Inquisición usó libro de brujas para torturar en Nueva España
El libro más infame concebido jamás, el Malleus Maleficarum, El martillo de las Brujas, escrito 1487 por los frailes alemanes dominicos Heinrich Kramer y Jacobus Sprenger, llegó pronto a la Nueva España para ser usado como manual de tortura de mujeres.
La maestra en Letras Mexicanas María Emilia Chávez Lara, estudiosa del mismo, urgió a reflexionar sobre el texto “para aprender por qué la humanidad ha sido intolerante en muchos momentos de la historia y para evitar que se repitan episodios de cinismo, brutalidad y misoginia”, dijo en una charla en ayer en el Centro de Escritores Xavier Villaurrutia.
El siniestro libro hace especificaciones para detectar brujas, a quienes describe como “armas del maligno”. En la edición moderna de la editorial Más Libros se consigna que el lema de cabecera de Kramer era “La hembra es más amarga que la muerte”.
Durante el siglo XV, Kramer apoyaba la tortura, el sufrimiento y la muerte para los herejes de Europa. Sus ideas e investigaciones, apoyadas por Jacobus Sprenger, fueron autorizadas en la bula papal de Inocencio VII. “Es la apología de la ignorancia y la intolerancia reflejada en el libro más infame que se haya concebido jamás”, ya que en sus líneas se lee que muchas personas de ambos sexos se abandonaron a los demonios, íncubos y súcubos, despreocupadas de su salvación e ignorando la fe católica, dijo Chávez Lara.
La importancia de reflexionar en torno al texto radica en aprender por qué la humanidad ha sido intolerante en muchos momentos de la historia para evitar que se repitan episodios de cinismo, brutalidad y misoginia, concluyó la también escritora en su conferencia.
-
Bebé Reno: ¿Quién es en la vida real Martha, de la perturbadora serie de Netflix? | VIDEO
-
Bad Bunny comparte un adelanto de su próxima canción con Myke Towers, así se escucha 'Adivino'
-
Violeta Isfel desconcierta a fans por VIDEO sin filtros: 'está muy cuarteada'
-
¿Qué pasó con Elizabeth Parker en la vida real? Así fue su trágico final
-
¿Si no es ahora, será mañana?