Elvira, te daría mi vida pero la estoy usando

Elvira, te daría mi vida pero la estoy usando
Por:
  • larazon

Ximena Urrutia

Estamos dando pasos agigantados. La industria mexicana parece empezar a ajustar la balanza. Se siente cada vez más equilibrada.

Por un lado, las películas Made in México siguen ganando premios y son reconocidas en los festivales del mundo, nuestro prestigio como realizadores crece y se fortalece; pero, por otro lado, empieza a gestarse cada vez con más certeza una ola de cineastas preocupados por el espectador mexicano, por el público más allá de la critica.

Manolo Caro tendría en este caso que ser un buen ejemplo, el director llega a salas con su tercer film Elvira, te daría mi vida pero la estoy usando demostrando una vez más que sabe filmar y hacer reír a su audiencia.

El título (como los anteriores No sé si cortarme las venas o dejármelas largas, Amor de mis Amores) es bastante sugerente, la historia gira en torno a Elvira (Cecilia Suárez) una mujer capaz de mentir con maestría de actriz, antes que permitir que el mundo sepa que su esposo la ha dejado.

Aquel que a veces creemos un mito urbano del marido que va por cigarros y no regresa nunca, se ha convertido en el pretexto con el cual Caro arma una historia que habla de un reencuentro personal que la llevará a aventurarse en un viaje tanto externo como interno.

El elenco que acompaña a la actriz sostiene la trama de manera firme: Vanessa Bauche, Carlos Bardem, Angélica Aragón, Alfonso Dosal y Luis Gerardo Méndez hacen de la historia una, que como bien decía al principio, que busca entretener al público de un modo inteligente y ligero.

Pero, el tiempo no pasa en vano y del primer largometraje a este tercero se puede apreciar un claro crecimiento del director que alcanza en este filme una madurez que se nota en el resultado final, y es que Elvira es una comedia con un trasfondo encallado en el empoderamiento de la mujer en una sociedad que parece dar poco valor a quienes están en la situación de la protagonista.

Caro, utiliza de manera acertada el humor que parece haber adoptado de la infalible fórmula gringa pero lo nacionaliza haciendo referencias tangibles a nuestra cultura y a un mundo que nos es inevitablemente empático.

La fórmula funciona, Manolo elige elencos conocidos (lo ha hecho desde sus cortometrajes), colores saturados y dispara el género hasta convertirlo casi en caricatura y, seamos honestos la esquizofrenia ajena siempre es llamativa.

Es imposible no hablar de Cecilia Suárez que cae como anillo al dedo a Elvira, o en este caso al revés pues desde el guión éste fue pensado para ella, la actriz da vida a un ser que, si bien parece sacado de una telenovela, se las ingenia junto a su director para convertirse en objeto nuestra compasión. (El mismo que nos causó Cate Blanchett enfundada en la Blue Jasmine, de Woody Allen)

De su protagonista, el director dijo: “Decidí abordar a una mujer en búsqueda, una mujer que resultara ser una ‘heroína trágica’, que navegara por diversos mundos y emociones en una búsqueda incansable. Ahí fue cuando comprendí que el motor tendría que ser el amor, el amor de su vida”.

Elvira, te daría mi vida pero la estoy usando es un filme que nos muestra que también somos capaces de hacer cine palomero y no lo tomen como algo despectivo, por el contrario, debemos alegrarnos pensando que de la mano de algunas otras, nuestro cine ha ido encontrando la fórmula para también ser rentable.

Y prepárense, porque con esta empieza una buena racha de estrenos mexicanos, mucho que ver, y más aún que aportar.

Twitter: @Xurrutia