Planchar heridas y desarrugar esclavitud

Ernesto Lozano

La muestra El amor no anda en burro se está presentando hasta el próximo 27 de octubre en la Galería Chico Zapote, en Polanco.

Una exposición plural, integrada por artistas que provienen de diversas manifestaciones dentro de las artes visuales, escultoras, performanceras, acuarelistas, pintoras, fotógrafas; un sinfín de técnicas con resultados todos ellos admirables.

El amor no anda en burro se convierte en un recorrido por el color y las formas gracias a un objeto cotidiano como es un burro de planchar, donde las 30 artistas participantes logran imprimir, a través del colectivo de trabajo “Mujerío”, un sello muy personal y libre de su visión de cómo trasmitir a través del objeto y sus técnicas el sentir femenino, despojado eso sí, de rencores y discursos plenos de lugares comunes.

Una muestra refrescante, divertida, que nos deja un buen sabor de boca y el esbozo de una sonrisa ante lo inimaginable cuando nos paramos delante de las propuestas.

El pasado 27 de septiembre también se presentó durante la inauguración el performance Porque te extraño, con dirección de Víctor Peralta y guión de Clelia Ríos y actuado por la actriz Martha Tapia.

Una de las participantes en la muestra, la artista Guadalupe Urrutia nos comentó sobre su burro que “el punto de partida es que odio planchar, sin embargo cuando a un objeto le das otro uso, inmediatamente se desmitifica y pierde la carga repulsiva que tenía antes... Lo interesante es llegar a la conclusión, que todo se reduce a que está en la cabeza de uno, el objeto en sí ni ataca ni gratifica, es la carga emocional que por alguna razón, uno le da. Al imprimir la tela, fusionando la fotografía de la escultura con la mía y que esa tela sea la tela encima de la cual se planche, se convierte en una acción de “plancharme”…las arrugas, las heridas”.

Leonel Coronado quien es el curador de la exposición nos platicó que “es una muestra diversa de artistas reconocidos junto a pintores noveles. Se logra desmitificar la parte esclavizadora de este objeto aparentemente femenino. Hay piezas simples y otras muy complejas que tiene que ver con el discurso y las vivencias de los artistas presentes, es admirable la transformación de un objeto simple y cotidiano en una pieza artística, como la de Alejandra Zermeño y también la de Rocío Caballero”.

Elena Ro, artista plástica y directora de la Galería nos expresó que sobre su sentir al transformar su burro “lo que logro es ratificar la parte femenina de mi discurso, que si bien para otros la acción de planchar puede ser esclavizante, yo al convertir la pieza en una obra de arte le imprimo el sello del amor, con un trabajo de obreros, porque trabajo con las manos, utilizando pinceles y pinturas, soy una obrera del arte”.

Conversamos en exclusiva para La Razón con la artista visual Clelia Ríos, quien ideó este proyecto.

¿De quién es la idea original de la muestra El amor no anda en burro? Mía.

Y la curaduría es del Artista plástico Leonel Coronado. Hace varios años quería como artista salir de la cotidianidad, yo tengo una hija, soy escultora, veía los objetos y los volúmenes, me propuse lograr con un objeto de lo cotidiano, llevarlo a la categoría de arte. Un día, después de fallecer mi esposo decidí tirar mi burro de planchar, al verlo en el carro de la basura surge la idea de hacer la exposición interviniendo esas piezas.

¿Cómo llega la propuesta al proyecto “Mujerío”? Somos diez en el grupo, se los propuse y asumimos la creación, el grupo surge para exponer juntas. Está integrada por Luz de Lourdes Pino, María Luisa Reide, Margarita Guadaña, Mariluz Carrillo, Frida Carrasco, Dorit Weil, Roxana Yañes, Margarita Guadaña, Mireya Zamora, Lucia Hernández, más Blanca Charolet y Ely Carranza que se unieron recientemente, el proyecto lo comenzamos a trabajar desde hace año y medio, a la exposición se sumaron por invitación Aida Emart y Guadalupe Urrutia, quien creó el logotipo de la exposición. También participa Martha Chapa, actualmente integramos 30 mujeres el proyecto.

¿Qué pretende “Mujerío” con esta muestra? Primero entrarle a la colectividad, trabajar en grupo y desmitificar el hecho de por ser mujeres no podemos trabajar juntas, además de darle otros significado más romántico al objeto, que ya no se vea como el eslabón de esclavitud, a pesar de que a muchas nos da placer planchar, hasta nos relaja.

¿Qué características tiene el objeto intervenido? El burro es el típico de madera de los mercados, los compramos en el Mercado de Varios, que está en la Lagunilla, fabricado por artesanos mexicanos. Todas trabajamos libremente en cuanto a las técnicas, cada quien en su espacio, pero al final se ve unidad de razonamiento, está muy presente en casi todas las obras el amor, es un trabajo lúdico, hay muchos corazones plasmados en los burros.

¿Qué sentiste interviniendo tu burro? Para mí fue algo sencillo, como tenía varios años proyectando el evento, fue como una catarsis, no me sentí presionada, a Martha Chapa le costó más trabajo, como que no entendía inicialmente como proyectar más allá de un lienzo, pero al final fue muy bueno el resultado. También sucedió con Lourdes Pino que sólo trabajaba la acuarela, o Blanca Charolet, quien es fotógrafa.

http://ernestolozano.artelista.com

http://blogs.3.80.3.65/deartesvisuales/