Un regalo maravilloso

Un regalo maravilloso
Por:
  • danielalonso-columnista

Así podemos considerar la final del Mundial de Rusia 2018, que coronó a la selección de Francia como campeona del mundo; y atrás no se quedó la escuadra croata, que se ganó el apoyo internacional durante el encuentro. No dudo que varios aficionados hayan adoptado los abrazos de la primera ministra de Croacia como propios, un poco de consuelo tras la derrota. Pareciera que, hasta esos últimos momentos del Mundial, bastante emotivos, hubieran estado planeados.

Porque durante los 40 días que duró el campeonato, son varias las estampas que enmarcarán por siempre la esencia de uno de los mejores Mundiales de la era moderna. Desde la organización, la infraestructura, la seguridad, tema que preocupaba a más de uno; los paisajes, las ciudades, la calidez y solidaridad del pueblo ruso. Hasta el tema deportivo, con grandes encuentros como el Argentina-Francia, o el juego “brasileño” a ras de césped de Bélgica, la resurrección de Brasil e Inglaterra como gigantes de este deporte.

La victoria de México sobre Alemania que conquistó por una noche la ciudad de Moscú. Probablemente los últimos goles de Cristiano Ronaldo y Lionel Messi en Copas del Mundo (yo tengo el presentimiento de que ambos estarán en Catar), los golazos de Chéryshev y la joya de Pavard ante Argentina; las impresionantes atajadas de Courtois, Lloris y Memo. Y, por supuesto, los cientos de miles de aficionados de todo el planeta que colorearon todos los rincones de Rusia.

Como cereza del pastel, una final trepidante y con emociones ajenas a las últimas definiciones del torneo, con un total de seis goles, polémica, la primera intervención del VAR en una final y con dos equipos que merecidamente clausuraron Rusia 2018.

Al final, Francia fue justo vencedor y Croacia un más que honorable segundo lugar. La diferencia fueron detalles del futbol, esos que son imposibles de predecir y, mucho más, de evitar. Ambos equipos lucieron sus mejores armas; los franceses fueron contundentes y aprovecharon la luz de un jovencito de 19 años de apellido Mbappé, que disfrutó como niño cada minuto en la cancha durante su primera Copa del Mundo.

Los croatas por lapsos pudieron dominar a los galos y provocó desorganización en su cuadro defensivo, algo que no había pasado hasta ese momento en toda la competencia. Incluso, forzaron la salida de Kanté, señal de que la media cancha, comandada por Brozovic, Rakitic y, por supuesto, el Balón de Oro, Luka Modric, tuvo mejor manejo del balón. Como mencioné antes, la diferencia fueron detalles o más bien, centímetros. Esos centímetros que le sobraron a Mandzukic para rozar el balón o los que faltaron a Matuidi para desviar el balón y así no provocar el penal. Al final, París y Zagreb recibieron como campeones a sus héroes, porque ambas escuadras se comportaron como tal.

Se cierra otro capítulo de la competencia más trascendente y con mayor impacto a nivel global en toda la Tierra y al mismo tiempo inicia uno que ahora promete romper todas las barreras del mundo árabe, Catar 2022. Así es el Mundial, algo simplemente maravilloso.