El Profesor

Humberto Moreira Valdés es un político formado en lo local, que se consolidó nacionalmente y en los últimos días ha sido nota internacional. Profesor y gobernador como Carlos Sansores Pérez, en Campeche, o Carlos Jonguitud Barrios, en San Luis Potosí, también fue militante y dirigente del Revolucionario Institucional. Los tres formados en las luchas magisteriales y marcados por señalamientos negativos en su gestión.

En el siglo XX fue usual la presencia de profesores normalistas en puestos públicos; Moreira es de los pocos que ha sobresalido en éste.

Moreira en sus inicios estuvo ligado políticamente con Elba Esther Gordillo, la poderosa líder de la SNTE. Fue un gobernador con altos índices de aprobación en su estado, eficaz operador que mandó a Acción Nacional a niveles electorales obtenidos en la década de los 70.

Durante su gestión la deuda pública estatal de Coahuila creció de 323 millones de pesos en 2005 a 32 mil millones de pesos en 2010. El proceso para la aprobación de la misma ha sido señalado como producto del uso de documentación apócrifa y que el destino de la misma fue para pago de campañas del PRI, y a cuentas personales del gobernador y colaboradores.

Es el único gobernador que operó exitosamente para que un familiar cercano fuera su sucesor: su hermano gobierna Coahuila. La familia ocupa la gubernatura y otras posiciones.

Exitoso como gobernador, decide no concluir el periodo y ser, durante nueve meses, presidente nacional de su partido. Carismático, dicharachero, su estilo provocó debates, bailó en eventos públicos, confrontó a adversarios y colocó al PRI en el centro de acusaciones de sobreendeudamiento en los estados, corrupción y violencia. En los últimos años ningún presidente nacional de ese partido ha sido tan mediático como él.

Es el primer presidente nacional de un partido en México que es apresado en el extranjero por lavado de dinero y malversación de fondos púbicos. El profesor sigue haciendo historia, lo hizo como gobernador y presidente nacional y ahora lo hace desde España. La defensa inmediatamente argumenta fragilidad en las acusaciones y la legalidad de las transferencias.

Moreira es el germen que movió al Congreso federal a aprobar una ley de endeudamiento en los estados para impedir que los mandatarios abusen al contratar créditos.

La remoción de Moreira como cabeza del PRI fue una sana decisión de Enrique Peña. El alto posicionamiento y ser blanco de ataques era un riesgo para un candidato que sentía la cercanía de la victoria y la necesidad de cancelar una posible amenaza.

Poco le duró al gobierno federal el oxígeno proporcionado por la recaptura de El Chapo, una vez más, factores exógenos lo obligan a pronunciarse sobre un caso que quería sepultar con las losas del tiempo.

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