Policías y ladrones: ¿Quién es cuál?

Enrique Acevedo

En unos días se cumplen 5 años de la llamada lucha contra la delincuencia organizada en este país. Ayer, Human Rights Watch presentó el informe: “Ni Seguridad, Ni Derechos.

Ejecuciones, desapariciones y tortura en la guerra contra el narcotráfico en México”, en el que documenta la participación de policías y militares en 170 casos de tortura, 39 desapariciones forzadas y 24 ejecuciones extrajudiciales. Todo esto en el contexto de una estrategia de seguridad que se califica de fracaso.

Desde 1978 Human Rights Watch protege los derechos humanos, genera al año 100 reportes en 90 países donde trabaja con víctimas y activistas para prevenir la discriminación, defender la libertad política, proteger a personas frente actos inhumanos en tiempos de guerra y enjuiciar a quienes cometen abusos.

HRW aporta una evaluación independiente sobre el desempeño de las fuerzas de seguridad en México y el resultado es inaceptable. La organización observa que con el incremento de la violencia en México, han incrementado también las violaciones graves a los derechos humanos. La conclusión es contundente: “En vez de fortalecer la seguridad pública en México, la ‘guerra’ desplegada por Calderón ha conseguido exacerbar un clima de violencia, descontrol y temor en muchas partes del país”. Yo agregaría que el clima de violencia, descontrol y temor ya alcanza a todo el país.

Para arribar a su conclusión, HRW investigó en Baja California, Chihuahua, Guerrero, Nuevo León y Tabasco, donde sus representantes efectuaron 200 entrevistas a funcionarios, miembros de las fuerzas de seguridad, víctimas, testigos y defensores de derechos humanos. También analizaron estadísticas oficiales, recabaron datos por información pública, examinaron expedientes, procedimientos y denuncias.

El estudio confirma la grave impunidad en un país en el que basta atribuir o relacionar al crimen organizado con un delito para que nadie obtenga, ni exija se investiguen los hechos y se castigue a los responsables. El documento entregado al presidente Calderón, quien se defendió diciendo que los criminales son la principal amenaza para los derechos humanos, apunta a la complicidad, e incompetencia de ministerios públicos, militares, policías, jueces y peritos médicos.

Destaca la solicitud a la Unión Europea de crear “parámetros de referencia” sobre derechos humanos en la asociación estratégica con México, mientras que a la Casa Blanca le pide garantizar el cumplimiento de los requisitos de la Iniciativa Mérida sobre protección de garantías ciudadanas. Lo preocupante no es el diagnóstico, sino la falta de una solución. ¿Hasta cuándo?

 La Caminera. A sus 45 años, Enrique Peña Nieto se considera parte de “la generación que quiere contribuir a la grandeza de México”. Así dice su biografía publicada en Twitter que comenzó a utilizar esta semana. La frase me parece absurda porque no puedo pensar en una generación que quisiera la contrario pero, más allá, me recuerda un viejo dicho que advierte que cuando un hombre tiene que aclarar que es un caballero, es porque probablemente ese no sea el caso. Parece que en estas campañas, otra vez mucho bla, bla, bla y poco mua, mua, mua...

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