Primavera en verano

Primavera en verano
Por:
  • larazon

Enrique Acevedo

El movimiento estudiantil agrupado bajo el ingenioso concepto del Yo Soy 132 comparte una serie de características con lo ocurrido a principios del año pasado en países como Túnez, Bahrein, Libia y Egipto durante la llamada Primavera Árabe.

Aquí como allá, la organización, planeación y asistencia a las marchas corren por cuenta de estudiantes universitarios que encuentran en las redes sociales una plataforma ideal para lograr mayor difusión e impacto en las acciones que deciden emprender.

Sus logros son minimizados por los medios de comunicación más tradicionales y su postura, criticada por un grupo al que le aterra la idea de una juventud conectada con su tiempo, lista para jugar el rol que le corresponde en este momento.

Los jóvenes mexicanos, como los egipcios detrás del movimiento 6 de Abril en El Cairo, saben lo que están haciendo. El nombre, los hashtags en Twitter, los videos en YouTube y Facebook son parte de una campaña relativamente bien orquestada que encontró eco en la asistencia a las marchas y protestas a las que ha convocado, especialmente la del sábado pasado en el Ángel y el Zócalo de la capital mexicana. Otra coincidencia es el ritmo en el que ha escalado el movimiento. A cada acción estudiantil ha correspondido una del stablishment que sólo alimenta y populariza a los #Yo Soy 132.

A pesar de las similitudes existen también muchas diferencias. En mi opinión la principal son las condiciones en las que ambos grupos operan. Los jóvenes de la Primavera Árabe fueron víctimas de torturas, persecución e incluso en algunos casos de forzadas desapariciones o asesinatos. En México los manifestantes gozan de todas las libertades necesarias para expresar su opinión. En Egipto, los del 6 de Abril trabajaban con un objetivo claro: derrocar a Mubarak y sus décadas de dictadura para que floreciera la democracia en Egipto. Yo Soy 132 carece de un objetivo claro al dividirse entre quienes simplemente se oponen a Peña Nieto y quienes buscan ampliar el horizonte para hablar sobre otras problemáticas. Por cierto que esto fue algo que también afectó al movimiento occupy en Estados Unidos.

En la Primavera Árabe la cadena de noticias Al-Jazeera jugó un papel clave al difundir en Egipto lo que pasaba en Tunez y así sucesivamente mientras caían los dictadores como fichas de dominó. En México parece que los medios, con algunas excepciones, han elegido criticar al movimiento juvenil y cerrarle espacios. De hecho, sorprende que muchos de los “líderes de opinión” que hablan con frecuencia sobre la necesidad de una ciudadanía más activa y participativa, que dicen abanderar la causa de la libertad de expresión en México, critiquen ahora un derecho y en cierto sentido la obligación generacional de los universitarios a incorformarse contra el status quo. Preocupante sería una generación de jóvenes indiferentes a los retos que enfrenta el país.

 La Caminera. Entre el precio con el que Facebook se estrenó en el mercado de valores y el que se vende actualmente, entre los rumores de una investigación por la filtración de información antes de la oferta accionaria y la boda de Zuckerberg, Hollywood tiene al menos material suficiente como para pensar en la secuela de la Red Social. Lo demás parece evidencia de la inexperiencia de un grupo de jóvenes que manejan una empresa valuada en más de 100 mil millones de dólares y que no produce absolutamente nada. Señal de los nuevos tiempos.

enrique.acevedo@3.80.3.65

Twitter:@enrique_acevedo