LAS BUENAS NUEVAS COSTUMBRES

LAS BUENAS NUEVAS COSTUMBRES
LAS BUENAS NUEVAS COSTUMBRESFoto: Especial
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¡Las reglas de etiqueta, ahora son LEY!

No tuve que leer el contenido, solo con leer el encabezado es suficiente para asquearme. Sensación lejana de la hilaridad que me provocaba cuando uno de nuestros imbéciles “representantes” tuvo la brillante idea de leerlas en el pleno, durante semanas nos pitorreamos hasta decir basta, en las redes, hashtag “lordetiqueta” “lordbienportado” “DisculpeElBarrio”.

“150 nuevas reglas de etiqueta para ser bien vistos en la nueva normalidad...” háganme ustedes el favor “Manual de urbanidad y buenas maneras para la nueva normalidad” el manual de Carreño covitiano. Si de por sí habíamos sido como sociedad, increíblemente dóciles para sacrificar nuestra libertad en aras de la salud como para ahora tener que sufrir a los insufribles adalides de la verdad absoluta a riesgo de que un rayo cayera sobre nuestra pecadora manifestación de criterio y nuestra (arde en llamas) capacidad de disentir o el inefable discernimiento. No según la piltrafa que dice representarnos, ese día en tribuna tuvo la genial y magnífica idea que debíamos cambiar nuestra interacción social en aras de una urbanidad libre de contagio y unas buenas maneras bien, pero bien, moralistas.

Podría criticar las 150 reglas de etiqueta de manera absoluta pero hay unas que de plano, solo con leerlas valdrían una dosis de huevos a la mexicana, es decir, una andanada de huevazos, tomatazos y cebollazos hasta revolverlos en el rostro del lector. Escuchen esta joya: Saludar se ha vuelto obsoleto, en estos tiempos, la mano extendida ya no representa la demostración del estar libre de armas y la implícita confianza, ahora representa el tóxico recuerdo del contagio, lo que provoca en las mentes precavidas, la total repulsión. Por consiguiente, el saludo de mano es una agresión hacia quien recibe y la natural y decente negación de tomar la mano extendida, podría provocar el enojo por el rechazo en el oferente a pesar, de ser este, en todo momento el que podría considerarse como factor de contagio, ergo, agresor. Por ello, lo ideal es no saludar nunca y seguir de largo, por supuesto, manteniendo la benéfica y siempre útil, sana distancia. El caballero y la dama de actualidad entienden que no existe la necesidad de saludar pues es en la virtualidad de las redes donde se establecen las amistades reales de un tiempo para acá...”

¿No es soberbia la sarta de barrabasadas? Es tan absurda que me reí hasta punto de orín en mi primera lectura y así hubiera seguido si hoy, este ilustre compendios de estupideces no fuera causal de pena corporal... Demonios... solo de pensarlo me provoca un escalofrío, ahora si extiendes la mano, puedes ser demandado por la víctima de agresión, si reincides serás ingresado en un centro de formación moral y si lo haces una tercera vez, se te removerá la tentación de tajo (esto es, lamentablemente... literal).

Los besos públicos, son faltas a la moral y significa que el cubre boca obligado, está ausente; el abrazo correcto será cruzando los brazos y abrazándonos a nosotros mismos; sentarse juntos es innecesario, evita provocar al de a lado; no hay peor insulto que estornudar y toser; las fiestas son inmorales; las reuniones presenciales son innecesarias; se aprende mejor desde casa; comprar es bueno, siempre y cuando sea local, hacerlo con una marca extranjera es de muy mal gusto; si sales a comer o cenar, llevar tus cubiertos es lo que indica tu alto nivel cultural...

Disculpen la pausa, fui a vomitar. Si amigos míos, esta sarta de absurdos, ahora puede costarle dinero o alguna mutilación y no, no hablo de libertad porque esa la entregamos hace mucho y cuando nuestros “representantes” se dieron cuenta de que pobres los necesitábamos, pobres nos mantuvieron; que cuando vieron que ignorantes creíamos en ellos, ignorantes nos dejaron; que en casa o en pequeños grupos no les exigíamos, nos inventaron que era por nuestro bien; que cuando nuestro mundo se volcó hacia lo virtual... tomaron lo real.

Amigos escuchas, ya saben que esta transmisión está siendo rastreada y que solo hay un determinado tiempo antes de que la señal deje de rebotar por los diferentes nodos, el tiempo es oro, siempre lo ha sido pero desde que nuestra libertad fue entregada libremente, me pregunto si el tiempo no es pesado oro amarrado al cuello mientras descendemos a las profundidades dejando el suspiro en burbujas ascendentes...

Después de leer que somos idiotas redomados por bajar la cabeza y que hasta parece gustarnos, no sé si merezca la pena seguir con esta radio. Cierto, en un inicio parecía el noble Quijote cazando gigantes en algún lugar de La Mancha, ahora veo que, ni siquiera son molinos de viento, es cascajo de un yermo páramo.

Así es señores, según nuestro nuevo manual de urbanidad y buenas maneras de la nueva normalidad, me niego a dejarme vencer por un virus o por una crédula sociedad, yo shhhhxshhhhhxshhhhh_____

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La civilidad incluye el saber que elegimos correctamente a quienes nos representan y por lo tanto, es de buen ser y crecer, el brindarles la confianza en la intencionalidad de sus actos, pueden errar, es humano pero, siempre sabrán lo que hacen y debemos darles el beneficio de la duda y evitar su crítica. La forma correcta de criticar es permitir que el Congreso hable por nosotros, por ello: Confía en la decencia de la persona electa sabiendo que la mayoría nunca se equivoca y será siempre la guía a seguir.

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Hablar mal de la decente autoridad es una muestra de la indecencia de quien lo hace. En nuestra sociedad solo el decente debe hablar...

-TRANSMISIÓN CANCELADA POR FALTAS A LA URBANIDAD Y BUENAS MANERAS DE LA NORMALIDAD ESTABLECIDA Y VERIFICADA SEGÚN LA NORMA-