El turismo y el futbol: Islandia y su fenómeno

El turismo y el futbol: Islandia y su fenómeno
Por:
  • gerardo_garcia

Pues sí, como reza el lugar común: el mundo es un balón.

O para algunos un pañuelo, quizá.

Sí, en efecto ser la sede de una copa mundial de Futbol es una de las mejores promociones para un país. Propaganda que resulta positiva si lo que sucede durante la misma es lejano al conflicto. Si el transporte funciona; si la seguridad es buena; si los servicios funcionan; si los miles de turistas que acuden encuentran una experiencia grata. Puede ser lo contrario, como le sucedió a Brasil cuatro años atrás, por efecto de fallas en muchos de los aspectos que describía líneas atrás. Rusia, hasta ahora, parece que va en el camino de conseguir una positiva campaña de promoción que le redundará en beneficios futuros en su industria turística.

Hay casos, sin embargo, en los que un país sin ser sede encuentra un escaparate benéfico y se hace de una promoción muy efectiva. Ahí Islandia, el pequeño país ubicado en el Atlántico Norte, que en los últimos dos años ha crecido en cuarenta por ciento en llegadas de visitantes internacionales. Un pequeño país de trecientos treinta mil habitantes que recibió el año anterior más de un millón setecientos mil turistas. Un destino que hoy es hot gracias, en buena medida, al éxito de su selección de futbol. A su participación en la Eurocopa del 2016 y ahora a su participación en el mundial de Rusia. Y si bien es cierto que la baja de tarifas en vuelos comerciales que viajan del norte de América y Europa a esa isla han ayudado mucho al crecimiento exponencial, su selección, integrada por ciudadanos islandeses que no participan profesionalmente en equipos de futbol, ha sido determinante. La promoción que ha recibido Islandia gracias al deporte es determinante. Y la industria turística ahí, ha alcanzado ya a la industria pesquera en términos de contribución al Producto Interno Bruto islandés.

¿Le funcionará a Qatar en cuatro años?

Es pronto anticipar, aunque se vislumbra que afectará a los turistas que vayan a ese mundial las estrictas medidas de disciplina y restricciones en aquella nación musulmana. Será difícil imaginarse a miles de fanáticos bailando en las calles o cantando en las plazas. Y ahí puede resultar en una propaganda negativa.

¿Y a México en ocho?

Es muy probable que sí. La infraestructura turística y de servicios en nuestro país es destacada. Las tres sedes que se anunciaron para ese mundial, junto a Canadá y Estados Unidos, son ciudades con una oferta hotelera y de servicios muy destacada. Y puede anticiparse que en los siguientes años será aún mejor. Eso, junto a la calidez y hospitalidad de los mexicanos, puede anticipar en que será una muy efectiva promoción para el país. Ahí hay que destacar, como ya lo hicieron quienes consiguieron que México fuese sede, la participación de la Secretaría de Turismo y del Consejo de Promoción del país. Una buena acción del secretario Enrique de la Madrid en estos sus últimos meses al frente de esa dependencia.