¿Para qué sirven las cuotas?

Enrique Acevedo

Aunque hemos avanzado, es una realidad que la participación económica y política de la mujer mexicana enfrenta aún importantes rezagos, sobre todo en posiciones de liderazgo empresarial, en la diferencia salarial que existe frente a los hombres y en el escaso número de mujeres que ocupan un lugar en el Congreso y en las secretarías de Estado.

Éste es el argumento central detrás de la legislación electoral que exige a los partidos cumplir con la cuota de por lo menos 40% de mujeres en sus listas de aspirantes al Congreso de la Unión.

El establecimiento de cuotas de género en cierto sentido presupone la inferioridad de las mujeres y, por tanto, la necesidad de que reciban un trato preferencial. Nada más alejado de la realidad. El último en una larga y destacada lista de ejemplos, es la candidatura de Josefina Vázquez Mota a la Presidencia de la República. La panista no necesitó de ninguna cuota o meta de género para llegar hasta donde está.

No obstante, de acuerdo con estudios como el publicado por el Banco Mundial: Cuotas de Género y Liderazgo Femenino, de las investigadoras Rohini Pande y Deanna Ford, la implementación de este tipo de instrumento aumenta las posiciones de liderazgo político para las mujeres, al mismo tiempo que influye positivamente en la elaboración de políticas públicas inspiradas en la equidad. Adicionalmente, la introducción de cuotas contribuye a reducir la discriminación en contra de las mujeres en el largo plazo.

El estudio revela que cerca del 96 por ciento de los países del mundo reconocen el derecho de las mujeres a votar y en los últimos años naciones como Omán, Kuwait, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos se han sumado a esta tendencia. En Egipto, por ejemplo, el porcentaje de mujeres inscritas en el padrón electoral pasó de 16 por ciento en 1975 a 37 por ciento en 2004 y continúa en ascenso. En una región en la que los derechos de la mujer presentan serios rezagos, las mujeres jugaron un papel fundamental en los esfuerzos reformistas y las revoluciones que enmarcaron la primavera árabe.

Regresando al asunto de las cuotas, el tema central está en el diseño de los procedimientos a través de los cuales se instalan estas herramientas. Queda claro que una ley que obliga a que 4 de cada 10 candidatos al Congreso sean mujeres, así nada más, no contribuye ni en forma ni mucho menos en fondo a los objetivos que persigue la idea de la equidad en el ambiente de trabajo.

Las organizaciones públicas como las privadas aprenden a trabajar alrededor de lo que “tienen” que hacer y el desafortunado tema de las juanitas deja esto muy en claro.

 La Caminera. Es importante que la campaña de Josefina Vázquez Mota logre establecer cierta distancia de la administración actual. Es una de esas reglas no escritas de la política y la lógica electoral, pero las acusaciones de espionaje, más que marcar distancia, parecen un divorcio definitivo entre la candidata y Los Pinos.

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