Las voces de la voz de Michael Kimball

Las voces de la voz de Michael Kimball
Por:
  • larazon

Libros

El libro de la semana

Voz : Sonido generado por el aparato fonador humano. La voz humana es un instrumento musical / Voz: palabra. / Voz interior: Sonido “callado” que late dentro, en la conciencia. Monólogo interior. Música callada.

Reverberaciones íntimas de voces que dialogan con la reminiscencia susurrante. Marejada de cadencias que se desbordan en la confidencia evocativa. Flujo de conciencia. Marcel Proust, Jaime Joyce, Virginia Woolf, William Faulkner… Voces: Coro. Señales fónicas extensivas. Fonología coral. Orfeón. Ronda de inflexiones. Tesitura mezclada. Intensidad de alocuciones plurales.

Crisol / Melting Pot : Heterogeneidad que cada vez más tiende a la homogeneidad. Metáfora de la fusión. Mosaico de voces. Crisol de voces.

Pluralismo de voces. Voces múltiples que se fusionan en un discurso único. Voz que asimila otras voces. Cosmopolitanismo de voces. Mestizaje de voces. Arengas en frondas de matices desiguales. Voces que se transforman en una sola voz impar.

Me di cuenta en la infancia que las mujeres que me rodeaban (abuelas, tías, primas, hermanas, madre…) iban cocinando mi discurso. Hoy hablo y siento el caldo de la barahúnda vocal de esas mujeres reverberando en mis sintagmas: el ¡solavaya, aléjate espíritu malévolo! de mi abuela se mezcla con el ¡avemaría purísima, que Dios nos sorprenda confesados! de mi tía Amparo con el ¡virgencita querida de todos los santos! de mi prima Lydia con el tierno ¡ay, mijo, pórtate bien; si vas al río y te ahogas cuando vengas te mato! de mi madre con los bisbiseos secretos de mis hermanas jugando con sus muñecas… Soy un hombre que pronuncia muchas voces. Soy un hablante de fonología en crisol: recipiente de intermitencias que aprendí en la niñez.

Michael Kimball (Michigan, 1967) es un novelista de voces múltiples secuestradas en los surcos de su voz. Vociferaciones que lo toman a él como emisario. Voces que desandan en la música de su voz. Voces que se desnudan en las coordenadas de su voz. Voces que bregan en los horquillas de su voz. Voces que se reafirman en las aristas de su voz.

Voces que son corceles desbocados en la asonada de su voz. Voces que se definen en los intersticios de su voz. Voces que se acarician en los ropajes de su voz…

Lo que queda de nosotros (Tusquets Editores, Colección Andanzas, 2010) es una novela de vocinglerías y silencios. El autor de Y la familia se fue (Tusquets, Andanzas 554) consigue un melting pot textual de acuciante oposición: esposa en coma y mirada compasiva del marido: misericordia:

dolor. La tristeza, actante que abraza las disposiciones discursivas en una historia despojada de indulgencia y bañada de ternura.

“Parecía que nos descomponíamos por la noche. Cada mañana aparecían finas láminas de piel de los dos en nuestra cama”, dice el marido en la introducción de una novela enternecedora y vertiginosa. El amor es una acumulación de extrañezas. El amor es una prolongación de dos soledades que se columpian en la sombra que comparten. El amor es una madeja de secuencias que se arrebujan. El amor es el encuentro de dos voces que dialogan en la cifra de una sola pronunciación. Lo que queda de nosotros es una historia de amor cosida en el silencio: emerge en un orfeón de revelaciones en el que los tiernos cuidados del marido en la sala del hospital, mientras la esposa está en coma, son pruebas de las extensiones desmedidas de los hilos del amor.

El “silencio” de la esposa se acompasa con las improntas desoladas del protagonista. Libros, flores del jardín de la casa, impresiones de ruidos compartidos, cepillo del pelo… Perder la noción del tiempo es para el marido, suerte de entrar con su algarabía a los aposentos de la sordina de la esposa. Estamos en presencia de un relato que amalgama fábula, remembranza, autobiografía, duelo, historia íntima de la familia y presencias imaginarias. “Pero me despertaré pronto y tú también deberías hacerlo. Quiero que te despiertes para que puedas volver al hospital, volver junto a mí”, escucha el marido la voz de su mujer desde el hospital. Kimball sabe que el oficio de contar historias se fundamenta en buena parte, en apropiarse de voces. “A veces creo que lo que hago es canalizar voces”, comenta.

Silencios de voces de una de las novelas más conmovedoras, desamparadas y tristes de la narrativa norteamericana contemporánea.

Un imprescindible

Antón Chéjov Médico, escritor y dramaturgo ruso

Antón Pávlovich Chéjov (Taganrog, 1860 – Alemania, 1904), padre del relato moderno —y creador de la técnica dramática “acción indirecta” muy valorada por el actor y productor teatral Konstantín Stanislavski—; diseccionó, en sus cuentos y obras teatrales, los por-menores de la frustración moral de personajes miembros de una sociedad feudal en crisis: pathos de la vida rusa en los preámbulos de la Revolución de 1905. “La sala número 6”, “El camaleón”, “Las ostras”; y los dramas “El tío Vania”, “La gaviota” o “El jardín de los cerezos” constituyen momentos trascendentes de la literatura y la dramaturgia rusa del siglo XIX.

Alejandro Páez Varela

No incluye baterías

Ediciones Cal y arena, 2010

Haciendo un breve recuento editorial del 2010, observamos que Ediciones Cal y arena ha publicado varios textos de crónicas periodísticas de meritorios importes (La vida alcanza del novelista cubano Eliseo Alberto; El derrumbe de los ídolos del periodista mexicano Héctor de Mauleón…). Papeles que exploran nuestras realidades más apremiantes en filos donde ficción y periodismo comparten los mismos terrenos. No incluye baterías (Ediciones Cal y arena, 2010) de Alejandro Páez Varela (Ciudad de México, 1969) se suma a esa colección de libros que se desbordan por sus trazas, columpios y asomos entre la inmediatez del reportaje y los acentos imaginativos del relato. Ciudad Juárez, telón de fondo central, complementado por reminiscencias infantiles, la familia y el amor. Crónicas de pulso excitable: narraciones de precipitados retumbos. Cinco acápites que delatan a un escritor de verdadera casta. Quien lo ponga en duda que lea “Abraham, Moisés y Felipe” o “Una mala broma de Dios”. No incluye baterías, manual de lectura insoslayable.

Carlos Velázquez

La marrana negra

de la literatura rosa

Editorial Sexto Piso, 2010

Cuando leí La Biblia Vaquera de Carlos Velázquez (Coahuila, México, 1978) supe que estaba en presencia de un escritor impío. Ahora con La marrana negra de la literatura rosa (Editorial Sexto Piso, 2010), manual de cuentos que el coahuilense acaba de publicar, me doy cuenta que estaba equivocado: Carlos Velázquez es un escritor impúdico en zonas compartidas con William S. Burroughs, John Fante, John Cheever y Charles Bukowski. Cinco narraciones trazadas en aristas de un cinismo que bordea la ternura, y una irreverencia que pespuntea el morbo. La soledad, centro temático. Tino, el personaje de “No pierda a su pareja por culpa de la grasa”, produce compasión y repugnancia; Alexia, protagonista de “La jota de Bergerac”, nos remite a las atmósferas barrocas y carnavalescas del escritor cubano Severo Sarduy. Escenario de sobresaltada desmesura: la cocaína como dieta; el síndrome de Down y el rock… Folios de acentuado travestismo, tanto en lo sintáctico como en lo temático. Somos testigos de un escritor inmisericorde e insolente. La narrativa mexicana se enriquece.

Música

El disco de la semana

Dos Mundos / Revolución de Alejandro Fernández

Alejandro Fernández tiene ángel. Su presencia en los escenarios provoca alboroto en las féminas. Metrosexual que se columpia entre la rudeza de un ranchero y la ternura de un adolescente. “Yo sería capaz de cualquier locura por un macho como ése…”, le comenta a su amiga una muchacha de unos 20 años, en una tienda de discos en la que han puesto el cartel de promoción del CD Dos Mundos / Revolución (Universal Music, 2010) en la puerta principal. Vestimenta informal (pantalones vaqueros ajustados); corte de cabello ondulado con bucles en la frente; sombra en la barbilla de varios días sin afeites; sonrisa complaciente y despreocupada; muestra de los musculus biceps brachii; mirada incitante con trazas de inocencia; inflexiones vocales de susurros provocativos… Alejandro Fernández es un producto que canta. Sofisticado y eficaz equipo de imagen y mercadotecnia a su disposición.

Hijo menor del famoso cantante ranchero Vicente Fernández: Alejandro es El potrillo de la familia Fernández-Abarca. Canta con su padre y se despide de éste con un beso en los labios. Se le ve con sus cinco hijos en poses fotográficas enternecidas y afectivas. Cuando la prensa lo inquiere sobre sus amoríos, responde sonriente y pausado: “Me siento bien, soy feliz con mi pareja”. Las jovencitas gimen ansiosas; los muchachos quisieran ser como él. Alejandro es un triunfador. Empresario dueño del centro comercial “Unicenter” de Guadalajara, ha vendido 20 millones de copias de sus discos en todo el mundo. Modula música ranchera, bolero ranchero, mariachi, balada romántica y pop latino.

Ha hecho duetos con importantes personalidades del mundo de la música: Joan Sebastian, Julio Iglesias, Miguel Bosé, Beyonce, Franco De Vita, Plácido Domingo, Nelly Furtado, Diego “El Cigala”, Gloria Estefan, Malú, Ednita Nazario, Mario Frangoulis, Marc Anthony, Chayanne… Las niñas bien de Las Lomas tienen en las paredes de sus recámaras fotografías del jalisciense vestido de charro, suspiran antes de apagar la lámpara de su mesita de noche; las adolescentes de las vecindades del centro recortan su imagen de las revistas y la colocan en la cabecera de la cama compartida. ¿Cuántos sueños sicalípticos no habrá estimulado entre ellas el vocalista de “Entre tus brazos”?

39 años y una carrera en constante ascenso y reconocimiento en México y Latinoamérica. En Cuba, el bastión comunista del Caribe, se disputa los primeros lugares de la radio con Luis Miguel y Alejandro Sanz. En la ciudad de Los Ángeles, recibió en 2005 una estrella en el mítico paseo de la fama en Hollywood Boulevard. Premio de trayectoria artística en “Tu Música” de Puerto Rico; premios Billboard Hot Latin; uno de “los 50 hombres más bellos”, según encuesta de la revista People en Español; Grammy Latino, 2004… Triunfador absoluto en el festival de la Canción de Viña del Mar. Concierto en el Zócalo ante 175 mil admiradores. Santa Cruz de Tenerife, clausura del carnaval, 17 mil asistentes en el Estadio Municipal de San Fernando, agosto de 2007. “Plantarme en un escenario tan lejos de mi país portando el traje de charro, y que más de 17 mil personas canten nuestra música mexicana es indescriptible”, declaró el fervoroso y nostálgico nacionalista —agradecido de Dios— intérprete de la exitosa balada-pop “Te voy a perder”.

Año 2009, Dos Mundos (Evolución), Dos Mundos (Tradición) y Dos Mundos (Evolución más Tradición); 2010, Dos Mundos / Revolución (CD y DVD), producción dirigida por el cantautor Aureo Baqueiro (Thalía, Paulina Rubio, Sin Bandera, Kabah, Ha- Ash, Kalimba, Sasha Sokol, Natalia Lafourcade, David Torrens, Aleks Syntek, Benny Ibarra…) en grabación directa realizada en El Lunario del Auditorio Nacional. Formato orquestal singular: piano, violín, vihuela, batería, percusión afrocubana, contrabajo, bajo eléctrico, guitarrón, trompetas, guitarra acústica y coro. Un combo a caballo entre mariachi y pequeña banda de jazz.

Solista convincente con una proyección vocal espontánea en inflexiones de tessitura precisa: intervalos, prolongaciones, vibrato y coloratura de cabal flexibilidad tonal. Categóricos arreglos. 12 composiciones con frescores melódicos y trazos armónicos elegantes. El CD más profesional de El Potrillo. “He cantado para ustedes sobre la tradición y la evolución, sobre mis dos mundos, los dos lados de mi corazón…”, nos dice un Alejandro satisfecho. Uno agradece esta cuidada producción musical, muestra de jiribilla y talento.

Un imprescindible

Arrigo Boito Compositor y libretista italiano

Arrigo Boito (Padua, 1842 – Milán, 1918) debe su fama a los libretos de óperas que escribió para Giuseppe Verdi (Otello, Falstaff, Simon Boccanegra). Esta relación con el autor de La Traviata resintió su obra personal como compositor. En su Mefistófeles —basada en el Fausto de Goethe, y presentada en La Scala de Milán en 1868— despliega una atmósfera de asombrosa perfección sonora y seductora consumación melódica. Fue asimismo, el autor de los versos del Himno de la Nación musicalizados por Giuseppe Verdi. Director del prestigiado Conservatorio

de Parma entre 1889 y 1897. Su legado musical es hoy objeto de estudio y revalorizaciones.

Bryan Adams

Bare Bones

Universal Music, 2010

El canadiense Bryan Adams (Ontario, 1959) es una figura del rock, hard rock y soft rock de referencia obligada desde los años ochenta. Ha trabajado con Sting, Barbra Streisand, Rod Stewart, Luciano Pavarotti, Paco de Lucía, Nelly Furtado, Keith Scott y Dave Taylor, entre otros. Guitarra, bajo, piano, armónica y voz, nos ha regalado varias canciones de sorpresiva hermosura: “Remember”, “Cuts Like a Knife”, “This Times”, “The Best Was Yet To Come”, “Kid Wanna Rock”, “Reckless”, “Do I Have To Say The Words”… Cultivador de trazas rockeras de cierto soplo nostálgico por la incorporación de la armónica en los subrayados melódicos. Ha grabado 21 álbumes (11 de estudio, 5 en vivo, 5 compilatorios). Bare Bones (Polydor, Universal Music, 2010), quinta producción musical en directo del intérprete de “Back To You”. 20 temas: inventario, suma y recuento de su carrera (más de 30 años en los escenarios). Presencia desaliñada de configuraciones retro. Atención a “Heaven”, “Cloud Number Nine” o “Please Forgive Me”. Recomendable.

Barbra Streisand

The Ultimate Collection

Sony Music, 2010

Hija ilustre de Brooklyn. Actriz, cantante, compositora, productora y directora de cine, Barbra Streisand es la vocalista que más discos ha vendido en su país. Dos premios Oscar, cuatro Emmy, un Tony, ocho Grammy, cuatro Emmy… Medalla Nacional de América de las Artes, Legión de Honor francesa. Ha situado 31 discos entre los 10 primeros del Top Ten. 51 discos de oro, 30 de platino y 13 multiplatinos. Casi 50 años de carrera: debuta a los 20 en Broadway (I Can It For You Wholesale). Estamos en presencia de una leyenda viva de la música y el espectáculo de Norteamérica. Barbra / The Ultimate Collection (Columbia, Sony Music, 2010) confirma los atributos de la estrella de Hello, Dolly! 18 pistas para coleccionistas. Agasajo que los seguidores de la Streisand agradecen. Balada, pop, soft rock en modulaciones de una voz vigorosa y única. Relajémonos y demos oídos a “Woman in Love”, “The Way We Were”, “Somewhere”, “Tell Himm” (dúo con Celine Dion) o “No More Tears” (dueto con Donna Summer). CD insoslayable.

carlos.olivares.baro@hotmail.com

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