Las humanidades en el Conacyt. Un manifiesto

Las humanidades en el Conacyt. Un manifiesto
Por:
  • guillermoh-columnista

NOTA PRELIMINAR:

El siguiente manifiesto —reproducido en otros medios de comunicación a lo largo de la semana— es resultado de una conversación que, sobre el tema del sitio de las humanidades en el Conacyt, han tenido sus firmantes: Fernando Curiel, Virginia Guedea, Humberto Muñoz y quien esto escribe.

Datos biográficos mínimos de los cuatro manifestantes: Fernando Curiel es investigador y exdirector del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM, Virginia Guedea es investigadora y exdirectora del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, Guillermo Hurtado es investigador y exdirector del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM y el Dr. Humberto Muñoz es investigador del Instituto de Investigaciones Sociales y excoordinador de Humanidades de la UNAM.

 

“La imposición del canon científico, patente en el día a día del Conacyt, se debe no sólo a la inicial idea de la ciencia como auxiliar del desarrollo nacional sino a la manera en la que la comunidad científica se gestiona”

 

Nos mueve un afán de transformación que coincide con el clima social de nuestros tiempos.

El próximo gobierno ha anunciado una revisión a fondo de la política educativa nacional. Lo que nosotros proponemos es que esa revisión se extienda para considerar —con responsabilidad y rigor— una nueva política de Estado para las humanidades. El actual modelo de gestión, evaluación y promoción de las ciencias y las humanidades ha cumplido un ciclo que nos permite hacer un balance de sus virtudes y defectos. Ahora es el momento para fortalecer los aciertos y corregir los errores de dicho esquema. Sería lamentable dejar pasar esta oportunidad.

LAS HUMANIDADES. RECONOCIMIENTO, ENCOMIO Y DEFENSA:

1. El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) se fundó en 1970. A partir de entonces, la investigación científica recibió un impulso notable, mientras que la humanista padeció una merma en la estimación social, el apoyo presupuestal y los programas orientados a su difusión entre la población no especializada. Pese a semejante desaliento, en 2009, la Universidad Nacional Autónoma de México se hizo acreedora al Premio Príncipe de Asturias en Comunicación y Humanidades.

2. Dentro del Conacyt, el canon científico se impuso en los criterios de asignación de recursos de todo orden, en la medición de los avances y en los criterios de evaluación.

3. Esto, no obstante la evidencia de que, si bien es cierto que los saberes humanistas y científicos guardan la condición de pares, difieren en cuanto a sus objetivos, a sus procedimientos y a sus resultados.

[caption id="attachment_809386" align="aligncenter" width="1190"] María Elena Álvarez-Buylla, será la próxima titular delConacyt.[/caption]

4. Mientras el saber humanista opera por asedios, aproximaciones, el científico descansa en la exactitud. Mientras al investigador en humanidades lo apremia la tentativa, traducida en compromiso, al científico lo desvela la objetividad, fundamento de un saber aséptico, apátrida, cuantitativo.

5. Meta de las humanidades es la comprensión del ser humano y sus afanes; la de las ciencias, la verdad apodíctica de la naturaleza toda.

6. La imposición del canon científico, patente en el día a día del Conacyt, se debe no sólo a la inicial idea de la ciencia como auxiliar del desarrollo nacional sino a la manera en la que la comunidad científica se gestiona, y que no coincide con la de la comunidad humanista: liderazgo, formación de cuadros, sucesión natural, espíritu de grupo.

7. En recientes declaraciones y entrevistas, la doctora María Elena Álvarez-Buylla, próxima titular del Conacyt, promete su inclusión nominal en el título mismo del organismo, omitido al momento de su fundación.

 

“Importa precisar que no buscamos la confrontación entre las humanidades y las ciencias. Lo que nos apremia es la construcción de zonas de encuentro creativo entre ambos conocimientos”

 

8. Quienes suscribimos la presente proclama juzgamos que lo anterior no es suficiente para el reconocimiento que exigimos para las humanidades.

9. Importa precisar que no buscamos la confrontación entre las humanidades y las ciencias. Lo que nos apremia es la construcción de zonas de encuentro creativo entre ambos conocimientos. Lo que nos proponemos, a partir de la equidad epistémica entre humanidades y ciencias, es que se acepte la diferenciación entre campos del saber para las políticas del conocimiento, la evaluación y la distribución de recursos.

10. A la luz de todo lo anterior, afirmamos que el camino a seguir plantea una alternativa. O la reestructuración radical del Conacyt, que reconozca, a partir de la igualdad epistémica de humanidades y ciencias, sus diferencias específicas, conformándose dos áreas de asignación de recursos, medición y evaluación. O la creación de un organismo independiente abocado, sin faltar al rigor, a las humanidades.

Fernando Curiel, Virginia Guedea, Guillermo Hurtado, Humberto Muñoz.

Ciudad de México, a 3 de octubre de 2018.