En Marte los atardeceres son azules, espejo de emociones

En Marte los atardeceres son azules, espejo de emociones
Por:
  • _ulises_ortega

En la puesta en escena En Marte los atardeceres son azules, un grupo de jóvenes se interna por las recónditas llanuras de la infancia, esa etapa formativa-definitoria de la personalidad del sujeto, que llevará el peso de las decisiones, los traumas y apegos que se experimentan en la edad adulta.

En el Centro Cultural Carretera45 (ubicado en la colonia Obrera), la compañía Los que miramos desde el bosque invita a los asistentes a entrar a un planetario de emociones, en el cual se observan como constelaciones todos los sentimientos que viven Carol y Nica, dos niñas que recientemente atravesaron el divorcio de sus padres y a las cuales, en su nueva dinámica familiar, se les impone la figura de Bastian, el novio de su madre.

Hasam Díaz, autor y director del trabajo escénico, ofrece un entretenido montaje, que conecta con dos públicos: los niños que se identifican con la complicidad entre hermanos, que llegan a una sentir la orfandad y que dialogan con las figuras de autoridad, mientras los adultos se enfrentan a sus propias historias de niñez y madurez.

La extraña situación genera entre las dos pequeñas los celos, las zancadillas, las burlas, las alianzas en contra del desconocido. Carol, quien funge como narradora, expone la transformación del odio del principio al gusto por la compañía, alegría y figura paterna que encuentran en Bastian.

El Dato: Otra obra que se presenta en Carretera 45 es Camino a Antonio Abad con dramaturgia de Antonio Zúñiga y bajo la dirección de Abraham jurado.

Una nueva dinámica se forma, la familia se reconfigura, del drástico cambio y de la llegada de este integrante hay un paso para disfrutar las cosas buenas de la vida como aprender a escribir sus nombres en máquina de escribir, escuchar en la noche La historia interminable de Michael Ende, ir al teatro o salir de viaje todos juntos.

Díaz apuesta por presentar personajes cotidianos, no busca dejarlos en una idílica felicidad sino que los lleva a la frustración pero también con una gran oportunidad de crecer, aprender y exorcizar demonios. En Marte los atardeceres son azules logra un equilibrio para mantener entretenidos a niños y adultos, los lleva a esos momentos en los cuales las lágrimas sobrecogen y dan alivio.

Crecer es difícil y en la puesta en escena, el cuarto planeta del Sistema Solar es un espacio en el cual las posibilidades se abren y se hagan relaciones amorosas más armoniosas, en que las reglas sean diferentes y siempre se disfrute de una puesta de Sol acompañado de alguien valioso que haga que el corazón sea más grande de lo que se pueda imaginar y nunca dejar de amar, ya que siempre valdrá la pena.

Con mínimos elementos escenográficos (un par de sillas, una mesa, una escoba y unas sábanas), Abraham Jurado, Gisela García, Daphne Keller y Carolina Berrocal son los actores que tratan de resolver la encrucijada de aceptar el presente (por más doloroso que sea) y soltar el pasado; de construir cada día.

En Marte los atardeceres son azules

Autoría y Dirección: Hasam Díaz

Cuándo: Hasta el 24 de marzo

Horarios: Sábados y domingos a las 13:00

Dónde: Carretera 45, Juan Lucas Lassaga 122, colonia Obrera (cerca del Metro San Antonio Abad)