Cultura en días de guardar

Cultura en días de guardar
Por:
  • alejandro_de_la_garza

El itinerario del alacrán para estos días de guardar (¿a dónde vais Monsi?) preveía: a) la relectura de viejos libros (no participa de la compulsión ante la novela más reciente, así sea de Vargas Llosa), b) el combate clínico con el fantasma del ozono, ocularmente infeccioso para el rastrero desde la contingencia ambiental de la semana previa a la santa, y c) la reflexión sobre el alejamiento espiritual y físico de su pareja, en prolongado retiro esotérico en un lejano centro de meditación.

Contra su ilusorio calendario, la fajina de la corrección (no política ni moral, sino de estilo) mantuvo al venenoso en tareas laborales mientras nuestro Señor era perseguido por la pfp en Galilea, traicionado por el beso guerrillero de Judas, aprehendido por marinos en Getsemaní, juzgado por el mp a cargo de Caifás, remitido al procurador Pilatos (ese Duarte experto en lavarse las manos) y finalmente sacrificado en el Gólgota de Tlatlaya por centuriones furiosos y crispados. Pero Cristo resucita en Chihuahua este domingo (aleluya).

Como Judas acosado, durante la semana el arácnido temió también la moralista monserga de ser “periscopeado” por Herr Aus den Ruthen y La Corcholata (nombre artístico de doña Xóchitl, según leyó el rastrero), cuando en su destartalada motoneta rumbo al trabajo invadiera líneas peatonales, se pasara un semáforo en amarillo, transitara unos metros por la vía reservada para los “bicinecios” o, peor aún, cuando para escándalo de la eugenésica moral panista el venenoso fuera detectado en la penumbra del atardecer rondando a trabajadoras sexuales de la calle de Sullivan o a travestis en la calzada Tlalpan: Heil Arne (und frau Xóchitl) es ist keine Schande!

Con esa cruz a cuestas y ya de madrugada, el escorpión se enteró de los nuevos ataques terroristas del ejército islámico en Bruselas y pidió a los belgas, antes de la tortura del waterboarding (¿¿??) exigida por los temerosos y violentos seguidores de Trump, la pulcritud, corrección y tolerancia por las cuales Sabina los tacha de aburridos.

El ajedrez, la música y la literatura fueron la apasionada herencia del arquitecto Pérez-Cassani, compadre del escorpión, a su fallecimiento en diciembre pasado. Antes de tornar a su cicatriz en el muro, el venenoso lo recuerda por ser día de guardar y por el regalo venturoso de sus libros apenas recibidos, prueba irrefutable de cómo la cultura da vida, ensancha la conciencia, nos hace humanos.