Maradona: entre Nápoles y Sinaloa

Maradona: entre Nápoles y Sinaloa
Por:
  • bibiana_belsasso

Los Dorados de Sinaloa, quienes no  han podido ganar un solo juego (han empatado tres y perdido tres; sus tres puntos los colocan en el penúltimo lugar de la tabla), hoy tienen un nuevo director técnico: el famoso exfutbolista Diego Armando Maradona.

Los Dorados son administrados desde 2013 por Grupo Caliente, un consorcio que también es dueño del equipo Xolos de Tijuana. El propietario, Jorge Alberto Hank, es hijo de Jorge Hank Rhon, un exalcalde del PRI en Tijuana, y hoy serán dirigidos por el polémico campeón del mundo.

Maradona es considerado como uno de los mejores, o el mejor jugador de toda la historia; ha dejado una huella imborrable como futbolista. Sin embargo, tal y como señala la periodista deportiva Aline Arnot, “pensar en Maradona hoy, no nos remite precisamente a lo que fue en las canchas ni a su extraordinario talento fuera de serie; pensar hoy en Maradona es sinónimo de rebeldía, polémica, irreverencia, excentricidad, ridículo y excesos en todos los sentidos. Su grandeza en la cancha se podría comparar con el tamaño de polémica que ha sido su vida fuera de ella”.

En enero de 1996, cuando Diego estaba bajo tratamiento médico para superar su adicción a las drogas, confesó a la revista argentina Gente que durante su estancia en Italia fue manejado por la mafia napolitana. “Los capos me querían porque yo había hecho feliz al pueblo (…) pero en Nápoles la droga estaba en todas partes, casi me la ofrecían en bandeja”.

Hoy, el Pelusa se encuentra en México como director técnico de los Dorados de Sinaloa, un estado en donde ni siquiera el futbol es el deporte más popular; un estado que fue considerado la cuna de los capos del narcotráfico. Ahí nacieron Pedro Avilés, Ismael El Mayo Zambada, Juan José Esparragoza Moreno, Ernesto Fonseca Carrillo, Rafael Caro Quintero y, por supuesto, Joaquín El Chapo Guzmán Loera.

El argentino nunca ha tenido empacho en reconocer su adicción; ha declarado que fue en su etapa de jugador en el Barcelona cuando probó por primera vez la droga, “el error más grande de toda mi vida”, reconoció.

Hace años, Diego Armando aceptó una oferta millonaria del Napoli de Italia por una cantidad altísima.

El equipo que tenía problemas de descenso, renació de la mano del astro. A su tercer año en el calcio (futbol en italiano), les dio el primer título de su historia. Maradona, quien ganó el Mundial de México 1986 con Argentina, y llevó al Nápoles a ganar un título inolvidable que marcó la historia no sólo del club, sino de la ciudad.

En Nápoles es un ídolo, pero estuvo envuelto en una oscura relación con la Camorra, con la que fue vinculado después de salir fotografiado con uno de sus jefes. De Diego se hablaba desde su consumo hasta el presunto tráfico y posesión de drogas. A él no le quedó otra que reconocer que la mafia le ofrecía seguridad y que ésa era su única relación con ellos.

En lo deportivo, el Napoli logró triunfos importantes con Maradona, pero también dolores de cabeza: el scudetto en la temporada 89-90, una Copa Italia en la temporada 86-87, una Supercopa en la 90-91, y una Copa UEFA en la 88-89. Maradona anotó 115 goles hasta 1991, cuando dio su primer positivo por cocaína en un partido contra el Bari.

También recibió una sanción de 15 meses, luego tuvo problemas con la justicia por tenencia de drogas y se marchó con supuestas deudas en sus impuestos. Fue a partir de ese entonces cuando comenzó la debacle de su carrera.

En el Mundial celebrado en Estados Unidos en 1994, Argentina llevaba un paso alentador de la mano del Pelusa. El primer partido lo ganaron 4-0 contra Grecia y el segundo 2-1 a Nigeria. Al final del encuentro, se dio una imagen que los argentinos nunca olvidarán: el 10 salía del campo tomado de la mano de una joven enfermera. Tras el control antidopaje, dio positivo por consumo de efedrina. Fue suspendido 15 meses. Tres días después de conocerse su explosión, Maradona dijo: “me cortaron las piernas”.

A mediados de julio pasado, el argentino asumió el cargo de director del consejo ejecutivo del equipo Dínamo de Brest, de Bielorrusia. Durante una de sus primeras entrevistas aseguró que no sería un presidente más en la historia del club: “Voy a ser el último presidente del Dínamo, me voy a quedar para siempre”.

Maradona venía de comentar el Mundial de Rusia 2018 para la televisión venezolana y de haber escenificado uno de los episodios más bochornosos en la justa. Durante el partido entre Nigeria y Argentina, fue captado por las cámaras de televisión cuando les pintaba dedo a los aficionados de Nigeria tras el gol anotado por Marcos Rojo, que le daba la clasificación al equipo albiceleste.

La llegada de Maradona a Sinaloa no ha pasado desapercibida. Un lugar que podría tener muchas similitudes con Nápoles.

Por lo pronto ya empezaron los conflictos en torno al astro del futbol: los vecinos de uno de los fraccionamientos más lujosos de Culiacán, La Primavera, prohibieron que Maradona viviera ahí.

Y a principios de junio, Diego Armando criticó que Canadá, Estados Unidos y México fueran las sedes del Mundial de 2026. De nuestro país, dijo que no lo merecíamos: “Sale ganando México cuando no lo merece; México gana dos partidos y llegan los mexicanos con Brasil o Alemania, como me pasó a mí, y ¡bomba! Para afuera”.

Todo eso quedó en el olvido. Maradona entrenó por primera vez a su equipo el pasado lunes. Ante aproximadamente cinco mil aficionados, bailó al ritmo de banda, aplaudió a la barra y se dio tiempo para firmar algunas playeras de los aficionados.

Algunos consideran que el arribo de Maradona a Sinaloa es similar a lo que pasó cuando llegó al Napoli: sólo el tiempo dirá si tienen razón.

Genio y figura

El club Dorados de Sinaloa, de la liga de ascenso del futbol mexicano, presentó el lunes a su contratación bomba del mercado de fichajes, y no se trató de un jugador de campo, sino del técnico: Diego Armando Maradona, campeón con Argentina en el Mundial México 86 y considerado uno de los mejores jugadores de todos los tiempos.

“No venimos de paseo, no venimos de vacaciones, venimos a trabajar, a darle una mano a los muchachos”, afirmó el Pelusa, quien fue contratado por los próximos 11 meses por 150 mil dólares mensuales; esto es, 1.6 millones de dólares en total.

El Pibe de Oro llega a Culiacán, capital de un estado cuna de importantes capos del narco, el cual ha sido fuertemente golpeado por la constante lucha de grupos criminales. Tan solo en los últimos seis meses la entidad registró 589 homicidios dolosos.

En su vida, Maradona ha estado vinculado a diversos escándalos no sólo por consumo de droga, sino por su relación con capos. Es el caso de una fotografía que cuando se tomó en su etapa en el Nápoles, en la década de 1980, en la que aparece junto con los hermanos Giuliano, jefes de la Camorra de Forcella, en su bañera en forma de concha. Con ellos compartía droga, juergas y mujeres.

“Me hice muy amigo de Maradona, que venía a menudo a mi casa, pero sólo porque decía que se lo pasaba bien conmigo, y sólo en un par de ocasiones me pidió si le podía procurar cocaína para uso personal”, aseguró en su momento Salvatore Lo Russo, uno de los poderosos jefes de la Camorra durante el proceso judicial en su contra.