INE: 100 días

Horacio Vives Segl

Se ha puesto de moda que cada vez que inicia un gobierno se haga un “corte de caja” al cumplirse cien días. Utilizo esa práctica para hacer una primera evaluación no de un gobierno, sino de la nueva institución del Estado mexicano encargada de la organización de los procesos electorales federales y de la “tutela” de los locales: el Instituto Nacional Electoral (cuyos primeros 100 días se cumplirán el domingo 13). Son muchas las acciones realizadas hasta ahora; se enuncia apenas un apretado resumen.

Dos etapas. Lo primero que hay que señalar en este breve lapso es que la mitad se vivió en una suerte de “limbo institucional”, ya que la legislación secundaria en la materia, la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (Legipe), fue publicada hasta el 23 de mayo, 49 días después del nombramiento del actual Consejo General del INE y de su nacimiento formal, el 4 de abril. En esa etapa inicial se fue trabajando de manera armónica en la transición del IFE al INE, en espera de la legislación secundaria. Una vez conocido el nuevo marco legal, se tomaron las primeras medidas derivadas de la nueva naturaleza de carácter nacional de la autoridad electoral.

Nuevas facultades. Como parte de las nuevas atribuciones del INE, se detonó la convocatoria para el proceso de selección —actualmente en curso— por parte del Consejo General, de los nuevos consejeros electorales de los llamados Oples (organismos públicos locales electorales), cuyo primer bloque corresponde a las 18 entidades (17 más Oaxaca) que tendrán elecciones concurrentes con la de diputados federales el primer domingo de junio de 2015. El proceso de nombramiento de consejeros locales deberá concluir el 30 de septiembre. Otra de las acciones adoptadas dentro de las nuevas facultades fue el acuerdo para que por primera vez la autoridad electoral se involucre en el proceso de selección de la dirigencia nacional de un partido político: es el caso de la solicitud del PRD, cuyo proceso de sucesión interna está programado para el 7 de septiembre.

Listado telegráfico. Dentro de las muchas acciones realizadas, señalo algunas brevemente:

La instalación y funcionamiento de las comisiones de trabajo (entre ellas, las dos permanentes nuevas, la de vinculación con los Oples y la reaparición de la de fiscalización de los partidos);

El avance en las tareas de preparación del proceso electoral 2015, que tendrá casilla única —por disposición legal— donde haya elecciones estatales concurrentes;

El anuncio del inicio del proceso electoral —que arrancará el 7 de octubre— con el objetivo de darles el mayor número de días posibles a los congresos locales rezagados para armonizar sus leyes electorales locales con la federal, en el entendido de que no será posible realizar cambios noventa días antes del arranque del proceso);

La difusión de un estudio —el Informe País— sobre la condición ciudadana de la democracia mexicana,

En el ámbito internacional, la celebración de misiones de asistencia y observación;

El avance en la revision de los requisitos para otorgar registro a tres nuevos partidos;

La visita de consejeros del Consejo General, atendiendo al llamado de algunos partidos, a Coahuila y Nayarit (si bien ciertamente no se podía incidir, bajo el nuevo esquema electoral, considerando lo avanzado de las campañas locales), cuya jornada se celebró el domingo pasado, en la que los resultados preliminares en general refrendan la composición de fuerzas previa a la elección (con la diferencia de que la alianza de facto PAN-PRD ganó la capital nayarita);

La aprobación de un acuerdo de avanzada sobre la equidad de género y para erradicar el acoso y la violencia laboral en el INE; y así, un largo etcétera.

Por ahora se han presentado discusiones sobre algunos de esos temas con votaciones unificadas o divididas por parte de los consejeros electorales, dependiendo del asunto en cuestión. Lo esperable en un cuerpo colegiado. Pero en general en un clima de respeto entre las posiciones de los consejeros y en el debate con los partidos políticos. En suma, el arranque del INE me parece satisfactorio, refutando o, al menos, poniendo en pausa el “choque de trenes” o “salto al vacío” que muchos agoreros, críticos de la reforma electoral, habían vaticinado. Si bien apenas se están secando los cimientos del nuevo edificio electoral, el arranque parece sólido.

hvives@itam.mx

Twitter: @HVivesSegl