La libertad política de Obama

Con la campaña presidencial estadounidense a tope y la atención mediática enfocada exclusivamente al proceso, la presidencia de Barack Obama ha pasado a un segundo plano en cuestión de cobertura y presencia.

El mandatario ha estado ocupado llevando demandas del gobierno federal a la Suprema Corte de Justicia, ignorando al Legislativo y dándose tiempo para meterse a la carrera por la Casa Blanca ante el avance constante y amenazante de Donald Trump.

Artículos de especialistas en Estados Unidos afirman, literalmente, que al presidente se le han acabado los "carajos" en cuanto a la percepción que se tiene de él a nivel político, sobre todo entre el Partido Republicano.

El legado que ha construido a partir de la Reforma Sanitaria y el acercamiento a Cuba le ha bastado para definir el rumbo que pretende tomar Estados Unidos en el mediano plazo; al igual que otros asuntos, como la reforma a la política militar intervencionista para redefinir el estado de la nación ante la comunidad internacional.

Las críticas, los bloqueos legislativos y la guerra política que han lanzado actores de oposición contra Obama han potenciado la diferencia ideológica política y social que existe entre la actual clase. La polarización que se nota en la carrera electoral se ve reflejada en la relación política de la Casa Blanca con el Legislativo de la Unión Americana.

A meses de dejar su cargo, Obama ha dicho que pretende quedarse en Washington unos años más para que su hija menor pueda terminar la escuela. Sin embargo, la especialidad constitucionalista del presidente y el enfoque legal que le ha dado a su mandato, a partir también de los nombramientos de la Corte, lo han colocado en una oportunidad única en la que algunos lo ven como un posible sucesor integrante del mayor tribunal.

El futuro incierto se conjuga con el legado palpable, bueno o malo, que ha dejado en la economía y la manera en la que ha revolucionado los posicionamientos de los gobernantes en cuestiones como la igualdad de género, la igualdad de matrimonio para personas del mismo sexo y otros temas de avanzada en los que el presidente se metió.

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