Convierten en museo edificio del siglo XVIII

Convierten en museo edificio del siglo XVIII
Por:
  • argelia villegas

Entre las novedades culturales más esperadas para el año que inicia destaca la próxima apertura del Museo Kaluz, espacio que se ubica en el antiguo Hotel de Cortés, frente a la Alameda Central, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.

La Razón conversó con el doctor Francisco Pérez de Salazar Verea, quien es el arquitecto proyectista de este nuevo centro cultural, que exhibirá principalmente una exposición permanente con obras de artistas mexicanos de los siglos XIX y XX, y son propiedad de la colección del empresario Antonio del Valle.

Obras del paisajista italiano Pietro Gualdi, del pintor oaxaqueño Armando García Núñez, de Saturnino Herrán, así como del pintor español José Bardasano y del catalán exiliado Francesc Camps i Rivera, podrán ser apreciadas en este recinto.

“Además de pintura habrá escultura, talleres y nuevas propuestas arquitectónicas. El proyecto empezó hace dos años y previamente a su inauguración se hará una presentación desde México al Museo del Prado de Madrid, España, porque los espacios estarán vinculados”, adelantó Pérez de Salazar.

El dato: 4 mil 500 metros mide el nuevo Museo Kaluz

La propuesta surgió por parte de la Fundación Cultural Kaluz, que compró el edificio histórico en 2013 y fue restaurado precisamente por el doctor Salazar Verea.

“Aunque es un museo mediano, tenemos planeado que mantenga como permanente la colección del dueño, que se compone de al menos mil 300 pinturas y algunas esculturas, y también recibirá constantemente exposiciones temporales de artistas emergentes del país, de la ciudad y del mundo”, explicó el entrevistado, quien ha viajado por todo el mundo y fue constructor durante 30 años.

Ubicado en el centro de la CDMX, el Hotel de Cortés fue construido a principios del siglo XVII y albergaba a los frailes de San Agustín en 1780.

“El museo también tiene una importancia a nivel tecnológico destacada, pues tendrá proyecciones digitalizadas de algunas obras en el techo. Es tecnología superior que ya se implementa en museos de otras partes del mundo”, expuso.

El inmueble ha sido testigo de importantes capítulos de la historia de México; incluso, en su fachada destaca una placa que indica que fue ahí donde nació el actor y comediante Germán Valdés Tin-Tán.

“Tenemos planeado tener un gran mural que pueda ser apreciado desde la Avenida Reforma e Hidalgo, además tiene una terraza estupenda frente a la Alameda”.

El mural será del pintor y escultor mexicano Vicente Rojo, quien utilizó ocho piedras diferentes para la pieza que ocupará un total de 10 paneles, que unidos alcanzan una medida de 150 metros cuadrados. Estará listo en marzo, cuando inaugure el museo.

“Ya instalamos dos paneles ahora que se pueden apreciar. Y cuando se inaugure el museo la obra quedará lista para su exhibición”, dijo el arquitecto.

En cuanto a la rehabilitación, agregó: “la restauración fue completa, pero respetando las cimentaciones antiguas. Lo que fueron 32 habitaciones de la época colonial albergarán obras artísticas. El techo fue clave, porque hicimos una terraza muy grande, tiene más de 500 m2, con una vista espectacular”.

El especialista especificó que fue a través del INAH que se lograron preservar los cimientos originales del edificio.

“Recurrimos al INAH, que nos asignó a una especialista para realizar un salvamento arqueológico de todo el inmueble y así hicimos excavaciones hasta de dos y tres metros de profundidad, gracias a las que pudimos conocer las bases originales construidas con micropilotes de árboles ahuejote, una técnica de construccion indígena muy similar a las que están en Xochimilco y que sostienen a flote las chinampas”.

Aunque las instalaciones actuales cuentan con todos los sistemas tecnológicos de seguridad; sensores digitales de seguridad, iluminación y detectores de presencia, la belleza arquitectónica fue un elemento clave para la remodelación.

En los muros se utilizó piedra volcánica y tezontle.