Elvira y Cabo Pulmo

Enrique Acevedo

La científica británica Jane Goodall ha destinado cuatro décadas de su vida a estudiar a los chimpancés en el corazón de África. Llegó a lo que hoy es Tanzania a sus 26 años y desde entonces dedica gran parte de su tiempo a observar, aprender y proteger a miles de chimpancés a través de los esfuerzos del instituto que lleva su nombre.

Esta semana tuve la oportunidad de escuchar a la doctora Goodall en el marco del Continuity Forum que se lleva acabo en la ciudad de Miami bajo el auspicio de la Americas Business Council Foundation. Durante su intervención, Goodall dirigió esta pregunta a la audiencia compuesta por un centenar de estudiantes, empresarios, científicos, filántropos y activistas sociales: ¿Cómo explicar que la especie más desarrollada intelectualmente en el planeta, sea la que mayor destrucción genera en su medio ambiente?

Goodall atribuye esta conducta a la desconexión que para ella existe entre la mente y el corazón de los seres humanos. Sabemos lo que estamos haciendo mal, pero no tomamos las acciones necesarias para corregirlo. Describe este círculo vicioso como la pérdida de sabiduría, esa que por siglos ha modulado las interacciones entre las comunidades locales y sus ecosistemas, logrando así el balance vital. A sus 77 años, la reconocida etóloga es testimonio del impacto que un individuo puede tener en pro de la conservación del planeta.

En México tenemos varias tareas pendientes en materia ambiental. No obstante, la administración del presidente Felipe Calderón y el trabajo del encargado de la cartera en este tema, Juan Elvira Quezada han resultado ejemplares. Nunca antes hemos tenido un presidente con la vocación ambientalista de Calderón y un secretario tan efectivo como Elvira Quezada. Por eso me sorprende el papel que el gobierno federal ha tenido en la polémica alrededor de Cabo Pulmo.

Desde 2005 Cabo Pulmo fue integrado a la lista de Patrimonio Natural de la Humanidad de la UNESCO. La región alberga los arrecifes coralinos más importantes del Golfo de California y ha sido catalogada como la reserva marina más saludable del mundo. En los 15 años que lleva como zona protegida, se ha consolidado como un importante centro de ecoturismo y un ejemplo en materia de conservación. Pese a ello, la Semarnat autorizó la construcción de Cabo Cortés, un desarrollo hotelero con más de 27 mil habitaciones, dos campos de golf y una marina interior para 490 embarcaciones, en una superficie de 3 mil 814 hectáreas a un lado de la reserva marina de Cabo Pulmo.

Los desarrolladores prometen trabajar con la comunidad para cuidar los recursos naturales de la zona, al mismo tiempo que ofrecen servicios de SPA, restaurantes y “shopping” para que visitantes de todo el mundo puedan experimentar “el verdadero México”.

Esta semana el gobierno federal anunció que ha invitado a una misión especial conjunta de UNESCO y RAMSAR para que visiten el lugar. La misión que termina hoy tiene como objetivo medir los impactos que la autorización de estos mega desarrollos ha tenido y podría tener en el último arrecife coralino vivo en el Pacífico norte.

Esperemos que las recomendaciones de los organismos internacionales pero sobre todo, de las organizaciones ambientalistas que se oponen al desarrollo y la comunidad de Cabo Pulmo, sean atentidas para cerrar la que ha sido una gestión brillante, en materia ambiental, con broche de oro. Es importante actuar para detener el deterioro de un lugar que aporta mucho más que dólares. Esta es la desconexión y la falta de sabiduría a la que se refería la doctora Goodall en su conferencia.

 La Caminera. Con la definición de AMLOve como virtual candidato de la izquierda para la elección del 2012 pierden los reformistas. Un amplio sector más fuera que dentro del PRD que se siente representado por la agenda que impulsa Ebrard, pero que no siente la misma empatía con el quinto Beatle —all you need is love—. Si en el PAN se la juegan con Cordero, veremos un cuadro presidencial que representa a los extremos y su indeseable polarización. Esta es la parte en la que me rasco la cabeza, suspiro profundo y me trato de auto convencer de que las cosas van a estar bien en México…

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