Estados Unidos y Cuba

Estados Unidos y Cuba
Por:
  • raudel_avila

En su libro Persona non grata, Jorge Edwards refiere sus andanzas como representante diplomático del gobierno de Salvador Allende en Cuba. Después de contar los hostigamientos y maltratos que padeció por parte del régimen castrista, Edwards narra cómo llegó desanimado a su recámara una noche para encontrarse nada menos que a Fidel Castro. Iracundo, Castro le reprochó a Edwards su cercanía con escritores disidentes en la isla.

Edwards se excusó diciendo que nunca había hecho una crítica pública del castrismo, pero en privado quería señalarle al comandante sus reservas sobre varios aspectos del comunismo cubano. Castro se justificó alegando que si algo andaba mal, era fruto del sabotaje de los imperialistas estadounidenses.

Durante muchos años, Estados Unidos, en lugar de actuar con inteligencia, alimentó la paranoia cubana. En la década de 1960, Marita Lorenz, una hermosa espía alemana fue contratada por la CIA para seducir a Castro en la cama y asesinarlo. Lorenz no solamente no se atrevió a cumplir su misión, sino que se enamoró profundamente del comandante.

Históricamente, fanáticos del Partido Republicano, apoyados por el exilio cubano en Florida, se opusieron a las tentativas de acercamiento entre los dos países. Su insistencia en mantener el bloqueo económico contra Cuba resultó contraproducente. Le dieron armas al castrismo para justificarse, responsabilizando una y otra vez al “imperialismo capitalista” de sus insuficiencias y la falta de libertad de expresión en la isla. La mano dura no siempre da resultado.

El presidente Barack Obama tuvo una disposición diferente hacia el gobierno cubano. Desde los funerales de Estado de Nelson Mandela, Obama aprovechó la oportunidad para mostrarle al mundo la nueva relación que pretendía cuando decidió saludar a Raúl Castro. No sólo eso, sino que se dejó fotografiar con él. Eventualmente, el restablecimiento de relaciones diplomáticas permitirá a Estados Unidos incidir sobre una agenda de apertura y liberalización en la isla. Es más difícil hablar de sabotaje imperialista cuando Estados Unidos levanta el bloqueo y extiende la mano para reanudar la relación.

Y es que hay varias asignaturas pendientes en Cuba, ¿cómo responderán al reproche de que en una isla donde hay una significativa población negra, no existe la posibilidad de que el poder Ejecutivo quede en manos de un negro? El “imperio”, gobernado por un afroamericano, resultó más progresista que Cuba en términos de equidad racial. Y la histórica persecución contra los homosexuales en Cuba, documentada por Reinaldo Arenas, ¿desembocará finalmente en el derecho de adopción de niños por parte de parejas del mismo sexo? La política del presidente Obama es el medio apropiado para alcanzar la apertura de Cuba al mundo y su regreso a la comunidad internacional.

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Twitter:@avila_raudel