Problemas del multipartidismo

Problemas del multipartidismo
Por:
  • larazon

Perú es uno de los países latinoamericanos que experimentó una mayor fragmentación política durante la transición democrática de fines del siglo XX. Dicha fragmentación reportó el beneficio de pluralizar la vida política del país, pero creó la dificultad de generar opciones políticas institucionalizadas y con fuertes bases sociales. Actualmente existen 27 partidos políticos en ese país andino que, luego de diversas alianzas, acabarán lanzando unas 16 candidaturas presidenciales, o más, a las elecciones de abril de 2011.

En algunos sistemas políticos, como el alemán, el israelí o el italiano, donde existen muchos partidos que sellan alianzas antes de las elecciones, el número de agrupaciones políticas no llega a tanto. A esos sistemas se les ha llamado “polipartidistas”, para diferenciarlos de los multipartidistas como el peruano. Este último sería un caso extremo de pluralización de la sociedad política, que obstaculiza la construcción de alternativas de gobierno.

Uno de los peores efectos de una competencia electoral atomizada es la personalización de las asociaciones políticas. Las alianzas recientemente anunciadas en el Perú (Perú Posible de Alejandro Toledo, Solidaridad Nacional de Luis Castañeda, Alianza para el Gran Cambio de Pedro Pablo Kuczynski y Fuerza Social de Manuel Rodríguez Cuadros) son agrupaciones que dependen del capital político del líder que las encabeza.

Esa precariedad institucional es menor en partidos tradicionales como el gobernante Partido Aprista o el opositor Partido Nacionalista, pero dada la atomización del electorado que propicia la multiplicidad de opciones, estas asociaciones también deben recurrir a una agresiva personalización de sus candidaturas con el fin de hacerlas más competitivas. Se produce así una atrofia de la democracia andina, no por la existencia de una hegemonía, como en Bolivia o en Ecuador, sino por ausencia de la misma.

El caso peruano demuestra que el único dilema que enfrentan las democracias latinoamericanas a principios del siglo XXI no es el ascenso de líderes u organizaciones que introducen mecanismos autoritarios para preservar sus hegemonías. En muchos países de la región, fallan las instituciones y las leyes que deben garantizar competitividad electoral, sin alentar la atomización o el autoritarismo.

La personalización de candidaturas presidenciales, en Perú, acentúa la falta de circulación de los líderes políticos. El actual presidente peruano, Alan García, ya dirigió el país entre 1985 y 1990, y otro ex presidente, Alejandro Toledo, se lanza nuevamente como candidato. Presidentes o candidatos presidenciales del pasado, como Alberto Fujimori y Ollanta Humala, tampoco estarán ausentes de la lucha electoral. La hija de Fujimori, Keiko, Cambio 90, el partido fundado por su padre, aunque con otro candidato (Renzo Reggiardo), y Humala también contenderán la próxima primavera.

rafael.rojas@3.80.3.65