La herencia

Enrique Acevedo

La lucha contra el narcotráfico no sólo define el sexenio de Felipe Calderón, sino que representa una herencia ineludible para los aspirantes a la Presidencia y para quien resulte ganador del proceso electoral que se avecina.

Por eso es necesario analizar los detalles finos de las propuestas que preparan los candidatos y sus equipos. En ese contexto, el tema de la Iniciativa Mérida y el de la cooperación en materia de inteligencia entre los Estados Unidos y México, resultan centrales.

A poco más de tres años de su entrada en vigor, es claro que la Iniciativa Mérida se ha confirmado como un formato de cooperación ineficiente para los objetivos que más convienen a los dos países involucrados. Por un lado, los fondos destinados a la iniciativa, su distribución y la velocidad con la que se hacen disponibles, simplemente no alcanzan ni para el arranque, el equipo es insuficiente y los mecanismos de entrega ineficaces. En el otro lado del argumento, el Congreso estadounidense ve con reservas la posibilidad de destinar más dinero a un esquema poco transparente y sin rendición de cuentas, todo esto en medio de un clima político y económico en el que el gasto de cada dólar, debe estar bien justificado.

El Plan Colombia funciona en gran medida gracias al control que los Estados Unidos tuvo sobre decisiones que en México poco a poco comienzan a ganar respaldo entre la mayoría pero, que los dinosaurios critican bajo el tramposo argumento de la soberanía nacional. Eso y los más de 6 mil millones invertidos por Washington en la lucha contra el narcotráfico en el país cafetalero desde 2000, comparados a los mil 300 que el Capitolio prometió a México y de los cuales menos de la mitad han sido aplicados.

Es necesario redefinir en forma y fondo la cooperación que en materia de seguridad sostienen ambos países, empezando por el Plan Mérida, pasando por un diagnóstico real de los cuerpos de inteligencia mexicanos, durante años abandonados a su suerte y hoy, obligados a enfrentar a un enemigo que en el mejor de los casos, subestimaron. Los candidatos lo saben, lo interesante será ver quién le apuesta a las soluciones y quién se queda atorado o atorada en la retórica.

 La Caminera. Qué esperar de un Congreso plagado de personajes vinculados a los peores escándalos de la política nacional. Las listas de candidatos uninominales y plurinominales al Congreso son, en su mayoría, un catálogo que ofrece la perversa combinación de la vieja guardia, los políticos juniors, las juanitas y los operadores de grupos de interés.

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