La pelea ya empezó

Alejandro Arbide

En estricto sentido, el Mundial comienza desde el primer partido de clasificación. De las 208 naciones afiliadas a FIFA, poco a poco se eliminan entre sí hasta tener 32 equipos que son los que irán a Brasil. Pero el juego extracancha ya empezó. Desde la elección de sedes de entrenamientos y juegos de preparación hasta las declaraciones de los entrenadores pasando por las faltas que cometen los jugadores a posibles mundialistas.

En este round de sombras, el Tri parece ir perdiendo. Pasó de panzazo. En la búsqueda de competencia entre jugadores, no hay un equipo base. El mejor jugador mexicano no va a ir a la selección. Todo este cuadro va dando confianza al adversario y le permite perder algo del respeto que poco a poco nos hemos ganado.

Sin embargo, todos los adversarios deben preocuparse de México. En un buen día le ganamos a cualquiera. Ya en 1986 y después de enterarse el entrenador del Tri cuál era la alineación de Alemania, éste llegó al vestidor y dijo a los seleccionados: “les tengo buenas noticias, nos tienen mucho respeto”. Tanto respeto que para el minuto 30 ya había salido lesionado Tomás Boy. Se trataba del jugador que armaba las jugadas ofensivas y que era el único que sabía cómo hacer mancuerna con Hugo Sánchez.

Las lesiones son parte del juego. Y ya empezaron a debilitar a algunos equipos. Radamél Falcao difícilmente irá al Mundial. Si bien Colombia tiene material de sobra jugando en todos lados, esa baja desmoraliza un poco y hace crecer a los adversarios. Aunque los sudamericanos siguen siendo un caballo negro en la competencia mundialista, la baja por lesión ya hizo lo suyo. Ya no son lo mismo.

Los juegos de liga y más particularmente los de la Libertadores son los que deben preocupar a los posibles seleccionados. León —la base del Tri— jugó contra el equipo brasileño Flamengo. No había pasado ni una docena de minutos cuando un jugador conocido como Amaral dio tremenda patada a Luis Montes. El mediocampista mexicano ya no fue el mismo durante el resto del partido.

Soy un convencido de que México tiene el talento para algún día dar una campanada en un Mundial. Tal y cómo lo hicieron Croacia o Corea. Vamos, ya logramos una medalla de oro apenas en 2012. Pero ante todos los contratiempos que van desde la fase de clasificación y los tres juegos que faltan para la lista definitiva, es indispensable que, al menos, los jugadores extremen precauciones. Sobre todo cuando jueguen contra los cancheros de la Libertadores. Ojo.

 +2. Salvo Héctor Moreno, los demás en la defensa preocupan: Márquez porque se lesiona fácilmente, Maza porque sigue a la baja, Diego Reyes simplemente no juega. Otros, ni pintan. Por ahí pudiera llamarse a Nacho González, del León. Tiene presencia, sabe cuidar el balón y se entiende con el capitán de la selección.

Twitter: @arbide09