El último Estado de la Unión de Obama

El último Estado de la Unión de Obama
Por:
  • juanpablol-columnista

El último Discurso del Estado de la Unión de Barack Obama, resultó memorable por mas de una razón. El legado del primer presidente afroestadounidense en llegar a la Casa Blanca se marca en aspectos económicos, sociales, económicos, pero, lamentablemente para él no políticos.

La relación con el Legislativo dejó mucho que desear ante el mal planteamiento que tuvo tanto el presidente como con los legisladores para llegar a acuerdos. No se tiene memoria de una legislatura tan poco productiva como las últimas registradas bajo las dos administraciones de Obama.

A pocos meses de dejar el poder, el mandatario planeó no un discurso unificante, pero sí reconoció la poca habilidad política que tuvo para acercarse a la oposición. En una época de polarización debido a la raza y la ideología liberal del presidente, la negociación política fracasó desde un inicio. La batalla fue llevada más allá del terreno electoral y terminó por afectar tanto la productividad como los avances que pudo haber tenido el presidente en cuestiones desde militares hasta legales.

Hay que cambiar el sistema político o pronto se verán afectados los avances del país mas poderoso del mundo. Así fue como lo planteó Obama durante su discurso sobre el Estado de la Nación. Obama pudo con la industria automotriz, con la reforma al sistema de salud, con la relación estacada por más de 50 años con Cuba, regresó el poder a los demócratas y logró algunas acciones ejecutivas clave en su legado como dirigente de los Estados Unidos.

Las cuentas son positivas en general. Sus números de aprobación se han recuperado poco a poco y en un panorama abierto deja una presidencia mejor de como la encontró. El legado del presidente sin duda queda como uno liberal, de los primeros mandatarios en abiertamente posicionarse por asuntos tan controversiales como la adopción y el matrimonio entre personas del mismo sexo.

La confianza de Obama hacia su trabajo se vio reflejada como pocas veces. Se le vio tranquilo y directo. Inclusive con la capacidad de bromear con los republicanos y su carrera presidencial que tiene a Donald Trump como puntero. Aunque sin mencionarlo, no dejó de hacer referencia al tema migrante en el que poco tiene que presumir el presidente Obama, por cierto.

Quizá, el mayor de todos: su incapacidad para sacar adelante una reforma migratoria integral víctima de su pésima relación con los republicanos y el Congreso.

Desde aquella interrupción de “¡Mientes!” memorable por haber sido una de la pocas faltas de respeto que ha recibido un presidente que informa sobre el Estado de la Unión, hasta las únicas formas discursivas y de oratoria con las que cuenta Obama quedaran como testigos de la presidencia moderna más importante de los Estados Unidos.

Dejó pendientes con las armas y con la migración. Ha sido claro sobre el excepcionalismo norteamericano para todo aquellos que dudaran. Para Obama, el estado de la nación que deja es fuerte.

juanpadeleo@me.com

Twitter: @juanpadeleo