo ayudó a escapar de Puente Grande. Las autoridades pretenden que Dámaso declare en contra de su compadre. Hasta ahora no había querido decir nada en su contra.

La Fiscalía cree que Dámaso López será una pieza clave en el juicio contra El Chapo. El hijo de Dámaso, apodado El Mini Lic., se entregó hace meses a las autoridades estadounidenses y dijo que estaba dispuesto a colaborar con ellos.

La Fiscalía ha sumado muchas pruebas nuevas en el caso y  la defensa de Joaquín El Chapo Guzmán, logró nuevamente postergar el juicio para refutar esas pruebas. Primero consiguió que el juicio programado para iniciar el 16 de abril se pospusiera hasta el 5 septiembre, luego de que el juez Brian Cogan aceptara aplazarlo a fin de que la defensa del capo tuviera tiempo suficiente para preparar el caso.

Lo cierto es que la fiscalía de Nueva York también necesita tiempo para fortalecer el caso.

Después, el 7 de julio, los abogados de Guzmán Loera solicitaron que se volviera a posponer el inicio del juicio “al menos cinco meses”, debido a que la Fiscalía les había inundado el caso con pruebas y evidencias presentadas de último momento.

Nueve días después el juez Cogan, quien preside el proceso contra El Chapo, aceptó aplazar el juicio, pero sólo por 60 días. El inicio de la selección del jurado se fijó para el lunes 5 de noviembre, fecha en la que deberá iniciar el juicio.

El abogado de El Chapo, Eduardo Balarezo, había reprochado al gobierno estadounidense debido a que, en su última producción, los asesores legales del gobierno habían entregado 82 gigabytes de datos, lo que equivalía a más de 117 mil grabaciones.

De acuerdo con Balarezo, cada gigabyte contenía una hora de audio, por lo que estimaba que, en total, la Fiscalía había entregado más de mil 300 horas de grabaciones y comunicaciones interceptadas por las autoridades.

Pero no era todo, la defensa aseguraba que a ese material había que añadirle las 321 mil páginas de documentos entregados, además de otras pruebas en diversos formatos.

El gobierno estadounidense justificó la suma de producción de última hora, debido a la lentitud de gobiernos extranjeros en la entrega de documentos solicitados.

Pero las “malas noticias” no terminaron ahí para el capo. El juez Cogan rechazó la solicitud de la defensa para que la Fiscalía descartara usar durante el juicio cualquier evidencia producida después del 26 de julio.

Ante la decisión del juez Cogan, Balarezo expresó su descontento por considerar que 60 días no eran suficientes y dijo que su cliente estaba “muy decepcionado”.

Días después los fiscales del tribunal del distrito sur de Nueva York enviaron una carta al abogado Eduardo Balarezo, en la que se enlistaban al menos 30 supuestas víctimas de asesinato por parte de Joaquín Guzmán o del Cártel de Sinaloa.

En el listado algunas de las víctimas aparecen como “informantes” o “miembros de la organización Beltrán-Leyva”, pero no se detallan los nombres ni las fechas.

Ante esto, Balarezo acusó al gobierno estadounidense de quedarse intencionalmente con las pruebas de los supuestos asesinatos, ya que, dijo, las quieren presentar hasta el momento del juicio.

Para Eduardo Balarezo, esta omisión de datos hace que resulte imposible preparar un juicio justo para Guzmán. “Necesitamos saber dónde, quién fue la víctima, si hay fotos, si hay testigos”.

Es por eso que el juez Cogan advirtió a los fiscales del caso que deberían revisar la lista de víctimas que presentaron, para que refleje mejor lo que se presentará en el juicio.

Por lo pronto, Eduardo Balarezo amenazó con abandonar el caso si el juez Cogan no desestima que la Fiscalía continúe presentando evidencias y pruebas de un número indeterminado de conspiraciones de asesinato. Otra mala noticia para Guzmán Loera.

Lo cierto es que mientras la defensa de Guzmán busca posponer nuevamente el juicio para ganar más tiempo y preparar mejor su defensa, el gobierno de Estados Unidos busca recabar la mayor cantidad de pruebas y testigos. Y es que no ha sido fácil para la Fiscalía recabar las evidencias contra El Chapo. Algunos narcotraficantes importantes siguen teniendo lealtades fuertes.

La Fiscalía cuenta con al menos 300 mil páginas de documentos; entre ellos, cientos de fotos satelitales, correos electrónicos, videos y llamadas interceptadas que prueban que El Chapo era el mayor narcotraficante del mundo, con operaciones en cuatro continentes y que supuestamente habría acumulado ganancias por unos 14 mil millones de dólares a lo largo de su carrera como líder del Cártel de Sinaloa. Recordemos que el propio Donald Trump aseguraba que se pagaría el muro con el dinero del capo.

Lo cierto es que, a pesar de todas las pruebas, no se le ha podido decomisar un solo dólar.

Si El Chapo es hallado culpable, podría ser condenado a cadena perpetua; las autoridades estadounidenses buscan que este caso pueda provocar una condena ejemplar, pero todavía no lo pueden terminar de armar.

Y mientras tanto la historia de este juicio continuará…

De cómplices a testigos

El gobierno de Estados Unidos estima que Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, obtuvo ganancias por 14 mil millones de dólares por sus actividades delictivas entre 1989 y 2014 y busca recuperar parte de estos recursos.

El líder del Cártel de Sinaloa, recluido en una cárcel de Manhattan, podría enfrentar una pena de cadena perpetua.

De hecho, la Fiscalía busca que otros narcotraficantes declaren en contra de El Chapo. El pasado 6 de julio durante la extradición de Dámaso López, El Licenciado, el procurador Alberto Elías Beltrán explicó que el gobierno de Estados Unidos considera al compadre de Guzmán Loera “un testigo potencialmente clave” en el juicio que se le sigue en una Corte de Distrito de la Unión Americana, por lo que se pidió una cooperación especial en la materia: “Esta extradición resulta primordial para las autoridades estadounidenses y para las mexicanas por la aportación testimonial en relación a Guzmán Loera”, sentenció.

El procurador explicó que los gobiernos de México y Estados Unidos tienen mucho interés en que el juicio contra El Chapo resulte exitoso y concluya con una sanción ejemplar.

Se considera que además de El Licenciado también podrían testificar su hijo, El Mini Lic, La Barbie, El Vicentillo, Alfredo Beltrán Leyva, El Mochomo; en este caso la defensa de Guzmán ha pedido que se deseche ese testimonio. Otros de los nombres que podrían integrar esta lista son:

Daniel El Loco Barrera, quien dirigía las bandas emergentes al servicio del narco; el exjefe del Cártel del Norte del Valle, Diego León Montoya, Don Diego; Juan Carlos Ramírez Abadía, Chupeta, integrante del Cártel de Calí, e incluso el exfiscal de Nayarit Édgar Veytia, acusado de narcotráfico en Estados Unidos.

[caption id="attachment_778376" align="alignnone" width="1068"] El Vicentillo.[/caption]

En enero pasado, el juez le negó a la defensa de El Chapo conocer la identidad de los personajes que testificarán por seguridad de ellos y sus familias. De lo contrario, decían, podría abrirse una ola de violencia y venganza en México.

Me tomaré unos días de vacaciones, pero regresamos el próximo lunes.